EDMUND ESTABA BASTANTE nervioso, ya que estaba arrancando el césped.
-Deja a Narnia con algo de césped Ed - bromeo para intentar calmarlo-.
Este me da una pequeña casi inexistente sonrisa, Peter y Ares se levantan del suelo al darse cuenta de que la bruja había salido de la carpa de Aslan, parecía enfurecida, miraba penetrantemente a Edmund mientras avanzaba hacía su trono, la bruja despeja su mirada de Edmund para avanzar mirando al frente.
-Ha renunciado al sacrificio de Adán para siempre -habla Aslan-.
Todos celebran la renuncia de la bruja, yo abrazo fuertemente a Edmund dándole un beso en la mejilla que este me devuelve feliz.
-¿Como se cumplirás con tú palabra? -pregunta Jadis, la bruja-.
Aslan da un fuerte rugido lleno de enfado y seriedad, que hace que hasta Jadis se siente sorprendida en su ''trono'', haciendo que los narnianos rían y celebren otra vez.
Jadis y sus súbditos se van con decepción al no quedarse con Edmund, algunos narnianos se acercan a nosotros y felicitan a Ed, yo sonrío pero mi sonrisa se desvanece al ver al pobre Aslan, que llevaba en sus ojos tristeza pura, al parecer no fuí la única en darse cuenta ya que Lucy también estaba mirando al gran león.
Aslan decaído entra en su carpa, un narniano toca mi hombro haciendo que me gire y sonría para hablar con el, un puma se une a nuestra conversación y no puedo evitar preguntarle si puedo acariciarle.
[...]
Lucy me despertó zarandeándome haciendo que me alertara, pero Lu señala a quien parece ser Aslan fuera de la carpa, me levanto y me pongo una capa encima de mi vestido mientras Lucy despierta a Susan.
Las tres salimos en silencio de la carpa siguiendo a Aslan, yo llevaba mi arco en caso de que pasara algo, subimos una especie de colina en silencio y nos escondemos tras un árbol viendo al gran león, andamos un poco más y Aslan para su camino.
-¿No se supone que deberías de estar dormidas? -pregunta Aslan-
-No podíamos dormir -hablo yo saliendo de detrás del árbol-
-Perdón Aslan. ¿Nos dejas acompañarte? -dice Susan a mi lado-
-Su compañia estaría bien por un rato, gracias -las chicas y yo nos agarramos a la melena de Aslan caminando a sus lados-
Caminamos por unos minutos y Aslan decide hablar.
-Ya es tiempo, a partir de aquí puedo continuar solo.
-Pero Aslan -hablamos Susan y yo al unismo-
-Tenéis que confiar en mí, por que debo hacer esto. Gracias Susan, gracias Atenea, gracias Lucy. Hasta siempre -dice Aslan con tristeza en su voz alejándose de nosotras-
Susan toca el hombro de Lucy y el mío indicandonos que le sigamos así que sin más lo hago en silencio.
Caminamos hacia a una especie de mini colina en la que de entre la maleza de los árboles y arbustos se pueden ver y escuchar gritos por lo que parecen ser súbditos de Jadis. Mi piel se eriza y miro a las dos Pevensie con preocupación.
Aslan subía unas escaleras de piedra que rodeaban un montón de bestias, Jadis se hace ver de entre las bestias con un vestido negro y pegado a su cuerpo, parecía ser que estaba vestida para la atroz ocasión, además en sus manos llevaba una daga.
-Admiren al gran león -Jadis dijo haciéndose escuchar de entre las bestias que reían y gritaban-
Un minotauro tumbó a Aslan en el suelo de un golpe cayendo al suelo.
-¿Por que no se defiende? -pregunta Lucy en voz baja-
Ni Susan ni yo pudimos responder, mi ojos ardían por que estaba reteniendo lagrimas.
-Atadlo con fuerza -ordenó la bruja-
Varias bestias se tiraron casi encima de Aslan para poder amarrarlo con cuerdas.
-Alto, antes quiero que le cortéis la melena -no podía creer lo que Jadis había dicho-
Un enano fue el primero en cortarle la melena a Aslan con su daga, algunas bestias más cortaban la melena de Aslan con sus espadas o hachas mientras sonreían y reían, en este punto lagrimas habían comenzado a brotar de mis ojos cayendo por mis mejillas, Aslan se veía devastado.
Pensé en darle un flechazo a Jadis pero luego pensé en todas las bestias con armas y deshice la idea tan repentina de mi mente.
