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LA SEÑORA MCCREADY nos había dado unas reglas que teníamos que cumplir, luego cada se quién se instaló en una habitación.
Yo y mi hermano estábamos en una, los chicos Pevensie estaban en otra y las chicas Pevensie en otra habitación.
-¿Crees que mamá y papá estén bien? -pregunto preocupada a mi hermano-
-Lo están y lo estarán, las guerras no duran para siempre -mi hermano me abraza dejando un casto beso en mi cabeza- por si te interesa saberlo Edmund también tiene trece años.
Miro molesta a mi hermano tirándole una almohada, se enteró que antes tenía un novio, muy tonto por cierto, y ahora me molesta con ese tema.
-¿Cuantos años tienen los demás? -pregunto dejando mi cara molesta-
-Peter dieciséis, Susan quince y Lucy once
-Uyy, Susan -levanto mis cejas y las bajo-
-Eres una tonta, no me gusta.
-No te pregunté si te gustaba -me río al terminar de decir eso-
Siento una almohada azotarme en la cara, así que la tomo y mi hermano y yo empezamos una guerra de almohadas silenciosa.
-Deberíamos dormir ya -habla Ares parando la pelea, yo asiento y acomodo mi pelo en un moño- buenas noches Aten
-Buenas noches tonto -mi hermano apaga la luz y yo doy un gran suspiro para después caer en los brazos de Morfeo-
[...]
A la mañana siguiente nos encontrábamos los Pevensie, mi hermano y yo en una biblioteca de la casa.
-¿Es del latín? -digo sentándome entre Peter y mi hermano-
-Si -dice Susan, pero es interrumpida por Edmund-
-Y significa el peor juego jamás inventado -dice el pecoso con una sonrisa malévola saliendo de debajo de la silla, que la estaba toqueteando, pobre silla, pensé-
-Vamos a jugar al escondite -Lucy se acerca dónde nos encontramos todos-
-Pero, a lo que estamos jugando es muy divertido -comenta burlón mi hermano, esta bien, a este punto ya me siento mal por Susan-
-Porfavor Peter... -al parecer Lucy no pararía hasta que juguemos al escondite-
-Uno..., dos..., tres... -empieza a contar el rubio-
-¿Que hacéis? -pregunta desconcertado Edmund-
-¡Jugar al escondite! -mi mano agarra la muñeca de el pecoso estirándolo para que se levante-
Edmund se suelta de mi agarre cuando se levanta, no me molesta que lo haya hecho pero me molestará si por levantarlo no encuentre un lugar dónde esconderme, Edmund corre echándome hacia atrás y yo frunciendo mi ceño salgo de la biblioteca enseguida, camino por los pasillos pero no encuentro lugar dónde esconderme, una mano tira de mi hacia unas cortinas haciendo que me sobresalte.
-Shhh -frunce el ceño Edmund-
Confusa del por que me ha escondido con él decido callarme y me separo del agarre de su mano contra mi brazo.
-¡Volví!, ¡estoy bien, no me pasó nada! -gritaba Lucy por el pasillo-
Edmund asoma su cabeza de entre las cortinas para regañar a Lucy.
-No hables, viene Peter
Los pasos de Peter se hacen presentes y Edmund y yo salimos de las cortinas suspirando.
-Yo creo que no entendieron de que se trata el escondite, ¿verdad?
-¿No os habéis preguntado dónde estaba? -pregunta confusa Lucy-
-Pues, ese es el punto del juego Lucy -hablo yo esta vez-
-¿Significa que ganamos? -hablan Ares y Susan a la vez-
-Lucy no quiere que juguemos.
-Estuve lejos por horas -dice Lucy frunciendo su ceño-
