11 | Miedo a la oscuridad

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Leah.

—¿Vienes a comer? —le pregunté a Pablo pero no obtuve respuesta por su parte. —A bueno,pues adiós —hice el intento de cerrar la puerta pero el la abrió de nuevo.

Lo mire y él comenzó a andar por el pasillo.

Los dos nos montamos en el ascensor con un silencio algo...incómodo.

Apreté los labios y mire a todo el ascensor.

—Oye,¿que te pa... —no pude terminar de hablar.

—Uf,que pesada eres,déjame —dijo Pablo y las puertas del ascensor.

"Pesada".

¿Como una palabra podía doler tanto?

Suspiré con la respiración encogida y le di un pequeño empujón en el hombro adelantando mi posición andando.

—Deja de creerte ser tan penosa Leah —me empujo el esta vez.

Me dio tan fuerte que caí arrodillada ante el suelo.

—¿Eres gilipollas? —pregunté ya enfadada mientras me levantaba del suelo.

—No te describas Leah —rió sarcástico.

Estaba montando un numerito en mitad del pasillo principal.

—No es mi culpa que hayáis perdido ¿sabes? —digo mientras me quedo cara a cara con él. —Hipócrita.

No lo vi venir y me encerró en el ascensor mandándome al -9.

—No,no,Gavi joder —dije cuando el ascensor se cerró.

Llame a todos los botones pero el ascensor seguía bajando.

Lloré por el miedo.

Sollozaba cuando el ascensor cada vez bajaba más.

La puerta de abrió dejando ver una sala completamente oscura.

Me di la vuelta corriendo y pulsé a la planta de mi habitación.

La puerta se cerró de nuevo y suspiré aliviada.

Apoye la espalda en el cristal y me lleve una mano al pecho.

Cerré los ojos con la respiración agitada.

La oscuridad era mi mayor miedo y él lo sabía.

Tragué saliva cuando el ascensor dejó entrar luz al abrirse las puertas.

Salí y corrí a mi habitación.

Me tumbe en la cama bocabajo.

Unos minutos después.

Abrí la puerta del balcón y me senté en una de los sillones.

Cerré la cortina,pero dejé las ventanas abiertas.

Abrí la pantalla de mi móvil y tenía varios mensajes de Sira y mi hermana e incluso,una llamada perdida de Pedri.

"Estoy bien,no tenía ganas de comer"

Eso fue a lo que le conteste a Sira y a mi hermana.

Cerré los ojos por el sol y respiré hondo.

Me quede mirando al hotel de enfrente,es el de mi hermano.

Iré a verlo,el me consolaría como siempre.

Me puse unos vaqueros negros,un jersey blanco y unas botas negras con algo de tacón.

Me maquille algo casual,tenía cara de abeja molida.

Me solté la coleta y le di una cuantos meneos al pelo.

𝐌𝐢 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐩𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨 || 𝐏𝐚𝐛𝐥𝐨 𝐆𝐚𝐯𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora