𝙾𝙽𝙴 𝙿𝙸𝙴𝙲𝙴 ◦ ❖ ◦ ⓄⓃⒺ ⓈⒽⓄⓉⓈ

Daddy ||Kid x reader||

Advertencias: Ninguna:)

Esto se me ocurrió hace dos horas y bueno, aquí lo traigo💜

En vez de continuar los OS que tengo a medias🤡no, es que Kid se me atraviesa y no puedo ignorar al desgraciao'

Disfrútenlo:)

Nadie se imaginaba a Kid como padre, ni él, ni sus amigos, ni siquiera su propia esposa; t/n. Sería más probable que cometiera un delito y terminará en prisión por toda la eternidad, antes de verlo cuidar una pequeña vida.

Por esa razón, la pobre chica tenía el mismo tono blanquecino que las paredes de la sala de espera, dónde ahora permanecía. Estaba sentada chocando una y otra vez su pie contra el suelo, y a punto de quedarse sin uñas debido al estrés.

Cuando vió una figura masculina abrirse paso por una gran puerta; en dirección a ella, su alma cayó a sus pies. Una sensación de náuseas se instaló en su estómago, con un sabor ácido deslizándose por su garganta.

—Gracias por su paciente espera, señora Eustass—habló el hombre, quién lucía bastante jóven—. Aquí están los resultados de las pruebas.

«¿Paciente?» pensó t/n, si las últimas tres horas estuvo a nada de salir corriendo como alma que lleva el diablo sin mirar atrás, los hospitales sí que la ponían de los nervios, y en esta circunstancia peor. Desde pequeña fue así, juraba que se sentía el aura de muerte, malas noticias y enfermedades, se erizaba hasta la médula espinal.

El médico se extrañó al momento en que su mano se quedó estirada por un tiempo prolongado, demasiado extenso. T/n miraba el sobre fijamente, asustada.

—Señora, ¿se encuentra bien?—Cuestionó.

Ella mordió su labio tembloroso, haciendo que él cayera en cuenta. Se movió hacía la fémina y envolvió sus manos entre las suyas, con el papel en el centro.

—No sé cuál es el resultado que quiera—suavizó su voz, comprensivo—, pero deseo que esté contenta con lo que haya aquí dentro.

T/n conectó sus ojos cristalizados con los del castaño frente a ella.

—Tengo miedo—confesó—. Sí llego a estar embarazada, yo no sé cómo decírselo a mi esposo. Nosotros no hemos hablado sobre tener niños y no creo que él quiera.

—Si él la ama de verdad, aceptará lo que sea y estará dispuesto a que lo resuelvan juntos—sonrió, transmitiendo la sinceridad que sentía, tranquilizando así el corazón de su contraria.

Ella apretó el agarre.

—Intente hablar con él—aconsejó—, le prometo que todo saldrá bien.

—¿Estás seguro?

—¡Claro!—Exclamó certero—. ¿Acaso no confía en él? Usted debe conocerlo mejor que nadie.

—Por supuesto, confío en él con mi vida entera—Respondió consciente de que Kid nunca la abandonaría, podía ser un cabeza hueca impulsivo, pero jamás la dejaría a mitad de camino y a su suerte. El pelirrojo era leal.