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16.

Mabel salió y también abrazo aquel hombre con mucha alegría.
Mire sin decir nada.

-¡Mami el es papi!.
-Un gusto conocerte...
-Billie, un gusto.

Estiro su mano y la tome por educación.

-Iré por algo, ahora vengo - Andy se fue corriendo a su habitación.
-Deja apago la comida.

Mabel se fue y quede a solas con ese hombre.

-Soy el padrino de bautizo de Andy, cuando tenía tres años no podía decir padrino claramente así que comenzó a llamarme papi. Espero que no te incomode que me diga de esa manera y si lo hace puedo decirle que no lo haga.
-No tienes porque hacerlo, no tengo problemas.

Asintió.

-Soy Sergio el mejor amigo de Mabis - sonrió.

Así que su mejor amigo.

-No sabes lo feliz estoy de tenerte aquí.
-Lo sé, yo también te extrañe.

Mabel o Mabis como le dice se acercó y lo abrazo. Escondió su rostro en su cuello mientras él la abraza.

-Creo que vendré mañana.
-No te preocupes. Puedes quedarte, ¿cierto Mabis?.
-Claro.
-Iré con Andy.

Salí de allí.
Me era incómodo la manera en que se trataban, ella parece quererlo mucho y él a ella.
No me molestaba en absoluto, pero era tan incómodo saber que ya no pertenecía en su vida.
Esa fue mi decisión y debo aceptar las consecuencias de ello.

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Mire a mi hijo acomodarse la gorra en su cabeza.
Estaba feliz de conocer a sus abuelos.

Yo estaba aterrada, hace 7 años que no los miro, y la última vez que mire a Maggie no resultó muy bien.

Estaba nerviosa de ver los rostros de mis ex suegros pero feliz de mirar de nuevo a Claudia y Finneas.
Ellos dos han sido unos ángeles en mi vida. Siempre estaré muy agradecida con ellos.

-¡Mami!.
-Dime.
-¿Me veo bien?.
-Si cariño.
-¿Creés que les guste a los abuelos?.
-Ellos van a quererte.
-Espero que sí, porque yo si los voy a querer.

Volvió a mirarse en el espejo.

“Tan vanidoso como su madre ", claramente hablaba de Billie.
Ella solía hacer esa acción muchas veces antes de salir algún lado.
Eso hacía cuando estaba con ella, ahora no lo sé.

Cuando el timbre sonó Andy soltó un pequeño grito.

-¡Mamá llegó!.

Salió corriendo de la habitación.
Escuche la puerta ser abierta.

Salí de allí y me dirigí a la sala.

-Ellos vienen en un momento.
-¿Crees que les guste a los abuelos? - Billie sonrió marcando sus hoyuelos.
-Ellos van amarte, estan muy emocionados de conocerte.
-Yo también voy amarlos mamá.
-Lo sé.
Volvió a sonreir y ahora sus ojos se cerraron.

Siempre me gusto que sonriera de esa manera la hace ver linda.
Estaba dispuesta admirar esa sonrisa para siempre.

La puerta volvió a sonar.

-Tranquilo pequeño, no estés nervioso, tus abuelos van amarte.

Cuando ella abrió la puerta el primero en aparecer fue Finneas.

-¡Finch!.
-Te extrañe pequeño.

Lo cargo y abrazo fuertemente.

-¿A mi no me extrañaste?.
-¡Claus!, también te extrañe.