Capítulo 8.

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Siento que me va a dar un paro cardiaco.

Esta demasiado cerca, me sostiene el rostro con una de sus manos, la otra la entrelaza con la mía, que tenía sostenida.

Mi corazón se va a salir de mi pecho.

¿Qué rayos me está pasando?

¿Cómo se sentirá besar a una chica?

¿Cómo será besar a Karina?

Quiero besarla.

¿¡Qué rayos acaba de pasar por mi cabeza!?

¿Esto podría...?

¡¡¡Nooooo!!!

-Dame un segundo, te voy a buscar un uniforme para que podamos ir al colegio.

-Gracias, Mía.

Dios, salí de ahí antes de que fuera demasiado tarde. Busque un uniforme extra, toallas, cepillos de dientes y de pelo, ropa interior que no había estrenado.

-Aquí tienes, la ropa interior es sin estrenar y el uniforme casi ni lo he usado.

Algo en su rostro se veía diferente.

-No importa, bastante haces con prestarme ropa, lastima fuera que te la pidiera nueva.

Su voz...también se escucha diferente.

-Voy a bajar para ver si ya está el desayuno, de paso me cambio en el baño de abajo para que te puedas cambiar aquí.

-Esta bien.

Antes de que pudiera decir algo me dio la espalda y entró al baño.

Tal vez se enojó.

Pero qué rayos quiere que haga. Yo...yo...quería besarla. Pero, no lo sé.

Dios mi cabeza es un caos, mejor me cambio y verifico que el desayuno esté listo.

Cada escalón que bajo me lleva a una pregunta distinta.

¿Karina quería besarme o era mi imaginación?

¿Me gustan las chicas?

¿Qué tal se sentiría besar a una?

¿Que rayos me está pasando?

Incluso mientras me cambiaba pasaron cosas por mi mente que no debieron pasar.

Recordé como Karina sostenía mi mano, como acariciaba mi mejilla, como casi nos besamos.

¡Basta! Ya estuvo bien de idioteces.

Ella aprecio hace poco en mi vida, a pesar de que ahora somos amigas no se casi nada sobre ella, a mi no me gustan las chicas, hasta donde me quedé.

Y en caso de que me gustaran, debería buscar una manera de averiguarlo.

¡Ya se! Hablaré con Víctor, el sabrá que hacer.

A ver, resumiendo, desayune con Karina y le pedí a Smigers que nos llevara a la escuela.

Al llegar Karina se disculpó conmigo y me dijo que tenía algo que hacer, según ella, quería hablar con la profesora de biología para preguntarle unas dudas antes de que empiecen las clases. Cosa que me pareció extraña teniendo en cuenta que todo lo que dieron en estos días ella me lo explicó de maravilla.

Pero bueno, a lo mejor se salto algo y no me di cuenta.

En este segundo estoy sentada en la escalera, apenas son las ocho, hací que todavía queda una hora antes de que empiecen las clases, tiempo justo para hablar con Víctor. Justo, acaba de llegar.

Esto no es amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora