My Best Friend's Brother - Chanlix

CAPITULO 17

"¿Tenemos que ponerle nombre a todo?"

Chris

Nunca imaginé que estaría así con Félix, sentir su cuerpo tan cerca, sus ojos desbordando deseo, sus suaves y delicados labios junto a los míos; por completo un sueño, si me lo preguntan.

Claro, me sorprendió más la reacción de Félix. Al acercarme el hizo lo mismo, y después él fue el primero en profundizar más la situación.

Por instinto, ambas manos se posaron en su cintura, en cambió las suyas se dirigieron a mis hombros. Él movia lentamente sus labios al compás de los míos, con delicadeza intentaba seguir el paso.

Las sensaciones que sentí en ese momento eran indescriptibles, cada centímetro de mi piel anhelaba más a Félix,  pero la felicidad y la emoción no se quedaban atrás.

La inexperiencia era evidente en mi manera de seguir, no era bueno en estás cosas ni podía esperar más de mí. Los labios de Félix formaron una pequeña sonrisa, no sabía si era una especie de burla aunque no me molestó.

En un momento Félix se abalanzó más hacia mi haciendo que me recostara y me apoyara con los codos. Él estaba sentado en mis piernas, sus manos pasaron de mis hombros a mi cuello. Yo al contrarió sostenía con mayor fuerza su cintura. No esperaba que él fuera así de... Intenso en este tipo de casos.

La necesidad de tenerlo más cerca abundaba mi mente. Estar de esta manera era una explosión de emociones, la excitación por tener a Félix de esta manera era inevitable, sentir sus manos rozando mi piel, su delgado cuerpo encima mío. Joder, esto era un maldito sueño.

Pensar que un chico como él me sacaba de mis casillas de esa manera era algo extrañamente vergonzoso, sin embargo no voy a negar que me gustaba.

Las luces estaban apagadas, el silencio no estaba presente ya que podía escuchar los suaves suspiros que soltaba Félix en medio del beso.

Era evidente que Félix no quería que me separara, probablemente yo no quería alejarme. Había sentido como el tiempo se detenía, cada segundo duraba una eternidad aunque solo habían pasado menos de cuatro minutos.

Cuando menos lo esperaba, escuché como alguien tocaba la puerta de la habitación.

—Chris, ¿Estas despierto?... Escuché varios ruidos y quería saber si estabas bien. —escuché la voz de mi madre del otro lado de la puerta.

Rápidamente me separé de Félix. Puse mi dedo índice en sus labios indicando que no hiciera ruido.

—C-claro mamá, Fe-felix está durmiendo. —No podía estar más nervioso, ver el rostro sonrojado de Félix hacia que todo mi cuerpo se estremeciera.

—Oh, lo siento —dijo mi madre, pero luego cambió su tono de voz— y por favor, sé que eres un adolescente y eso, pero controla un poco tus hormonas
—dijo en tono de burla.

—¡M-mamá! —no podía sentirme más avergonzado, casi me caí de la cama por esas insinuaciones. Félix apenas si aguantaba la risa.

—Nos vemos en la mañana~ ——dijo mi madre mientras se alejaba riendo.

Quité mi dedo de los labios de Félix, que aún seguían un poco rojos y húmedos por el beso. Él aún no hablaba, parecía bastante nervioso como para hacerlo; lo mismo era para mí, aparté mi mirada y giré la cabeza a un lado.

—Y-yo lo siento —fue el primero en hablar. Volví a verlo sorprendido por la confesión.

—¡No! Yo tengo que disculparme, me acerqué primero. Y-y no debí hacerlo —era la verdad, el no tenía culpa de nada.