Eterno

Parte 13: Todavía.

Tenía que bajar un cambio.

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Terminó la segunda función, y después de saludar, se desplomó en la silla de su camarín. Revisó las redes y habló con sus amigas... 

Las chicas le insistían para salir, pero sinceramente, no tenía ganas. Les aceptó ir a cenar, al final, y después iba a ver.

Había conseguido el rogel de Marcela, de favor especial, porque había que pedirlos con semanas de anticipación. Las ventajas de la fama. Mañana la mamá la iba a llevar a buscarlo antes de irse a lo de Valen a almorzar.

También había ido a buscarle un regalo a Valen, pero como nada la había convencido de ropa, se acordó de las historias con escritos que había compartido Valen y se le ocurrió comprarle un cuaderno hermoso, con la tapa con un diseño estampado divino, una lapicera y después se entusiasmo y le sumó un libro de mandalas y acuarelas. 

Le encantaba regalar, estaba tan... entusiasmada. 

Hasta que habló con Marcos.

La puso feliz hablar con Marcos, y con Morita... y que él se haya acordado que ella era su mamá. No sabía si lo de madre abandónica era porque se había acordado que se lo dijo alguna vez... O si simplemente le salió porque se acordó que Morita era su hija también... Le hizo doler la panza y querer gritar de emoción. Se estaba acordando de un montón de cosas, aunque fueran del tiempo que estuvo en la casa... cuando ellos eran solo amigos.

Solo amigos.

Ahora capaz ni eso era para él.

"Si Valen quiere que vengas, como no vas a venir..."

Le dió la chance de arreglarla, que conste... Pero él había dudado y le había dicho "Si quiero pero..." 

"Prefería verte sin que estén todos."

Sabía que no tenía que enrocarse y buscarle la vuelta a la frase, pero no podía evitar que le moleste... o le duela, en realidad. Ella también quería verlo a solas... pero también quería... 

Le bajó la emoción de una. Seguramente era lo mejor, lo más realista. 

Ella se estaba engañando a si misma si pensaba que era algo más de lo que era. No le había dicho de presentarle a la familia cuando se pusieron de novios, mirá si le iba a querer ahora que que solo habían chapado. Debía estar espantado.

Así que era lo mejor. 

Ella no tenía que ir flasheando novia y presentación familiar. Él estaba súper lejos de pensar en ella así, por más que lo fuera. O lo había sido... por cuatro días... ¿O eran tres?

Lo mejor.

Resopló, enojada.

El noviazgo más fallido de su vida.

Le entraron ganas de llorar y escondió la cabeza entre los brazos cruzados, apoyada en el tocador del camarín.

Era una caprichosa. Había pedido que él este bien y él estaba bien...  

Después cuando se olvidó de un año, había pedido que se acuerde y él estaba acordándose.  

Tenía que esperar.

Tenía que estar agradecida, habían pasado... nada. Se había resuelto todo demasiado rápido, en realidad.

Aunque si hubiera tardado más en despertarse, la quedaba ella.