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30.

Deje el celular en la mesita de noche, estaba molesta muy molesta con Jesse.

No me gusta la presión que me esta metiendo. Odio que me presionen.

Me acomode en la cama, cuando cerré mis ojos sentí que mi cama comenzó a moverse.

Me senté y mire a mi alrededor.

Di un brinco cuando comenzó a sonar una alarma demasiado aguda y horrible.

Me levante rápidamente, tome mi celular y la pequeña manta.

Salí rápido de la habitación.

-¡Mami! - Andy estaba asustado.
-Debemos evacuar - asentí.

Salimos rápidamente del apartamento.

A mitad de las escaleras un movimiento demasiado fuerte nos hizo detener.

-Sigamos - asentí.

Andy no se movía así que lo cargue y trate de bajar lo más rápido posible.

Cuando logramos salir del edificio, el movimiento seguía.

-Tengo miedo mamá - abraze a mi hijo.

Mire a Mabel y notaba sus ojos preocupados.

-Ven - ella se acercó con cautela.

Abrazo a nuestro hijo y por ende también a mi.

Recostó su cabeza en mi hombro. Mis manos fueron a su espalda.

-Ya va a pasar, todo va a estar bien.

Tardó unos 15 minutos en detenerse el movimiento.

-Listo cariño ya paso - Mabel se separó y note su mirada avergonzada.
-Hey esta bien, no te preocupes.

Asintió.

Después de dos horas regresamos al departamento.

-Fue de 8.3, eso dice en las noticias.
-Fue demasiado.
-Sí.
-Vamos a domir.

Mire a Andy.

-¿Pueden dormir conmigo?.
-Claro cariño.

Se fue directo a mi habitación.

-Ammm - mire a Mabel - ¿Dormirás con nosotros o?...
-Sólo por hoy.

Trate de ocultar mi sonrisa.

-Vamos.

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Desperté un poco mas tranquila.
Al abrir los ojos mire el rostro de Mabel.

Sus ojos cerrados, sus labios  y su rostro sereno.
Ya no recordaba lo que era despertar a su lado.

Mire mi mano la cual estaba sobre la de ella casi entrelazada.

La quite con cuidado y me gire.
Mi corazón estaba latiendo desbocado.

La puerta se abrió.

-Mami - mire a mi hijo mirándome.
-Dime.
-Podemos..
-¿Qué quieres?.
-Hacer el desayuno.
-Esta bien vamos.

Cuando me levante Mabel despertó.

-¿Sucede algo?.
-No tranquila vuelve a domir, nosotros vamos hacer el desayuno.
-Les ayudo.

Se frotó los ojos y fue inevitable sonreir.
El mismo gesto que Andy.

-Esta bien.

Mientras cocinaba mire a Mabel mas de lo que debería.

Miraba sus acciones, sus reacciones.

En el desayuno tampoco pude dejar de mirarla, no pude quitarle la mirada de encima.