🌻Capítulo 3🌻

20 4 32
                                    

—¡No es justo! ¡Prefiero trabajar con Simón o con Sofía! —exclamo con firmeza.

—Profe, prefiero trabajar con cualquier otro menos con ella —dice Thiago con el ceño fruncido sin siquiera mirarme.

—Me parece muy buena idea que trabajen juntos en esta tarea. Ustedes son los únicos que no se llevan bien en clases, la idea es que haya armonía entre todos. Además, los géneros a los que están acostumbrados a escribir cada uno son, si podría decirse así, opuestos. A ti te gusta escribir romance —. Mira a Thiago —. Y a ti, Arabella —. Me observa seria —. Te gusta escribir sobre el psicoterror y el realismo mágico. Sería interesante que unieran sus géneros. Podría resultar bueno, ¿No creen?

—No —decimos él y yo al unísono.

—Hasta hablan al mismo tiempo, ¿Ven? Sé que se llevarán bien —. Todos ríen ante el comentario de la profesora Fabiola —. Además, aún faltan tres meses. Estoy anunciando a las parejas ahora porque realizar una obra corta también lleva tiempo. Lo que cambiará a partir de este instante es que se sentarán, durante esos meses, al lado de su compañero de creación literaria para que se puedan conocer, debemos saber siempre con quién trabajamos y no cambiaré a las parejas que tengo anotadas —añade antes de que pueda formular mi queja —. Sin excepción.

La profesora le hace una seña a Simón que capta rápido levantándose con sus cosas, pero yo aún estoy tratando de entenderla cuando Thiago me habla sin mirarme.

—Niña prodigio, que te cambies de pupitre con Simón, eso es lo que quiere decir la profesora —dice en tono molesto.

—Ya, ya —especto.

Siento mi rostro tenso al mismo tiempo que tomo mis cosas y las dejo en el pupitre que está a mi lado. Genial, ahora me toca trabajar en una obra con este chico. Bien, todo está muy bien.

Todos están felices, incluso Simón que le tocó hacer pareja con un chico que escribe dark romance. Esto no me parece justo.

Thiago está mirando su celular mientras siguen haciendo las asignaciones. Lo correcto es que no use su celular en clases y como su compañera tendría que hacerle saber esto, pero él no es santo de mi devoción, eso sin contar que ya sabe las reglas. No puedo evitar mirar cada cierto tiempo hacia el chico a mi lado que no deja el artefacto tan siquiera por un segundo.

—¿Qué? ¿Te molesta que use el celular en clases? —habla con la ironía marcada en su voz.

¿Por qué tiene que ser tan molesto? Observo que su trato es diferente con los demás, resulta amable, incluso teniendo ese humor oscuro llega a ser gracioso, pero eso sucede con mis compañeros porque conmigo es molesto, hiriente y hasta llega a mostrarse disgustado.

—Es de muy mala educación que estés con el celular en clases, lo ha dicho la profesora muchas veces y, si no te has dado cuenta, tienes a alguien al lado que trabajará contigo por los próximos tres meses.

—Ah, entonces quieres que te hable y seamos unos lindos y amistosos compañeros de clases, ¿No? -. Me mira sonriendo que, de seguro, está fingiendo tal amabilidad —. Bueno, ya guardaré mi celular y hablaremos todo lo que quieras...

El tono que usa me parece irritante, como si estuviera hablando con una niña de cinco años.

—¿Sabes qué? No he dicho nada, mejor déjalo así. Dedícate a ser un compañero de trabajo y ya. Me importa poco lo que hagas o pienses.

Saco mi libreta pequeña de cartulinas blancas para dibujar.

Desgraciado, yo sólo trato de que haga las cosas más fáciles y se empeña en discutir por estupideces. Ojalá se tropiece y se rompa los...

El Chico De Los Girasoles🌻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora