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14

Entre al edificio de Mabel y me acerque a la recepción.

-Buenas tardes.
-Buenas tardes señorita.
-¿De causalidad no sabrá de algún departamento que se rente por esta zona?.

El chico me sonrió y asintió.

-Justo ayer se acabo de desocupar un apartamento en el piso 3.

Sonreí.

-¿Qué necesito para poder rentarlo?.

El chico me sonrió y comenzó a darme información.

-Pero como usted no es residente aquí necesito un permiso.
-¿En cuánto tiempo necesito tenerlo?
-Voy hacer una excepción por usted así que cuando lo tenga listo puede dármelo.
-Claro.
-¿Gusta hacer el papeleo ahora?.
-Claro.

El chico asintió y comenzó a buscar algo.

Saque mi celular y le avise a Mabel que tuve un pequeño contratiempo pero que estaría allí lo más pronto posible.

Y así fue como dos horas después el chico me entrego las llaves del departamento.

Hoy mismo podría dormir aquí, ya que el apartamento contaba con una cama y un ropero, una estufa y referí.

Eso sería suficiente por ahora.
Ya después me encargaría de lo demás.

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-Mira mami, la maestra me dio un 10 por la maqueta en la que me ayudaste - sonreí.
-Me alegro cariño.

Le sonreí y me abrazo.

-¿Tú donde vives?.
-Yo vivo en los Ángeles.
-¿Tan lejos? - hizo un puchero - ¿Vas a dejarme?.

Negué rápidamente.

-Lo que menos quiero es hacerlo, pero tal vez deje de verte algunos días.
-No quiero que te vayas.

Suspiré.

-Por el momento me quedaré contigo, hasta que tenga algo importante que hacer.
-¿Nunca vas a dejarme?.
-No pequeño, no te dejaré.
-Te quiero mucho.
-Yo también.
-¿Y aquí a donde vives?.
-Estos días  he estado durmiendo en un hotel.
-¿No tienes casa?.
-No tenía.
-Vente a vivir aquí con nosotros, puedes dormir con mamá.

Negué rápidamente.

-Viviré aquí pero no con ustedes - frunció sus cejas - Acabo de rentar un departamento dos pisos mas arriba.
-¿En verdad?.
-Sí
-¿Puedo dormir hoy contigo?, mañana no tengo escuela.
-No lo sé pequeño, el cuarto no es adecuado todavía para que duermas allí.
Sólo tiene el colchón y una pequeña almohada, necesito ir a comprar sábanas y algunas cobijas.
-Puedo llevar la mía.

Suspiré.

-No lo sé pequeño, además no tengo nada para cenar, mi refrigerador esta vacío.
-Podemos cenar aquí y después podemos ir a dormir.
-No lo se...
-Por favor - hizo un puchero, suspiré.
No podía creer que solo ese acto me debilitara.
-Primero vamos a preguntarle a mamá, ya después vemos.
-¡Vamos ahora!.

Se levantó de la silla y salió corriendo de la habitación.

Me levante y seguí su camino.

-¿Me dejas?.
-No creo que sea lo mejor...
-Podemos prestarle cobijas y puede cenar aquí.

Ella me miró y me encogí de hombros.

-No logré hacerle entender que aún no es un lugar adecuado.
-Por favor mami, deja que vaya a dormir esta noche con mamá. Prometo portarme bien y estar aquí temprano para ir mi ensayo - ella lo miro - Además mami va acompañarnos.