AL PARECER LA mañana siguiente amaneció un magnífico sol en lo alto del cielo, nos encontrábamos los seis en fantástico jardín de la casa.
Yo estaba a un lado de Susan, viendo a los chicos jugar béisbol, Ares estaba con las rodillas dobladas esperando ansiosamente para agarrar la pelota y gritar los strikes, Edmund estaba de bateador, Peter era el pitcher, el que lanzaba la pelota hacia el bateador, y Lucy estaba algo más apartada sentada bajo un árbol leyendo un libro pero al tanto de lo que hacíamos.
-¡Peter se prepara y...! -Peter comenta mientras lanza la pelota hacia Edmund, dándole en la pierna-
-¡Auch! -se queja este tocando su pierna-
-Ups, despierta bello durmiente -habla Ares lanzándole la pelota a Peter-
-¿Por que no jugamos a las escondidas?
-No te entiendo Edmund, dijiste que era un juego de niños y ahora quieres jugar -hablo yo metiéndome en la conversación-
-Además, aquí hay aire fresco -dice esta vez Susan-
-Es igual que el aire de dentro.
-¿Estás listo? -pregunta Peter-
-¿Y tú? -contesta el pecoso mientras golpea el suelo con su bate posicionándose-
Peter lanza la pelota hacia Edmund y este le pega con ganas, la pelota va por el aire hasta un ventanal rompiendolo, yo abro mis ojos sorprendida.
Corremos hacia la casa dirigiéndonos a la habitación, al entrar era todo un maldito desastre, la ventana rota y una estatua con una armadura estaba derrumbada en el suelo.
-¿Que hiciste Ed?
-Me la lanzaste fuerte.
¿Por que pelean?, literalmente los dos fueron los culpables.
La voz me McCready se escucha a lo lejos junto con sus pasos y todos nos miramos asustados.
-¡Mierda, es McCready!, ¡vamonos! -digo mientras voy hacia la puerta para abrirla y correr fuera de la habitación-
Edmund se posiciona frente a todos así que le seguimos, pero los pasos se escuchan más cerca.
-No, no, dar la vuelta -dice Edmund empujandonos-
Volvemos a correr escuchando los pasos de la señora McCready más y más cerca, Lucy y Susan van abriendo puertas pero están cerradas, Lucy consigue abrir una puerta y para coincidencia es la habitación del ropero.
Edmund corre hacia el ropero y lo abre.
-¿A qué esperáis? -dice señalando el ropero-
-Ahora o nunca Ares -susurro tomando su mano y llevándolo junto a mi hacia dentro del ropero-
Ares y yo nos echamos hacia detrás para dejarle sitio a los Pevensie en el ropero, pero un repentino escalofrío acaricia mi espalda, doy un paso más hacia atrás y siento como si pisara nieve, espera, ¿nieve?.
-Ares, mira -digo sorprendida viendo el paisaje nevado-
-Es impresionante -una sonrisa aparece en los labios de ares-
Las quejas de los Pevensie se hacen presentes, detrás nuestra así que Ares y yo nos volteamos, encontrándonos con los dos Pevensie mayores.
-Imposible -habla Susan contemplando las vistas-
-Tranquila, será solo tú imaginación -dice Lucy-
-Supongo que decirte perdón no será suficiente.
-No, no lo es -de la mano de Lucy vuela una bola de nieve hacia la cara de Peter, dándole de lleno provocándome una pequeñas risa-
-¿Te ríes eh? -me dice el rubio mientras me tira una bola de nieve-
-¡No! -digo riendo-
Susan le da de lleno a Ares en el pecho y mi hermano la mira con una sonrisa malvada.
-¡Ahora verás Pevensie! -mi hermano grita mientras agarra nieve para tirarsela a Susan- ¡ven aquí!
Y ¡pum!
Ares le dió a la ojiazul en la cabeza, sacándole una risa a los dos.
Yo agarro más nieve para tirarle a Lucy pero esta se aparta haciendo que le de a Edmund en el brazo.
-¡Perdón! -digo al instante cuando oigo su queja-
-¡Ya basta!
-Que mentiroso eres -le recalca Peter a Edmund-
-Tú tampoco le creíste.
-Discúlpate con Lucy, y con Atenea por gritarle.
-Oye no importa enserio -digo yo frotando mis manos para darme calor-
-Lo lamento -Edmund nos mira rápidamente a las dos-
-No importa, los niños pequeños no saben como dejar de fingir.
-Deberíamos volver -suelta Susan, que esta al lado de Ares-
-¿No quereís conocer el lugar? -se empeña Edmund-
-Creo que Lucy debe decidir -Peter, habla por todos-
-Hay que ir con el señor Tumnus.
-Pues vamos a visitarlo.
-Pero vestidos de esta manera no podemos ir por la nieve -digo mientras me abrazo a mi misma-
-Lo sé, pero pienso que el profesor no se molestará si agarramos unos de estos -Peter aparece con seis abrigos y los reparte- además, si los analizas con lógica, no van a salir del ropero.
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𝐓𝐇𝐄 𝐀𝐑𝐂𝐇𝐄𝐑 ↣↣↣𝖊𝖉𝖒𝖚𝖓𝖉 𝖕𝖊𝖛𝖊𝖓𝖘𝖎𝖊
Fanfic𝘈𝘵𝘦𝘯𝘦𝘢 𝘺 𝘈𝘳𝘦𝘴 𝘞𝘪𝘭𝘭𝘪𝘢𝘮𝘴 𝘭𝘭𝘦𝘨𝘢𝘯 𝘢 𝘤𝘢𝘴𝘢 𝘥𝘦𝘭 𝘱𝘳𝘰𝘧𝘦𝘴𝘰𝘳 𝘋𝘪𝘨𝘰𝘳𝘺 𝘒𝘪𝘳𝘬𝘦, 𝘨𝘳𝘢𝘤𝘪𝘢𝘴 𝘢 𝘭𝘢 𝘨𝘶𝘦𝘳𝘳𝘢. 𝘗𝘦𝘳𝘰 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰 𝘴𝘦 𝘦𝘴𝘱𝘦𝘳𝘢𝘣𝘢𝘯 𝘭𝘰𝘴 𝘨𝘦𝘮𝘦𝘭𝘰𝘴 𝘦𝘳𝘢 𝘵𝘰𝘱𝘢𝘳𝘴𝘦 �...