Bajo la luz de la Luna

Antídoto

El grupo de jóvenes llegó a la Ciudad de la Nieve y estuvieron horas buscando la flor de Kadupul.
-¿Dónde estará la maldita flor?, estoy cansada y tengo hambre – preguntó Diane mientras andaba decaída.
-¿Hacemos una paradita? – preguntó Lily sonriendo poniendo sus brazos detrás de su espalda.
-Vale, pero no tardaremos mucho – dijo Yuki.
-Sí, no te preocupes- afirmó Mai.
-¡Seguirme! – gritó Lily mientras echaba a correr.
Dicho esto, todos persiguieron a Lily, estuvieron corriendo durante unos 15 minutos aproximadamente, fueron de calle en calle hasta que dieron con una casa enorme de color blanca.
-Ya hemos llegado – dijo Lily y pulsó el timbre.
La puerta se abrió dejando ver a un hombre de unos 37 años, cuyo pelo es castaño al igual que sus ojos y portaba unas gafas plateadas.
-Lily cariño – dijo el hombre.
-¡Papá! – gritó emocionada Lily – ¡Te he echado de menos! – dijo Lily mientras abrazaba a su padre.
- ¿Vosotros sois sus amigos? – preguntó el padre de Lily.
- Sí – sonrió Diane.
-Pasad, no os quedéis ahí fuera-
Todos pasaron a la casa y se sentaron en el salón, mientras que el padre de Lily fue a por  algo de comida para picar.
-Bueno, decirme ¿a qué de debe esta visita?– preguntó el padre
-¿Es que no puedo venir a ver cómo estás? – preguntó Lily – y bueno necesitamos saber si nos puedes ayudar a encontrar  una flor de Kadupul- añadió Lily.
-Sí, de hecho si no mal recuerdo tengo una por aquí – dijo el padre de Lily mientras se fue a buscarla –¿ Para qué la necesitáis? – preguntó el adulto.
-Tenemos un amigo que está enfermo por un veneno de Hidra y sino le entregamos la flor a Clau para que le haga el antídoto, morirá – habló Diane mientras cogía un donut que trajo el padre de Lily.
- ¿Veneno de Hidra? ¿Vuestro amigo es un paladín? – preguntó el padre de Lily.
- Sí, él es mi Paladín – Dijo Yuki.
-Pues toma, salvar a ese pobre joven lo antes posible, ¿habéis dicho que le llevareis la flor a Claudia? ¿ Claudia la que fue paladín? – preguntó el adulto.
-Sí- afirmó Ena.
-Darle recuerdos de mi parte – Dijo el padre de Lily.
-¿La conoces? – preguntó Lily.
-Claro, estuve ayudándola a buscar la cura para su paladín y dimos con el antídoto pero el mérito es más de ella, ella nunca perdió la esperanza y eso que estaba destrozada- dijo el padre de Lily.
-Vaya no sabía que la ayudaste – dijo Lily.
-Quiero saber más de vosotros chicos – miró al resto de jóvenes – ¿Cuál es vuestro don? – preguntó el adulto y los jóvenes les respondieron.
- Parecéis un grupo bastante fuerte -dijo el adulto – Por cierto  ¿Yuki? – preguntó el adulto recibiendo un asentimiento de cabeza por parte del nombrado – ¿Tu pareja paladín tiene el don de fuego? – preguntó
-Sí, ¿Por qué? – preguntó Yuki.
-Cuidarse mucho, y vosotras-  dijo mirando a las chicas – haréis historia -afirmó el padre de Lily.
-¿Cómo que haremos historia? – preguntó Lily.
-Ya lo descubrirás hija, por el momento entrena, hay muchas habilidades que has aprendido- respondió el padre de Lily – Recuerda "Tu don es el alma de la familia " – dijeron Lily y su padre al unísono.
-Bueno, es hora de irnos- dijo Lily.
-Cuidarse mucho  y ojalá se recupere vuestro amigo – dijo el padre de Lily.
-Sí, no te preocupes – respondió Lily.
-Cuando dices eso más me preocupo – dijo el padre de Lily y todos rieron.
Diane se transformó y todos se subieron encima de ella para ir directos a la casa de Clau.

Después de un largo camino llegaron a la casa de Clau.
-Hola chicos ¿Habéis encontrado la flor? – preguntó Claudia recibiendo y dejando pasar al grupo de estudiantes.
-Sí, gracias al padre de Lily la pudimos conseguir – dijo Ena.
-Por cierto, te manda saludos, mi padre se llama Alain – dijo Lily.
-¿Podemos dejar la charla para luego porfi? Es que quiero que Keiji esté bien ya – pidió Yuki amablemente.
-Claro, darme la flor y tú Yuki ven conmigo, te enseñaré a preparar el antídoto – habló Claudia.
Y así fue, Yuki se fue con Claudia mientras que las chicas se quedaron en el sofá esperando a que Yuki y Claudia terminasen. A las dos horas volvieron Claudia y Yuki.
-Chicas, ya nos podemos ir – sonrió Yuki.
-Vale, muchas gracias por todo Clau, volveremos a visitarla – dijo Diane saliendo por la puerta.
-¡Adiós y muchas gracias a vosotros! – exclamó sonriente Clau viendo como los jóvenes se iban volando.

En el camino Yuki recibió una llamada de Tokijiro, este último preguntó  cuanto les quedaba para llegar a la academia porque Keiji no aguantaba más, le quedaban pocos minutos de vida.    

-¿El antídoto? – preguntó Tokijiro.
-Lo tenemos, rápido dejarme pasar- pidió Yuki mientras se acercaba corriendo a Keiji.
Keiji abrió un poco los ojos viendo a Yuki acercarse a él y medio sonrió.
-He vuelto,  te voy a pinchar en el cuello con el antídoto y puede que duela un poco – dijo rápidamente Yuki, mientras que con cuidado giraba la cabeza de Keiji hacia la derecha dejando el lado izquierdo del cuello totalmente vulnerable y poco a poco fue introduciendo la vacuna.       - Ya está, según Clau en cinco minutos deberías estar como nuevo– avisó Yuki. Y así sucedió, pasaron cinco minutos y Keiji volvió a estar como antes solo que estaba muy agotado por lo que Lisa  propuso pasar la noche en la enfermería al par de jóvenes. Después, Yuki y las chicas se fueron al comedor de la Academia para coger la cena para ellos y para Keiji.

-Chicas – las llamó Yuki – ¿voy a cenar con Keiji vale?
-Claro Yuki, no pasa nada, es normal que quieras estar con él – dijo Diane.
-Sí, pásatela bien y cuídalo- agregó Lily.
-¡Usar protección!- le gritó Diane a Yuki y todas las personas del comedor se quedaron mirando a Diane y esta solo sonrió. Yuki salió del comedor rápidamente con dos bandejas que contenían comida en sus manos, mientras que su cara con cada segundo que pasaba se tornaba de un color rojizo por la vergüenza.