Pham Hanni
Beep~ Beep~ Beep~
- Mmm... - doy varias vueltas en mi cama - No quiero levantarme
- ¡Hanni baja a desayunar! - grita mi madre desde la cocina.
Cuando escucho los gritos de mi madre pataleo sin parar hasta que me levanto de mi cama, me doy un baño súper rápido y descansa bajo al comedor, no sin antes insultar mi despertador como en todas las mañanas. Al llegar al comedor veo a mi padre junto a mi madre mirándome con enojo.
- ¿Sabes lo tarde que es? Dime Hanni ¿Cuál es el horario de esta casa?
- A las 7 me levanto y a las 7 me acuesto
- Exacto y son las 9:34 am - dice mirando su reloj.
- Lo siento papá - digo agachando la cabeza.
- Bien, ahora sientate y come que en 20 minutos iremos al mercado
Estoy harta de estás estupidas reglas, están presentes desde que tengo 6 años; a esa edad mis padre me pintaban esto como algo divertido y para mí lo era hasta que noté que no. Yo amo a mis padres con toda mi alma, pero muchas veces odio muchas de las cosas que pasan aquí, el que muchas veces mi padre hágalo que quiera y que mi madre no diga absolutamente nada mientras yo me llevo todo tipo de regaños sin sentido.
Mi familia siempre ha sido muy tradicional. El hombre trabaja, la mujer cocina, el hombre habla y la mujer tiene que callar. No es que aquí sea un infierno, no soy maltratada, pero hay situaciones en las que simplemente quiero correr y no volver jamás.
- Hija ¿supiste que la hija del vecino, Hyein, la mandaron a un campamento de curación
- ¿Que? ¿Cómo qué un campamento de curación?
- Sí, es un lugar donde llevan a las personas que se desviaron del camino del señor. Al parecer la atraparon besando a una chica en el granero
- ¡Qué qué! ¿Y eso cuando sucedió?
- Por lo que me contaron, eso había sucedido hace semanas solo que ahora tomaron medidas. Ay... Pobre de los padres han de estar muy avergonzados - me dice dejando el último plato en su lugar
- Bueno ya dejen de chismosear - aparece mi padre - ya vámonos Hanni
Antes de salir me pongo mi chaqueta y mis botas tropezandome en el camino. Se puede decir que así son todos sumando que me dispuesto a un más temprano, me despierto a las 7 am, desayuno y me voy a mercado con mi padre. Nosotros somos una familia pescadora así que el dinero o los lujos son cosas que prácticamente nunca tenemos. Normalmente mi padre se va a pescar junto con mis tíos desde muy temprano y en la mañana voy al centro del pueblo para vender lo que pescó.
Desde que terminé milagrosamente el instituto, inicié este trabajo y aunque pueda llegar a se un poco pesado realmente me gusta. Es una lástima que él no me deje pescar ya que eso "no es para mujeres" que tontería. Mi madre se queda en casa y arregla los pecados antes de irnos. Hm, aún puedo recordar cómo me molestaban en la escuela por llegar oliendo a pescado o que mi hogar siempre tuviese ese olor, era muy vergonzoso si soy sincera; ahora hago todo lo posible por no oler todo el día de esa manera, hasta mi madre convenció a mi padre para de que por favor fuera más aseado con ello y así fue... Gracias a Dios.
Con cuidado agarro la nevera portátil, la pongo en la parte trasera de mi bici y emprendo mi viaje al centro del pueblo que está lejos de aquí. Yo vivo como a cuarenta minutos de allí ya que no tenemos el suficiente dinero para vivir en el pueblo, lo que agradezco porque me gusta mucho vivir en las zonas más rurales, todo es tan tranquilo y hermoso, que con solo ver la vistas podría decir que puedo morir feliz y sin quitar que tengo cerca a mis mejores amigas, Minji, Haerin y Danielle.
Cuando llego al pueblo me instalo en el pequeño puesto de mi padre, con mis guantes ya puestos empiezo a poner varios cubos de hielo y a los peces sobre ellos. Al terminar de hacer lo mío, salgo a escondidas del puesto y me voy a buscar a la mujer de mi vida, Minji.
