Operación: Cita por sorpresa

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Las chicas llevaban más o menos una hora planeando la cita por sorpresa, Yuki estaba en un rinconcito de la habitación de Diane encogido y cabizbajo por todo lo que decían las locas de sus amigas, todas eran iguales en ese sentido, cada vez que escuchaban amor y estaban de por medio dos personas se tenían que enterar hasta de los puntos y comas
-Chicas tengo una idea – dijo Diane muy emocionada
-Cuenta, cuenta -dijeron las tres chicas restantes al unísono, por lo que se rieron las cuatro chicas de la habitación
-Sois unas entrometidas, no podéis dejar que lo haga yo a mi manera – dijo Yuki
- Vale, ¿qué sugieres hacer? – preguntó Lily
-Pues, yo.. yo no haría nada, dejaría que pase lo que tenga que pasar – dijo Yuki
-Bueno, tienes a cuatro súper amigas que te van a ayudar con tu futuro novio – dijo Diane – Y quién sabe, a lo mejor hasta futuro marido – agregó Diane
-Vas muy rápido, lo primero no creo que le guste y lo segundo dudo que una persona como yo le guste, somos completamente distintos como dos polos opuestos- dijo Yuki
-Has dicho lo mismo dos veces,pero Los polos opuestos se atraen – dijo Ena
-Sí, mira mis padres, son completamente distintos – dijo Lily
-Ojalá, ¿pero vosotras me habéis visto a mi? Soy pequeño, delgado, no tengo músculos y mi personalidad es fría, ¿Cómo quieres que crea que le puedo llegar a gustar? – preguntó Yuki
Diane se levantó y puso sus manos en los hombros de Yuki
-A ver Yuki, eres muy guapo y quieras o no le gustas, confía en mi y en mi sexto sentido- dijo Diane
-Nosotras confiamos en su sexto sentido – dijo Lily
-Bueno, y ¿qué vamos a hacer? – dijo Yuki
-Primero ve a hablar con él -dijo Diane, agarró a Yuki de la muñeca y salió corriendo a  la habitación de Keiji, tocó la puerta y se escondió tras la esquina del pasillo junto a sus amigas dejando a Yuki enfrente de la puerta de Keiji
-No, espera, no os vayáis – susurró Yuki notando como se estaba formando un nudo de nervios en su barriga
Keiji abrió su puerta y miró mal a Yuki
-¿Qué quieres maldito enano? – dijo Keiji molesto
-Em…yo..yo…  no entiendo u-una operación de matemáticas y pensaba que podrías ayudarme a entender cómo se hace, porque he visto que eres muy bueno en todas las asignaturas – dijo Yuki
-Pues claro que soy bueno, soy el mejor en todo, pero ¿qué te hace pensar que te voy a ayudar? – dijo con una sonrisa arrogante Keiji e intimidando a Yuki
-Pues no sé, pensé que había algo de bondad en un ser tan egocéntrico como tú – dijo Yuki cortante
-Bueno pues este ser tan egocéntrico me parece que se va a negar- dijo Keiji serio
-Porfi- dijo Yuki poniendo ojitos de un cachorro hambriento
-Está bien, pero con una condición – dijo Keiji
-Vale, ¿cuál? – preguntó Yuki
-Mejor pasa, no creo que quieras que la gente se entere- dijo Keiji serio
Acto seguido keiji agarró a Yuki de la camiseta, lo obligó a entrar y cerró la puerta, las chicas al ver ese acto de Keiji, gritaron con el típico grito de fujhosis dando saltitos.
En la habitación Keiji sacó sus cosas para explicarle a Yuki lo que no entendía del tema de matemáticas, esto le llevó mucho tiempo a Keiji explicar y a Yuki entender
-Muchas gracias, creo que debería irme ya, es tarde – dijo Yuki mirando su reloj que marcaba las 00:00
-No, lo siento mucho pero tú no te vas hasta que me expliques por qué tienes en tu cuerpo esas marcas como si te hubiesen dado la paliza de tu vida – preguntó Keiji preocupado
-Pues.. Em… yo.. – dijo Yuki nervioso jugando con el borde de su camiseta
-Por favor, necesito saber si alguien te está golpeando – dijo Keiji
-Solo, no me presiones y no se lo digas a nadie, por favor – dijo Yuki mirando directamente a los ojos de Keiji
-Vale, tranquilo- dijo Keiji
-Pues todas esas marcas que viste el otro día las hizo mi padre -dijo Yuki con los ojos llorosos y Keiji lo miró con los ojos abiertos como platos
-¿Cómo que tu padre? – preguntó Keiji
-Sí, fue él, siempre venía borracho todas las noches y le pegaba a mi madre y luego a mi, a mi hermana pequeña no la tocaba porque me ponía yo en medio y mi madre intentaba protegernos pero no podía mi padre es bastante fuerte, nos hemos mudado de casa, mi madre, mi hermana y yo, ya no aguantábamos más ahí en esa casa- dijo Yuki con la voz rota y le empezaron a brotar lágrimas de los ojos
-Tranquilo, todo va a estar bien, conmigo no te va a pasar nada, te protegeré te lo prometo – dijo Keiji limpiándole las lágrimas a Yuki para después darle un abrazo que fue correspondido y Yuki empezó a llorar desconsoladamente en su pecho
-Lo siento, te he mojado la camiseta con mis lágrimas- dijo Yuki cuando se calmó y rompiendo el abrazo con Keiji
-No pasa nada, ven, toma – Keiji sacó de su armario una camiseta de color morado y se la dio a Yuki
-Cambiate – dijo Keiji
-Gracias -dijo Yuki caminando hacia el baño de la habitación pero fue detenido por Keiji
-No hace falta que vayas al baño a cambiarte, ya te he visto sin camiseta – dijo Keiji
-Bueno, pero no me mires – dijo Yuki
-Que si – dijo Keiji
-Date la vuelta- dijo Yuki
-¿Algo más que pueda hacer por usted? , princesa – dijo Keiji burlón
Yuki no dijo nada se dio la vuelta y se cambió,la camiseta le quedaba por encima de las rodillas, luego se sentó en la cama de Keiji  y este ya estaba acostado en ella
-Te queda genial, normal, si es mi camiseta -dijo burlón y recibiendo por respuesta un golpecito en el hombro por parte de Yuki
-Creo que va siendo hora que me vaya a mi habitación – dijo Yuki apenado, no quería irse, estaba muy bien con Keiji
-¿Estás mal de la cabeza o qué? Está el guardia de seguridad dando vueltas por los pasillos, quédate a dormir – dijo Keiji
-Cierto, se me olvidó ¿Y dónde voy a dormir? –  preguntó Yuki
-Aquí -dijo Keiji mientras se echaba hacia un lado para dejarle un  hueco a Yuki en la cama
-¿Contigo?- dijo Yuki nervioso y sonrojándose
-Sí, no muerdo,a menos que quieras tomatito -dijo Keiji burlón
-Bueno, buenas noches – dijo Yuki mientras se acostaba en el lado que le dejó Keiji  y se tapó con la manta
-Buenas noches- dijo Keiji mientras se levantaba y se quitaba la ropa quedándose sólo en ropa interior y volvió a acostarse
Yuki se sonrojó porque vio como Keiji se desvestía y este lo pilló mientras le miraba , pasó un rato, Yuki sintió como Keiji lo abrazaba sintiendo un leve calor por el cuerpo del otro y ambos se quedaron durmiendo abrazaditos

Bajo la luz de la LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora