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50.

Mire la pantalla y aplaste el botón para la compra.

Alze la mirada cuando Mabel se paro frente a mi.

-¿Qué tanto haces que pareces molesta?.
-Nada - deje el celular a un lado.
-Mientes.
-Acabe de comprar otro mueble.
-¿Para que?.
-Lo colocaremos aquí en la habitación en esa esquina - señale.
-La ropa alcanza perfectamente en el que ya tenemos.
-Es para tu trabajo.
-¿Para el trabajo?.
-Sí, no me gusta que estés incómoda trabajando. Así que compre ese mueble para que tengas fija tu computadora y todo lo que necesitas, viene con una silla cómoda para ti.

Ella negó con una sonrisa.

-Sabes que no es necesario que lo compres.
- Lo es, no quiero pelear por eso.
-Suenas como si pelearamos por cualquier cosa.

Negué y la mire.

-Te he sentido rara estos días, ¿todo bien?.
-Sí.
-A mi no me puedes mentir - acarició mis mejillas.
-No es nada en verdad.
-Hablaremos cuando quieras decirlo.

Beso mis labios y se levanto de la cama.

-Iré a ver que hace Andy.
-Bien.

Salió de la habitación y mire a mi alrededor.

¿Debería decirle lo de la casa?.

Supongo que debo hablarlo con ella, necesitamos más espacio.

La noche llegó, después de acostar a nuestro hijo nostras hicimos lo mismo.

Mientras intentaba dormir podía sentir la respiración de Mabel en mi cuello, sentir su calor y su aroma.

-¿Ya me dirás que pasa?.
-Pensé que estabas dormida.
-He notado que esperas a que duerma para que tu cabeza comienze a pensar en eso que traes ahora.

Suspiré.

-Desde que llegamos  de las vacaciones hay algo que he pensado mucho.
-¿Qué es? - acarició mi brazo con calma.
-Creo que debemos mudarnos.

Sentí cuerpo alejarse un poco del mío.

-¿Quieres irte a los Ángeles?.
-No. No es eso.
-¿Entonces?.
-Quiero que rentemos una casa.
-¿Una casa?, pero si estamos bien aquí.

Suspire.

-Lo sé pero creo que Andy necesita más espacio para jugar al igual que Shark. Debe de este cansado de cada vez que que ir jugar tiene que salir de de aquí.

Ella suspiro y volvió abrazarme.

-¿Has mirando alguna?.
-Primero quise hablarlo contigo y tal vez con Andy,  saber su opinión primero. Si ambos quieren quedarse aquí, eso haremos.

La mire y ella sonrió un poco.

-Los años te han hecho tan madura - acarició mi mejilla - Vamos hablar primero con Andy, si a el le gusta la idea y llegamos a una cuerdo podemos hacerlo.
-Bien.

Beso mi mejilla y volvió acostarse.

Apago la luz.

-Y ahora por favor ya duerme, no has dormido bien estos días.
-¿Cómo lo sabes?
-Cuando no puedes dormir sueles moverte mucho.
-¿Aprendiste eso sólo por dormir conmigo?.
-Haces eso desde que éramos amigas - sonrió - Conozco muchas cosas de ti y estoy conociendo algo nuevo cada día.
-¿Cómo cuales?.
-Sigues comiendo chicles cuando estas muy estresada o nerviosa, sigues viéndote cada dos por tres al espejo antes de salir. Ahora te gusta mucho leer, te gusta cuando el día está soleado porque puedes salirme a jugar, ahora también te gusta un olor diferente de shampoo.