- ¡Hey! - le pego un grito al verla.
¿Y porqué es la mujer de mi vida? Es una pregunta fácil de responder, porque ella es increíble y ya está. Nos conocimos en primero de secundaria, eso fue hace prácticamente 8 años y desde entonces hemos sido inseparables. Ella trabaja en el puesto de frutas de sus padres, al igual que yo, con la diferencia que ella vende las frutas sola aunque a veces lo hace con su madre. Hemos vivido tantas cosas juntas que se me es imposible no amarla.
- Hanni ¿Que tal? - dice regalandome su linda y característica sonrisa - ¿Que tal el madrugar?
- Puff ni me lo digas, hoy me levanté una hora y media más tarde y fue un problema
- Me lo imagino, pero a ti te gustan los problemas ni siquiera deberías estar aquí - se pone a organizar varios canastos llenos de fruta.
- Qué ¿No te alegras de verme? - hago un puchero.
- Anda, sabes que eso no es cierto, pero conozco al señor Pham y él da miedo
- Sí... Bueno mejor me voy ¿Hablamos luego?
- Claro... Ah y ten - me lanza una manzana - disfrútala, chica pescado
- Jajaja cállate
El resto de mi día fue atender a todo tipo de personas una y otra vez. Todo iba muy bien hasta que la madre se Hyein aparece, muchos empiezan a murmurar a sus espaldas y no creo que cosas positivas. Ella tiene el hábito de cada semana venir a comparar atún ya que bien preparado es la camisa favorita de su esposo.
- Buenos días señora Lee ¿lo de siempre?
- Sí - me dice mirando a los lados preocupada.
- No se preocupe por lo que digan señora Lee su hija es...
- Oh... Buenos días - dice mi padre con cierta incomodidad - ya le traigo su pedido
Es muy triste lo que están viviendo, todavía no puedo creer que hayan mandado a su propia hija tan lejos solo porque la vieron besando a una chica, pude que no haya sido en serio y sin más la manda a un lugar como esos. Yo no estoy muy actualizada con las cosas del internet, pero sé que campamentos como esos hacen más mal que bien. Luego de ella se fuera todo siguió como antes, eso sí con algunas personas hablando libremente de su situación, que asco dan.
El día siguió pasando con normalidad hasta llegar la noche ya que es hora de cerrar. Hoy nos fue muy bien la verdad, vendimos casi toda la mercancía, tan solo nos quedaron un par de peces, que seguramente comeremos en casa. Después de guardar todo y dejar el puesto bien asegurado aparece una sonriente Minji escondiendo algo detrás de su espalda acercándose lentamente.
- Toma - lo pone en mi mano sin que lo mire - es para que vayamos todas.
- ¿Son entradas para la feria? - pregunto emocionada.
- Sii, va a ser muy divertido
- Tiene que serlo, las entradas no eran baratas
- Jajaja es-
- ¿Que haces tan tarde por aquí Minji? - le pregunta mi padre de una forma un poco hostil.
- A- acabo de cerrar el puesto de frutas, de hecho ya me iba a casa - dice nerviosa.
- Bien, bien, entonces hazlo - Minji asustada empieza a alejarse mientras de despide con la mano - nunca voy a entender como puedes ser amiga de una chica como esa ¿Ves como viste? Parece un hombre
- Por Dios papá - digo decepcionada al escucharlo hablar así de mi amiga - mejor vámonos
Cuando llegamos a nuestra adolescencia Minji le cogió odio a los vestidos, a la ropa muy femenina y más que todo al maquillae, lo que para muchos del pueblo significa que es marimacho o algo así. En mi opinión viste normal, solo usa más pantalones que faldas no veo lo malo en ello. Puff si mis padre me vieran vestir como a veces ella lo hace, es seguro que me quitarián su apellido o me mandarián a quien sabe dónde. lo que es realmente triste.
Natix🌼
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Forbidden feelings [Bbangsaz]
RomanceVerán como la vida de cuatro chicas pueblerinas podría caer en un profundo vacío, si no buscan la manera de escapar. Pareja secundaria: Daerin. - Completamente mía. - Solo es ficción. - Contenido vulgar&sexual.