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EL SEÑOR CASTOR NOS conduce por el bosque, cuesta caminar por culpa de la nieve pero Ares, a mi lado me ayuda en algunos momentos para no quedarme atrás.
-Oh, que bien mi esposa esta preparando algo caliente.
Una presa echa de tronquitos de madera se hace presente unos metros más abajo de dónde estamos nosotros.
-¿Castor eres tú? -una voz se escucha cuando nos acercamos a la presa- estaba angustiada, si me entero que vuelves a ir con tu amigo el tejón -la castora se interrumpe a si misma tapando su boca, al parecer estaba sorprendida- no es lo que pensé, jamás creí que viviría para ver este día. Mira mi pelo, no me diste ni diez minutos para arreglarme -le reprocha al señor castor-
-No hubieras estado lista ni aun que tuvieras un mes -dice castor provocando una risa en todos nosotros menos en Edmund-
-Por favor pasar, necesitáis algo de comer y algo de compañía civilizada.
El señor castor ríe ante las palabras de su esposa.
-Despacio niños, pisar con cuidado -nos dice el señor castor-
Ya una vez dentro nos sentamos como podemos, yo estoy sentada de rodillas en el suelo junto con Ares a mi lado, Edmund esta un poco más apartado de todos nosotros sentado en unas escaleras, mientras que Peter, Lucy, Susan y los castores están sentados en las sillas que hay al rededor de la mesa.
-¿Se puede hacer algo para ayudar al señor Tumnus? -pregunto a los castores-
-Debe estar encerrado en el castillo de la bruja, y ya se sabe lo que dicen, nadie ha cruzado sus puertas y vuelto a salir.
-Pero hay esperanza querida -la castora pone su pata en el brazo de Lu- ¿hay esperanza verdad?
-Oh si hay algo más que esperanza, Aslan está en camino -¿Aslan?, ¿quién es Aslan? pienso-
-¿Quién es Aslan? -parece ser que Edmund lee mentes, el pecoso se acerca a nosotros-
-¿Quién es Aslan? -dice repitiendo castor las palabras de Edmund mientras se ríe- ay que simpatico eres
La señora castor calla la risa de su marido dando pequeños golpes en su brazo al ver nuestras caras de confusión.
-¿Enserio no lo conocéis? -nos pregunta sin creerlo-
-Bueno, no hemos estado mucho tiempo aquí -hablamos Ares y yo a la vez por todos-
-Es el rey de todo el bosque, el gran jefe, el verdadero rey de Narnia -dice obvio-
-Estuvo ausente por muchos años -dice la castora-
-Pero ha vuelto y os está esperando en la mesa de piedra
-¿Nos está esperando? -pregunta Lu-
-¡No puedo creerlo, ellos jamás oyeron sobre la profecía!
-Bueno,diles.
-Escuchen, el regreso de Aslan, Tumnus arrestado, lo de la policía, ¡todo esta pasando por vosotros!
-¿Nos culpas a nosotros? -Susan pregunta un poco ofendida-
-No, no los culpamos, todo lo contrario -dice la señora castor enseguida-
-Hay una profecía, cuando el hijo de Adán en carne y hueso en Cair Paravel esté sentado los malos tiempos habrán acabado.
-Oiga señor eso no rima -dice la mayor de las chicas Pevensie-
-No rima pero eso no es lo más importante.
-Una antigua leyenda dice que tres hijos de Adán y tres hijas de Eva, ayudarán a derrota a la bruja blanca y restauraran la paz en Narnia -explica la señora castor-
-¿Y creís que somos nosotros? -pregunto desconcertada-
-Más vale que lo seais, por que Aslan esta preparando sus tropas.
-¿Nuestras tropas?
-Mamá nos alejó de una guerra y ahora estamos en otra -me dice Ares al oído-
-Creo que cometéis un error, no somos héroes
-Somos de Finchley -dice esta vez Susan- gracias por todo pero ya tenemos que irnos.
-¿Por que?, no se vayan -pide el castor-
-Tiene razón, tenemos que salvar al señor Tumnus -Lu sigue sentada en su asiento-
-Esta fuera de nuestro control, lo siento pero nosotros seis debemos de irnos -dice Ares levantándose y tirando de mí-
-Ed -Peter se gira hacia dónde esta o estaba mejor dicho- juro que lo voy a matar
-Creo que no será necesario, Edmund ¿ya había visitado Narnia antes? -pregunta el señor castor y los Pevensie restantes se miran entre ellos-
