Ella dudó un segundo... Se moría de ganas de estar con él, pero la verdad que sería mejor esperar... O no.
No quería que se vaya a ningún lado sin que estén juntos antes.
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Marcos dejó de besarle el cuello y se separó, apoyándose contra el respaldo del sillón. Subió las manos, recorriéndole la espalda.
Abrió los ojos y lo miró.
Tenía el pelo desordenado, por las manos de ella, las pupilas dilatadas y el pecho se le movía con la respiración acelerada.
Las manos de él le provocaban escalofríos en la piel, y le dolió la panza, los muslos, todo adentro de ella, explotaba de ganas de estar con él.
Él le recorrió los brazos con las manos, y cuando él posó la vista en su tatuaje y arrugó un poco los ojos, ya había decidido que no pensaba reprimirse.
La vida era una.
— La vida es una, Marcos — Y se inclinó y le rodeó por el cuello para chapárselo.
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Juli lo miró y se sacó el top sacudiéndose el pelo...
Sintió que todos sus músculos se tensaban, era igual que en sus sueños... o más hermosa todavía, porque estaba ahí con él y era real.
La recorrió con los ojos y exhaló aire por la nariz para controlarse de lo caliente que estaba.
Ella le acarició el torso y se pegó contra su cuerpo y lo volvió a besar. El contacto contra la piel de ella, las tetas apoyándose contra él, y encima ella gimiendo, lo hicieron perder el poco control que le estaba quedando y se le escapó un sonido desde la garganta, mientras la agarraba por la cola y le atacaba el cuello.
No quería dejar de besarla, quería arrancarle el pantalón, estar dentro de ella y que siga gimiendo por él.
La intensidad de su propio deseo lo sorprendió y lo obligó a rescatarse.
Se tenía que calmar un poco o no iba a durar nada.
— ¿Estamos yendo muy rápido...?
— No... —La respuesta le salió entre un gemido y un suspiro, pero la vió dudar.
— ¿Segura? — Le preguntó bajito y se separó un poco para darle aire para que piense.
Subió los brazos desde su cola, por su espalda hasta sus hombros y después le recorrió los brazos con las manos.
Trató de leer lo que decía el tatuaje del brazo de Juli cuando ella le respondió.
— La vida es una, ¿no? — Y sintió una puntada en el pecho y la confusión momentánea que sintió se evaporó cuando Juli le rodeó el cuello con los brazos y lo besó de nuevo, con insistencia.
Juli se volvió apegar contra él y le tironeó del pelo de la nuca, y todo su pensamiento lógico se disipó.
Volvió a acariciarle la espalda, la cintura que lo volvía loco, y bajó las manos para agarrarla de la cola y levantarla del sillón.
Ella se separó unos milímetros para sonreírle con una sonrisa pícara, y él se mordió el labio para no sonreir como un idiota.

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Eterno
RomantiekEsta historia está creada con respeto y admiración, inspirada en ex participantes de un reality 2022/2023. Es importante recordar que es una creación independiente y no tiene la intención de afirmar hechos verdaderos o involucrarse en la vida person...