TRENTON
La verdad es que la llegada de Rowan me ha venido como caída del cielo, porque ya necesitaba uno de sus masajes para las contracturas.
Me arde cada músculo por el sobreesfuerzo que he hecho entrenando y sus manos me alivian en los lugares correctos.
— ¿Mejor? — inquiere, concentrada.
— Ya lo creo mujer, tienes unas manos de oro — exhalo de alivio, con los ojos cerrados mientras ella termina su trabajo.
— Y menos mal que he venido, porque te has estado entrenando demasiado. Sabes que tienes que descansar, Trent, si Jim estuviera aquí...
Ya sé cómo termina esa frase, la he oído cientos de veces.
— Me habría echado el puro hacía rato, lo sé. Pero quiero estar bien preparado para el combate con ese ruso engominado —bufo, con molestia. Solo de pensar en él se me agria el humor.
Con ella no tengo que cortarme, ya me conoce bien y apuesto a que el mote le ha hecho gracia.
Termina el masaje, me pasa una toalla para que me seque el sudor y se sienta junto a mí en el banco de los vestuarios.
— Te cae bastante mal por lo que he visto estos días. ¿Por qué? —me pregunta, sacando a relucir su vena curiosa.
— No soporto los aires que se da, además hay algo que me dice que no es trigo limpio. No sé, llámalo sexto sentido si quieres — expreso y me encojo de hombros, muy seguro de mí mismo. Nunca me equivoco a la hora de calar a las personas.
— ¿Y no serán celos? — sale por la tangente ella.
Levanto la cabeza como un resorte al oír eso y la sonrisa de Rowan se borra.
— Era broma. Lo decía por su carrera, pero no tienes nada que envidiarle. Solo te tomaba el pelo, estás muy tenso — me explica y me siento algo avergonzado por haberme puesto a la defensiva con ella.
— Perdona, esta noche no he dormido muy bien — me disculpo.
— Con razón tenías tantas contracturas — apunta ella, con el ceño fruncido y esa mirada que conozco bien y que indica que está a un paso de hacerme la pregunta que tanto temo. Así que soy más rápido y me adelanto.
— Bueno ¿Y qué? ¿Ya has encontrado a alguien que te guste por el pueblo? — cambio de tema deliberadamente.
— Aún no, con tanto trabajo no he tenido mucho tiempo para salir. Pero espero que eso cambie pronto, ¿eh? A ver cuándo me llevas de fiesta...—me da un puñetazo amistoso en el hombro y sonrío, porque no ha podido ser más oportuna.
— Pues justamente esta noche...
— ¡Tenéis que venir a ver mi combate! Va a ser brutal.
Kirill irrumpe precisamente cuando iba a contárselo, parece que acaba de leerme el pensamiento. Los ojos de Rowan se iluminan.
— De eso le iba a hablar ahora a Rowan, Kirill — le comento, chocando los puños con él. Ha crecido mucho desde que me fui, ya es todo un hombre.
— Ah, genial. Entonces vendréis ¿verdad? — Quiere asegurarse, sin poder contener su emoción.
— No me lo perdería por nada del mundo — aseguro.
Pétrovik llega entonces y enrosca los brazos en torno al cuello de su hijo para atraerlo hacia sí en un abrazo rápido.
— Mi chico va a demostrar de qué pasta está hecho, ¿a que sí, campeón? — truena, palmeando su espalda.
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Trenton: Peligrosa adicción ✔ COMPLETA ©️ EN FÍSICO CON MATCHSTORIES EDITORIAL
RomanceTrenton Sawyer ha luchado con sudor y sangre para salir de una vida de violencia y autodestrucción. Años y años de entrenamiento le han llevado a convertirse en uno de los mejores luchadores de la MMA en las últimas décadas. Sin embargo todo ese sac...