Recuerdos [Kidou x Fudou]

Recuerdo 24: La carta del destino

Nota de Autor: El capítulo de esta semana es MUY largo, de hecho entramos en un arco en el que todos los capítulos son bastante largos. Son 8 capítulos así que tengo dos meses para ir subiendo, luego de eso hice un pequeño hiatus para avanzar otras historias jaja. Pero quizá para cuando alcance aquí me ponga de nuevo porque ya tengo pensado el siguiente arco!

Espero que os guste el capítulo, fue muy divertido de escribir, tengo ese headcanon super fuerte de que Sein y Desuta tendrían una tienda esotérica juntos y que Desuta echaría el tarot siendo bastante bueno :D Son una ship que me encanta, y tengo un AU universitario con ellos que en algún momento me gustaría poder escribir.

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Los días pasaron en Isla Liocott y hasta la fecha el equipo japonés había logrado superar todos los partidos de su bloque a excepción de un empate contra el equipo italiano. Faltaba solo un partido de cada bloque para la semifinal, aunque todo parecía ser que Italia y Japón pasarían por un lado y por el otro Costail y o bien Corea o bien Estados Unidos.

Fudou salió de la ducha con una única toalla alrededor de la cintura tarareando una canción de un videojuego, se sentía bastante animado aquel día. Al ir a entrar a su dormitorio oyó que Kidou abría la puerta del suyo, la habitación contigua, y salía de ella vestido con ropa casual, una camisa rosa pálida y unos pantalones cortos de tela veraniega y color oscuro con motivos de hojas de palmera.

"Hola, Akio," murmuró pensativo, aunque cuando lo vio unas manchas rosáceas aparecieron en sus mejillas.

Fudou lo miró atentamente, de arriba a abajo y le sonrió.

"¿Dónde vas tan guapo? ¿Has quedado con alguien?"

Kidou se ruborizó aún más y asintió.

"Sí, con Haruna. Me pidió que la acompañara de compras por Isla Liocott y le llevo dando largas toda la semana para poder entrenar más."

El muchacho castaño se echó a reír fuertemente, especialmente aliviado de que Kidou no hubiera quedado con otra persona por otro motivo, no era que él estuviera interesado en ese tipo de quedar en plan cita, claro, aunque lo estuviera.

"Divertíos."

Al notar que su amigo no se movía alzó las cejas, él seguía mirándolo intensamente.

"¿Qué pasa, Yuuto?"

"¿Quieres venir con nosotros?"

La boca del castaño se abrió ampliamente, se cerró en un gesto burlón y se apresuró a rechazar la invitación.

"No, gracias. No quiero interrumpir vuestro escaso tiempo libre como hermanos, además recuerdo perfectamente la última vez que salí con tu hermana y prefiero no repetir algo como aquello."

Las cejas del chico de gafas se elevaron un momento y luego se fruncieron.

"Oh, el Karaoke en Navidad."

"Sí."

Ambos se miraron entonces, de repente sintieron un fuerte pálpito en el pecho y retiraron la mirada a la vez con las mejillas encendidas en un rubor ardiente. Pensando en retrospectiva, lo ocurrido en Navidades adquiría un significado diferente. Fudou abrió finalmente su puerta y se despidió de su amigo.

"Pásalo bien, hasta la cena."

Kidou vio como Fudou se metía en su cuarto y se sintió algo decepcionado de que no quisiera acompañarles, se dirigió a las escaleras pensativo. Recordando aquel día en el Karaoke. Frunció los labios y arrugó la nariz; que aquel día les hicieran cantar canciones de amor juntos y preguntaran quién era el dominante tomaba un nuevo cariz debido a las recientes circunstancias, es decir, haberse dado cuenta de que estaba enamorado de su amigo. Bufó, ¿acaso sus sentimientos eran tan fáciles de leer para otras personas?, ¿o las amigas de su hermana eran un grupo ruidoso y no tenían idea real de lo que hacían y decían? Pero no solo eran ellas, en el equipo japonés prácticamente todos se metían con ellos con insinuaciones no tan infundadas como cabría esperar. Claro que después de haber admitido que se habían besado... Kidou llegó al final de las escaleras, Otonashi lo esperaba en la sala común vestida con un precioso vestido veraniego.