Recuerdo 17: Chocolates y una rosa blanca

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Fudou miró por la ventana al espeso cielo plomizo, nubes oscuras empezaban a cubrir los rayos de primera hora de la tarde y el olor a humedad que caracterizaba el inicio de una tormenta llegó a su nariz.

Bostezó y en el reflejo del cristal pudo encontrar a Kidou observándolo de reojo, sus miradas conectaron y su amigo volvió a mirar hacia el frente con las orejas rojas. Una leve sonrisa apareció en los labios del castaño a la vez que volvía a bostezar sin preocuparse por disimularlo a pesar de estar en medio de una clase.

Se sentía feliz, se sentía afortunado. Una fuerte ráfaga de aire hizo protestar los cristales de las ventanas y en el exterior los árboles crujieron bajo el inclemente clima. Gruesas gotas de agua empezaron a golpear los cristales a la vez que un rayo dibujó una horquilla de luz en el cada vez más oscuro cielo. Alguien gritó cuando el fuerte retumbar de un trueno estalló cerca de ellos.

Fudou se apoyó en la palma de la mano observando el desarrollo de la naturaleza en el exterior. Ya estaban a mitad de Febrero, 14 de Febrero concretamente, una fecha que parecía haber despertado un espíritu implacable en las chicas a lo largo de todo el país. No pudo evitar una risita y sus ojos se dirigieron hacia Genda quien había recibido a lo largo de todo el día una cantidad exagerada de chocolates de parte de chicas, algunas de las cuales ni siquiera conocía o recordaba haber visto. Sakuma parecía tener un tic en las cejas y el muchacho castaño lo encontró mirando de reojo a su amigo de ojos azules, frunciendo los labios y volviendo a concentrarse en el profesor. De no haber estado a mitad de una clase se hubiera echado a reír.

En cambio soltó un leve suspiro, aquel año había sido tan increíble que aún a veces le costaba reconocer que había sido real.

Acabaron el Campamento de Verano de la Federación de Fútbol con un precioso festival de fuegos artificiales y bengalas, Fudou había estado haciendo estallar petardos junto a Haizaki y Kira hasta que otros amigos se les unieron. Más tarde acabó de culo en un pequeño río al que le empujó Kidou con una sonrisa picarona en venganza por cuando fue el chico castaño quien lo hizo días atrás. Fudou sorprendido por aquello se echó a reír en medio del ruido de los demás y cuando Kidou le tendió una mano para ayudarle a levantarse tiró de su mano haciendo que cayera sobre él. Ambos acabaron empapados, por fortuna la noche era cálida y ninguno enfermó.

Tras aquello Tsunami lo invitó junto a Tobitaka y Someoka a pasar una semana con él en Okinawa. Fudou nunca había disfrutado especialmente de la playa pero aquella ocasión creyó que veía el mar con nuevos ojos. Gritaron entre las olas intentando hacerse aguadillas unos a otros, buscaron cangrejos, surfearon, o lo intentaron al menos, caminaron al atardecer por la playa contando chistes y recordando anécdotas e incluso hicieron buceo. Aquella semana le hizo ganar algo de color a su descolorida piel y sus ojos brillaron con aquella intensidad que solo el mar otorga. Al reunirse de nuevo con Kidou, quien había pasado esa semana rematadamente aburrido, le regaló una concha especialmente bonita que encontró un día. Aquello le costó varios días de burla de los amigos de Teikoku cuando se enteraron.

No mucho después Genda prácticamente obligó a Sakuma, Kidou y Fudou a pasar unos días en un Centro Ecuestre que tenían unos familiares suyos en las montañas. Quería hacer honor a su apodo de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis. Fudou descubrió que le gustaba montar a caballo mientras que Kidou descubrió que no le gustaba montar a caballo. Sin embargo su orgullo y vanidad no le permitieron echarse atrás y acabó más veces en el suelo que el castaño en el banquillo durante el FFI.

La vuelta a clases y su rutina fue algo decepcionante tras aquel verano, pero todo cambió de nuevo cuando se anunció el comienzo del inter-high de fútbol, el torneo nacional de fútbol para los alumnos de secundaria superior. Los entrenamientos se volvieron más duros e intensos, aunque su equipo quedó descalificado tras varias rondas al jugar contra el equipo de Endou. Endou se había vuelto capitán inmediato de un equipo en el que además de él jugaban varios compañeros del Raimon como Someoka, Kazemaru, Handa, Matsuno y Gouenji, por si acaso aquello fuera poco también Afuro y Osamu jugaban en aquel equipo. En cambio en el equipo de Teikoku Superior no permitieron jugar ni a Fudou ni a Kidou tras una acalorada discusión de estos con su capitán poco antes del partido sobre la estrategia del juego. Como Genda declaró tras salir del campo de fútbol, hubiera sido difícil incluso con ellos, pero al menos el capitán era de tercer año y el año siguiente ya no tendrían que aguantar a semejante imbécil.

Recuerdos [Kidou x Fudou]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora