Gnomos

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Capítulo 14.

Después de dos meses de aquel incidente, la situación se había convertido en una broma interna de la pareja. El pánico que sentía Tweek por demostrarse el uno al otro cariño en público ya era prácticamente inexistente, y con ello... la vergüenza de Craig por besarse en lugares poco aptos para ello.

Tucker aprovechaba el mínimo segundo en que se encontraban a solas para comerle la boca a su novio, y si la situación se daba para ello, lo toqueteaba y manoseaba. Tweek lo permitía, pues al ya no sentir ese miedo, se podía concentrar en el placer que le provocaba, y poco a poco comenzaba a amar la adrenalina de ser descubiertos. Entendía entonces el por qué a Craig eso le llamaba la atención, y mientras está entre clases decide "complacer" un poco a su pareja.

Por complacer se refería a enviarle unas fotos provocativas que se tomó esa misma mañana antes de vestirse para la escuela. Modelaba unas bragas de encaje azul que había comprado días atrás, en posiciones bastante eróticas.

Al otro lado del aula, (el maestro los tenía separados en esa clase para que prestaran atención a lo que él decía, cosa que claramente no funcionaba) Craig puede sentir su celular vibrando en su bolsillo del pantalón. Al parecer, varios mensajes le habían llegado en sucesión, y aprovecha que el profesor parece estar demasiado embobado viendo una fotografía, para desbloquear la pantalla y abrir la barra de notificaciones.

"Mi amor ha enviado 5 fotos" leyó, y de inmediato dirigió su vista hacia el sitio donde se sentaba el rubio, preguntando con señas qué eran esas fotos. Tweek en respuesta hace un ademan indicando que las abriera, y el moreno lo hace, sintiendo de inmediato sus mejillas enrojeciéndose al encontrarse con tales imágenes.

Disimuladamente voltea a los lados, cubriendo parte de la pantalla y dejando espacio para que sólo desde su ángulo se pudieran apreciar, y las inspecciona, una por una, sintiéndose ya un poco emocionado por pensar en su novio utilizando ropa interior de mujer por su cuenta, de un color tan distintivo para Craig como el azul, su azul, y no puede evitar preguntarse si eso fue intencional.

Claro que lo era, se convence, sin importarle lo egocéntrico que aquello pudiera parecer. Tweek era demasiado cuidadoso con los detalles como para dejar eso al aire, seguramente había planeado eso, seguramente ya se imaginaba un desenlace, y Craig no es quién para alterar el orden de las cosas.

"Lindas bragas, espero que cuando lleguemos a tu casa me las puedas mostrar mejor  ;)" Escribió, mirando al rubio, quién de inmediato abrió el mensaje. Lo ve escribiendo rápidamente, y la vibración lo hace dirigir su vista hacia el móvil de nuevo.

"Las llevo ahora mismo" Lee, y Tucker traga saliva, porque no se esperaba esa respuesta. Puede sentir su rostro enrojeciéndose vergonzosamente, y piensa en lo erótico que era ese hecho. Mira de nuevo al maestro, sigue hablando con el retrato de la mujer.

"Vámonos de aquí" Envía, y Tweek contesta con un like a su mensaje, aprovechando ambos chicos para escabullirse, como muchos de los demás alumnos que ya se habían retirado.

Caminan por el pastillo hasta llegar al baño de la vez anterior, Craig andando con paso firme y Tweek siguiéndolo, emocionado por lo que sucederá a continuación. Puede sentir su miembro endureciéndose poco a poco; agradece que su camisa cubriera su entrepierna, porque sino, su bulto seria demasiado evidente.

Craig abre la puerta del baño, mirando a ambos lados para verificar que nadie los hubiera visto, entra él mismo y cierra con seguro después. Estaba demasiado callado, y permanece en silencio, esperando a que el rubio dijera algo. Sabía que con su silencio no hacía más que ponerlo nervioso, y verlo de pie con la cabeza agachada intentando esconder su rubor lo enloquecía.

—Bájate los pantalones, Tweek —ordena, y el rubio lo hace, dejando caer sus jeans. La camisa lo cubría hasta los muslos, por lo que Craig aún no puede ver su ropa interior, pero se saborea la piel que está expuesta y sonríe—, bien, ahora levanta tu camisa —le dice, y Tweak asiente, levantando la tela poco a poco.

Tucker sonríe, acercándose y acariciando sus muslos, con cuidado. La vista de la polla endurecida debajo del encaje le pareció tan linda y caliente a la vez.

—Pensar que el mismo chico que una vez se burló de mí por usar trusas, está aquí, con ropa interior femenina, esperando a que le meta mi polla en su culo... —dice con un tono burlón, y aunque Tweek se sintiera ofendido, no pensaba en recriminarle o quejarse, pues conocía a su novio, sería capaz de dejarlo duro, suplicando por placer— ¿No dirás nada? —susurra contra su oreja, y el pecoso niega con la cabeza— Buen chico, date la vuelta y apóyate en la pared —exige, Tweek asiente.

Craig saca de su cartera un preservativo y se lo coloca, sacando de la misma una pequeña bolsita con lubricante y vertiéndolo sobre su erección. Mueve la tela lo suficiente para poder empezar a introducirse, y se empuja contra el otro, conteniendo un gemido y cubriendo la boca del rubio para amortiguar su voz.

Permanece estático hasta que siente que se relaja, dándole tiempo a que se acostumbrara a la sensación. La última vez que tuvieron sexo rudo les había costado dos semanas sin poder tener relaciones como les gustaba, ya que a Tweek le habían salido hemorroides; y el rubio no tenía mucho interés en ser el activo.

Luego de unos momentos, comienza a moverse lentamente, llegando hasta el fondo y saliendo casi por completo, creando un ritmo tranquilo pero placentero que los envolvía poco a poco. Craig con su mano libre da un golpe a una de las nalgas del rubio, apretujándola después.

—¿Quieres que vaya más rápido? —le pregunta con voz baja al oído, y Tweek asiente con la cabeza, con sus ojos cerrados, chupando los dedos del más alto. Tucker aumenta el vaivén, y juega con la lengua del rubio.

Mete la mano bajo la prenda del rubio, acariciando con sus dedos humedecidos de saliva uno de los pezones del rubio, y chupa su cuello, estimulándolo en todos los lugares que sabía eran placenteros para su novio. Lo mantenía gimiendo bajo, conteniendo sus expresiones faciales a pesar de que nadie podría verlas. El movimiento de Craig ya era bastante brusco y veloz para ese punto, provocando que sus cuerpos se sumergieran tanto en el placer y aproximándolos al clímax cada vez más.

—Craig, estoy cerca —avisa entre gemidos, intentando no ser muy ruidoso, pero sentir que Craig golpea ese punto sensible dentro suyo una y otra vez hace que no se pueda contener demasiado.

—Mng, también estoy cerca, amor —gime, y se aferra a las caderas del rubio para golpearlas con embestidas, llegando muy profundo y quedándose ahí, gimiendo cuando llegó al clímax, llenando el preservativo.

Estira su brazo para meter su mano en la ropa interior del más bajo, sintiendo el líquido viscoso que delataba a Tweek. Ambos se recuperan, y limpian como pueden la ropa interior del rubio.

—¿Trajiste esa ropa interior sólo para que cogiéramos? —pregunta Craig, suspirando y recargándose en la pared, aún recuperándose.

—¡No! ¡Traje esta porque los gnomos robaron la mía! —inventa una excusa, y el moreno entre risas acaricia su cabeza para después plantarle un beso en la frente.

—Te amo, mentiroso.

Café CalienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora