5 Solo el Diablo lo sabe

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Ambos se estaban dejando llevar por la lujuria de aquel pecaminoso beso, pero... justo cuando Dee estaba a punto de perder por completo la cabeza algo hizo clic en su cerebro y decidió concluir con este.

sus respiraciones eran pesadas y se podía apreciar como un pequeño hilo de saliva aún les conectaba, como si cada célula de sus cuerpos trataran de mantenerlos juntos pero... lastimosamente las cosas no eran así de fáciles.

Ambos se quedaron viendo entre ellos con una mirada perdida en los ojos contrarios, como si estos reflejaran o contuvieran aquello que más anhelaban en el mundo, algo tan precioso que preferirían nunca dejar de mirarse, pero el tiempo es cruel y no lo permitiría.

- y ¿qué te ha parecido heav? ¿ahora si entendiste? - el rubio termino por romper el silencio presente en la habitación el cual poco a poco los empezaba a consumir.

- Wow... eso fue... y se sintió... - heavy estaba tonito por lo pasado anteriormente.

Sus mejillas aún estaban sonrojadas y si se concentraba un poco aun podía recordar vívidamente la sensación de su lengua enredada con la de su hermano, del como él le acaricio la mejilla y como recorrió parte de su caja torácica, cada toque, cada caricia que este le obsequio no quedarían solo gravadas en su mente, sino que también en su cuerpo, tatuadas con una tinta permanente de la cual aún no sabe el nombre, tal vez ¿lujuria? ¿amor? ¿deseo?, eso no lo sabe aún pero si de algo estaba seguro es que haría lo posible por probar de nuevo aquellos labios con olor a cerezas y sabor a pación.

- bien duende que bueno que te gusto pero ni una palabra a nadie o juro que te degollare, ¿entendiste?

Heavy asintió mientras observaba el como Dee se levantaba de la cama, se estiraba y sin nada más que decir salía de la habitación dejando a heavy acompañado únicamente por la soledad

...

Dee bajo a la primera planta en busca de algo de agua para refrescarse, y es que a pesar de no tener sed, después de un momento así tenía que buscar alguna forma para relajarse o enfriarse porque, mierda, sentía como el calor de su cuerpo no hacia más que incrementar desde que probo aquel fruto prohibido que eran los labios de su hermano, aun no lo entendía pero algo tenían estos, ¿tal vez era su saliva algún elixir bendecido por Asmodeo? ¿o solo eran sus hormonas adolescentes haciéndose presentes ante un beso tan fogoso después de tanto tiempo? solo el diablo lo sabe y tal vez el precio a pagar por la respuesta seria cara así que prefirió simplemente ignorarlo... por el momento...

Fin del capítulo 5




Cuerdas de violín Dee x HeavyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora