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Buenassss... Ante mi ausencia por la facultad y el estudio, les traigo el capítulo 12.

¡Disfruten!

"To Wish Impossible Things"

29 de Octubre, 1991.

—Oye, Dylan –Mac se ubica en la entrada de la habitación de su hermano mayor.

—¿Qué quieres? –el chico asoma la mirada de su revista, sin moverse de su cama–. Estoy ocupado.

—Releyendo PlayBoy por décima vez en el día. ¿Por qué no haces algo útil y me ayudas en algo?

—¿Yo? ¿A ti? Además, ¿No deberías ir a la escuela o algo así?

—Yo tampoco estoy contenta... Escucha –se cruza de brazos, apoyándose en el marco de la puerta–, necesito que me lleves al hospital. No me siento bien. Mucho menos para andar en bicicleta hasta allí.

Dylan frunce el ceño y cierra su revista, finalmente con la atención puesta en su hermana. Se sienta en la cama y apoya los brazos en sus piernas, examinando a Mac de arriba a abajo con la mirada.

—Te voy a decir algo, mocosa –dice–. Si te embarazaste, te voy a matar a ti y luego a tu noviecito.

—Mierda, Dylan –pone los ojos en blanco, avergonzada–. No tengo novio.

—Como sea. Con tal de que no me molestes te puedo dar un viaje hasta allá. Si te tardas me vuelvo sin ti.

Mac asiente y se retira del cuarto, luego sonriente para sí misma por haber logrado lo que quería. Realmente no sabe qué habría hecho si hubiera tenido que ir y volver en bicicleta.

°°°

KJ agita su pierna con nerviosismo. Mira su examen finalizado y luego hacia el reloj frente suyo. Dos y veintisiete. Solo tres minutos. Tres minutos para terminar la última hora e irse de la escuela. No le importa si dio bien o no la prueba, pues ya estudiado el tema estaba. En su mente solo puede pensar en llegar a su casa y hablar con Mac sobre su visita al hospital. Eso, si la llamaba.

—Entreguen sus hojas. No quiero ver a nadie sentado ni un minuto más a partir de ahora –dice la profesora al sonar el timbre. KJ no le rinde tanta importancia y hace lo que le ordenaron.

Sale de la escuela, agarra su bicicleta y prende su walkman, poniéndose sus auriculares.

La idea original es ir a su casa antes del entrenamiento, pero siente la necesidad de hacer una parada en el camino al cruzarse con la vieja plaza. Deja su bicicleta frente a los juegos y va a la hamaca. Luego de esto, continúa tarareando la canción que está reproduciendo el mixtape de su bat-mitzvah. Le sirve mucho para distraerse del nerviosismo que sintió desde la madrugada, cuando pasó a dejarle el dinero para el hospital a Mac.

Y ahí volvió la curiosidad, ansiedad... o ambas.

Pausa su walkman y saca un walkie talkie –TCR 218, como diría Tiff–. Vaya ella a saber si ella o Erin tendría el otro.

—Habla Rafael. Mickey obviamente no tiene el walkie. ¿Saben algo de ella? –bromea como puede.

Espera un poco. Quizás se quedaron en clase un rato más. ¿Habría interrumpido en un momento inoportuno? No se va a poner más nerviosa por eso.

—"Habla Rafael –la voz de Erin se escucha del otro lado–. Donatello está con su galán. Si no agarraba su walkie se iba a avergonzar aún más."

—Mierda –responde con una risa KJ apretando el botón del aparato.

No Punch BacksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora