Eterno

Parte 9: De una

Así que le rodeó el cuello con los brazos y lo abrazó fuerte.

No pudo evitarlo. 

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Marcos: "No se... No me recibí... Tuve un accidente yendo a una joda... Tengo otros golpes que no se de donde salieron. Y otras cosas... No se."

¿Qué pensarían los padres? Teniendo que venir a Buenos Aires a cuidarlo porque el estuvo de joda en el Córdoba.

Juli: "No, mi... Mirá. O sea... Salis de joda, porque te gusta la joda, como a todos. ¿A quién no? Es normal. Pero trabajas un montón también, y te preparas. Posta. No sos un desastre. Todo lo contrario."

No estaba muy seguro, sinceramente. Al parecer le gustaba más la joda de lo que se atrevía a admitir. ¿En qué se estaba preparando? ¿En qué era famoso nada más? 

Lo invadió una vergüenza de si mismo. 

Miró a Juli, que lo miraba preocupada, y antes de poder decirle nada, ella lo había rodeado con los brazos y lo estaba abrazando, de nuevo.

Se sorprendió, pero ella lo abrazó más fuerte, y cerró los ojos, y se dejó abrazar, rodeándola con los brazos también para devolverle el abrazo.

Exhaló y se relajó... Disfrutando del momento. No podía creer lo bien que le hacía que lo abrace, o no se había dado cuenta lo mucho que necesitaba que lo abracen, capaz.

No sabía cuanto tiempo estuvieron abrazados. El abrazo fue soltando la firmeza del inicio, y se quedaron abrazados relajados un momento, hasta que ella separó un poco la cara de su pecho, pero siguió rodeándolo con los brazos.

Juli: "Posta, sos un amor vos."

Además de la voz de ternura, le miró con una cara de sinceridad, como si realmente él fuera la mejor persona del mundo, y lo asustó lo mucho que le gustó, y que realmente esperaba ser lo que ella pensaba que él era.

Exhaló y notó como se le movía el pecho al respirar, y se dió cuenta que no era ninguna medicación, como había pensado antes. 

Era ella que lo ponía nervioso.

Ella seguía sentada al costado de él, pero tenía el torso girado para abrazarlo, y pensó que si la movía apenas... unos centímetros, la podía sentar arriba de él y chapársela.

Seguía respirando con dificultad, con el pecho moviendose en cada inhalación y exhalación, y no pudo evitar mirarle la boca. 

Ella se humedeció los labios con la lengua. No Julieta, no hagas eso.

Por ahí podía darle un beso, uno solo. Una sola vez. 

De amigos, como jodiendo.

No. ¿Qué estaba pensando? 

Como si fuera a poder darle un beso nada más, aparte.

Pero ella lo estaba mirando como si quisiera.

Seguro estaba muy cariñosa porque había tenido miedo que se muera.

Era la amiga, obvio que se iba a preocupar.

Y no sabía si salía... Marquitos. ¿Dónde carajo estaba Marquitos que los dejaba solos tanto tiempo? 

Y lo estaba considerando. Quién hacía eso. Un hijo de puta.

Cerró los ojos para dejar de mirarla y controlarse y movió la cabeza.