-Ponerlo delante de mi -ordenó la bruja cuando acabaron de cortar la gran melena de Aslan, arrastraron a Aslan hasta la mesa de piedra frente a Jadis-
Las bestias comenzaron a gritar eufóricamente, pero la bruja ordenó a todos callar, varios especies de ''pájaros'' azotaban sus palos contra el suelo de piedra a modo de ''instrumentos''. Aslan yacía casi fallecido sobre la mesa de piedra, pero aún estaba vivo, la bruja se acercó a Aslan pero no era capaz de escuchar lo que le dijo, pero logré escuchar algo de que daba su vida por salvar al humano traidor, en este caso se estaba refiriendo a Edmund, las chicas y yo nos damos una rápida mirada de preocupación inmensa.
-¡Esta noche la gran magia al fin se aplacará pero mañana, voy a conquistar Narnia para siempre! -grito la bruja haciéndose escuchar-
La bruja tenía su daga en alto y la clavó en Aslan, este nos miraba de lejos pero cerró sus ojos dando su último aliento, ahogué un grito tapando mi boca con mis manos para no ser descubiertas y las últimas lagrimas que faltaban por salir salieron, todas como si mis ojos se tratasen de unas cascadas, Susan, Lucy y yo nos abrazamos entre las tres mientras llorábamos.
Un poco tiempo después la bruja y sus súbditos marcharon así que nosotras corrimos hacia el cuerpo desfallecido de Aslan, nos sentamos a su al rededor mientras llorábamos.
-Ya es tarde, se ha ido -dijo Susan al ver como Lu sacaba su pócima curativa- debía saber lo que hacía.
Miro con dolor a Aslan, el gran león ahora ya no tenía su majestuoso pelaje y ya no estaba junto a nosotros, ni junto a su pueblo.
Unos ratoncillos estaban mordiendo las cuerdas que sujetaban a Aslan.
-¿¡Que hacéis!?, ¡dejarle en paz! -decía Susan llorando-
-No, espera, creo que están intentando liberarlo de las cuerdas -dije comprendiendo que querían hacer los ratones-
Las chicas y yo quitamos las cuerdas que hacían de bozal, tiramos las cuerdas al suelo y acaricié el hocico de Aslan con cuidado.
-Tenemos que avisar a todo el mundo -dijo Susan-
-No quiero dejarlo aquí -contestó Lu-
-Iré yo, no aguanto más estar aquí, no puedo seguir viendo a Aslan así -las chicas asintieron y yo salí corriendo hacia el campamento mientras más lagrimas salían de mis ojos-
Llegué al campamento y sin dudarlo entré a la carpa de los chicos causando un poco de ruido y que viento entrara, Peter se puso en guardia y desenfundó su espada levanté mis manos y me eché hacia atrás.
-¡Guarda tu espada loco, es mi hermana! -dijo Ares levantándose al verme-
-Perdón -murmuro Peter guardando su espada mientras que Edmund y Peter se levantaban-
-¿Estás llorando? -pregunta Edmund acercándose a mi-
-Es Aslan, ya no está, se sacrificó en la mesa de piedra, la bruja blanca le mató -solté todo entre sollozos al recordar todo-
Unos suspiros de tristeza se escucharon de los chicos y Ares mi abrazo secando cuidadosamente mis lágrimas.
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𝐓𝐇𝐄 𝐀𝐑𝐂𝐇𝐄𝐑 ↣↣↣𝖊𝖉𝖒𝖚𝖓𝖉 𝖕𝖊𝖛𝖊𝖓𝖘𝖎𝖊
Fanfiction𝘈𝘵𝘦𝘯𝘦𝘢 𝘺 𝘈𝘳𝘦𝘴 𝘞𝘪𝘭𝘭𝘪𝘢𝘮𝘴 𝘭𝘭𝘦𝘨𝘢𝘯 𝘢 𝘤𝘢𝘴𝘢 𝘥𝘦𝘭 𝘱𝘳𝘰𝘧𝘦𝘴𝘰𝘳 𝘋𝘪𝘨𝘰𝘳𝘺 𝘒𝘪𝘳𝘬𝘦, 𝘨𝘳𝘢𝘤𝘪𝘢𝘴 𝘢 𝘭𝘢 𝘨𝘶𝘦𝘳𝘳𝘢. 𝘗𝘦𝘳𝘰 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰 𝘴𝘦 𝘦𝘴𝘱𝘦𝘳𝘢𝘣𝘢𝘯 𝘭𝘰𝘴 𝘨𝘦𝘮𝘦𝘭𝘰𝘴 𝘦𝘳𝘢 𝘵𝘰𝘱𝘢𝘳𝘴𝘦 �...