The Heir to the House of Prince

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"Tienes ... ¡Me decepcionó, Severus!"

Severus cae de bruces, con espasmos de dolor a los pies del Señor Oscuro. No es así como anticipó que el último día del año iría para él. Hace una hora, estaba felizmente gestando en su casa, disfrutando de un momento de paz abandonada por Circe en una casa que es francamente demasiado pequeña para albergar a un mago, un demonio, un hombre lobo, un Slytherin adolescente, un mago de quince años y un elfo doméstico. En realidad, fue lo suficientemente tonto, ya que se acomodó cómodamente en una compleja mezcla del Borrador de la tranquilidad para Poppy, para considerar que posiblemente podría tener un día agradable. Se atrevió a asumir tontamente que Remus y Harrison regresarían del Salón de Plata de una sola pieza, que podría obtener al menos dos horas de bendito silencio solitario, pero el Señor Oscuro siempre tiene un tiempo impecablemente cruel. Tan pronto como su marca comenzó a arder, Severo se vio obligado a subir corriendo las escaleras a la habitación de Harrison y Theodore e informar al hijo de Apolonio de a dónde iba. Theodore estaba acostado casualmente en su cama (su cama, la puta cama que Theodore Nott comparte con su hijo), leyendo Lupin sobre runas antiguas con una serpiente envuelta alrededor de su muñeca y levantando una ceja inquisitiva mientras Severus le advertía brusca y groseramente que no saliera de la casa bajo ninguna circunstancia y le daba amenazas muy explícitas sobre lo que sucedería si lo hacía. Ahora, en lugar de agregar pasiflora en círculos concéntricos con un tiempo de tres / cuatro, Severus está tratando de no morder su lengua ante el disgusto del Señor Oscuro y la consiguiente tortura. Mientras se retuerce, mirando los zapatos de Lucius, soportando un castigo infligido sin ninguna razón lógica, piensa solo una cosa: el Señor Oscuro realmente es un maldito hijo de puta.

"Sí, mi Señor", jadea Severus mientras la maldición cruciatus disminuye y su rodilla comienza a temblar. Se empuja a cuatro patas, desgarbado como un escarabajo, pero sabiendo que nadie viene a ayudarlo, y luego se pone de pie, escupiendo sangre y tambaleándose hasta ponerse de pie. Mira fijamente la cara fea que una vez fue Tom Riddle. El Señor Oscuro está retorciendo su varita blanca como el hueso a través de sus dedos y ladeando la cabeza hacia Severus con cruel diversión. Está tan quieto como una bestia de caza, como siempre lo está después de lanzar la maldición cruciatus. La mayoría de los demás están mareados por el poder después, aumentan el ritmo cardíaco y corren por respirar, pero no el Señor Oscuro. Está relajado. La tortura siempre lo calma.

"Broderick Bode vive y no puedes decirme dónde está Harry Potter", el Señor Oscuro sacude la cabeza con pesar. "Empiezo a preguntarme cuál es el punto de ti, Severus".

Esas palabras pueden ser amenazantes, incluso aterradoras para otra persona, pero Severus ni siquiera las siente. Él no siente ni piensa nada, y mucho menos la verdad porque es demasiado peligroso pensar en la verdad en la presencia del Señor Oscuro. La oclumancia, Severus sabe, no se trata solo de escudos fuertes, no realmente. Se trata de creer en uno mismo. Así que cree que detesta a Dumbledore, odia a Potter, está tan lleno de resentimiento y vacío roto que todo lo que desea es venganza. Todo lo demás, su hijo, Lupin, Theodore, Narcissa, Lily, Regulus, lo asfixia y entierra en los recovecos de su mente. Él los asesina, una y otra vez, para que su aliento vivo no infecte sus pensamientos. Está vacío, sin moral ni cuidado, simplemente un recipiente de furia y lógica. Él tiene un trabajo que hacer, eso es todo. El trabajo es simple: sobrevivir.

"Dumbledore oculta la ubicación de Potter de todos, mi Señor, especialmente con la revelación de su dudosa paternidad", dice Severus. "No puedo envenenar a Bode sin que Dumbledore se dé cuenta, pero eso no significa que no podamos usar otros métodos para silenciarlo para siempre".

"Tengo algo de trampa del diablo, mi Señor", agrega Apolonio en voz baja. "Tal vez una buena canasta de regalo ..."

Severus asiente. La Trampa del Diablo sería efectiva. Llevará esta información a Dumbledore, pero ya sabe que no hará ninguna diferencia. Albus dejará que Bode muera esta horrible muerte en lugar de comprometer la cobertura de Severus, tal como dejó a Arthur Weasley indefenso. Estos son los costos de la guerra.