— Dame, yo le aviso. — le dijo Marquitos. Era innecesario aclarar a quién. Le extendió el celular.
Se dió cuenta que su amigo habilitó los datos, porque inmediatamente el celular sonó con tres notificaciones de whastapp y supo que eran mensajes de Juli.
— Pero... No le digas... Decile que llegamos nomás. — le dijo.
— Dale, culiado, ¿de verdad me decis? — le dijo Marquitos con desaprobación.
— Sí, no quiero que se preocupe. —le respondió apretando los ojos.
Carola los miró por el espejo retrovisor pero no dijo nada. El Sanatorio al que iban estaba a veinte minutos del aeropuerto, más o menos, y tenían que entrar en el centro en vez de rodear la ciudad.
— Te dijo "Gracias" y te pregunta si te gustó de verdad y si llegaste... Espero que esté hablando de la obra... — lo dijo casi automáticamente y se rescató en el momento. — Perdón, Carola.
Si no se le hubiese estado partiendo la cabeza le hubiera pegado un codazo.
— Decile que sí y que recién aterrizamos. — le dijo susurrando. No soportaba el sonido de su propia voz ni siquiera.
Si hubiera tenido los ojos abiertos hubiese visto la mirada de desaprobación de Marquitos, de nuevo. Pero sólo lo escuchó exhalar, resignado.
Una vez que llegaron, trató de poner en práctica todas las clases de actuación que había tenido, y el autocontrol de todos sus años de entrenamiento, y caminó tratando de que no se le note lo mal que se sentía.
Marquitos seguía teniendo a Morita, y cuando pasaron la puerta, el guardia le dijo que no podía entrar con perros.
Carola intentó convencerlo, pero eran las reglas del Sanatorio.
— Tranqui, Caro. Me tomo un taxi y me la llevo a casa, ¿está bien?
Carola asintió y entró con él, pero pidió hablar con uno de los profesionales que les había recomendado la Dra, y tuvieron suerte, porque estaba de guardia.
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Ya estaba en su casa cuando Marcos le respondió. Super cortado, que había llegado.
Trató de no decepcionarse por que no le haya sacado charla, pero seguro estaba con la mamá en ese momento, que siempre lo iba a buscar al aeropuerto.
Tenía que dejar que disfrute un poco allá y no ser tan intensa. Darle su tiempo.
Pero una vez que se metió en la cama, no pudo aguantarse y le mandó un mensaje de buenas noches.
Lo vió online por un momento y no le respondió, y le molestó. A ver, no es que tenía mucha gente para estar hablando, igual, pero, ¿qué le costaba decirle buenas noches?
Dejó el celular y se tapó con la sábana haciendo un puchero enojado y trató de dormirse.
Pero no podía.
Tenía una sensación rara. No podía molestarse tanto porque no le mande buenas noches, ¿no?
Se destapó y se sentó en la cama, tomó agua y agarró el control remoto y sus anteojos.

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Eterno
RomanceEsta historia está creada con respeto y admiración, inspirada en ex participantes de un reality 2022/2023. Es importante recordar que es una creación independiente y no tiene la intención de afirmar hechos verdaderos o involucrarse en la vida person...