Capítulo 11

104 13 0
                                    

Cuando llegamos al cuarto en el motel de Taeyang, es oscuro.

Tropezamos a través de la puerta, cansados, polvorientos y riendo. Me siento en el sofá mientras que Taeyang  recoge un pedazo de papel en el mostrador de la cocina.

—¿Dónde está Evay?

Sostiene la nota—. Tomo un avión de regreso a los Angeles. Dijo que al aire sin procesar invadía sus poros.

—No te ves muy destrozado por eso.

Saca dos cervezas de la nevera y se encoje de hombros—. Hay más de donde vino. Nada de mierda en mi zapato.

Taeyang recoge la guitarra que está en la mesa de café y toca algunos acordes. Luego busca bajo el cojín y saca una bolsita de plástico transparente. Lo lanza a mí.

—Todavía haces los mejores porros de este lado de Bucheon, ¿o el establecimiento te ha asimilado completamente al colectivo?

Sonrío y recojo la bolsa. Enrollar un buen porro toma concentración. Usas mucha hierba y es sólo un desperdicio —demasiado poca y pierdes el propósito.

Se trata de un proceso relajante. Como tejer.

Lamo el borde del papel y lo aliso. Luego se lo paso a Taeyang.

Lo mira con admiración—. Eres una artista.

Pone el porro entre sus labios y enciende su Zippo.

Pero antes de que la llama toque la punta, cierro la tapa de metal con fuerza.

—No. Podría drogarme por el contacto.

—¿Entonces?

Suspiro. Y miro a Taeyang   a la cara—. Estoy embarazada.

Sus ojos se amplían. Y el porro cae de sus labios.

—¿No, mierda?

Niego con la cabeza—. No mierda, Taeyang.

Se gira hacia adelante, mirando la mesa. No dice nada por varios momentos, así que lleno el espacio muerto.

—Jisoo no lo quiere. Me dijo que abortara.

Las palabras salen sin vida. Planas. Porque todavía no puedo creer que sean verdad.

Taeyang  se vuelve a mí y sisea—. ¿Qué?

Asiento. Y lo lleno con los detalles más sórdidos de mi salida de Seúl. Para cuando estoy acabado, él está sobre sus pies, enojado y paseando. Murmura—. Esa hija de puta me debe un arma.

—¿Qué?

Hace un gesto—. Nada —Luego se sienta y empuja una mano a través de su pelo—. Yo sabía que era una idiota, lo sabía. Realmente no la tomé por un Park Jinyoung, sin embargo.

Cada pueblo tiene dos lados de las vías —el lado bueno y el lado no tan bueno. Park Jinyoung desde el lado bueno de Bucheon, con rociadores automáticos y una McMansion con estuco. Él era un senior, en nuestro segundo año de secundaria. Y desde el primer día de escuela ese año,  Jinyoung estaba enfocado en una cosa: Jennie.

Taeyang lo odio a la vista. Siempre ha sido desconfiado de las personas con dinero, dinero que no ganan ellos mismos. Y Jinyoung no era la excepción. Pero Jennie  mando de paseo a Taeyang. Le dijo que era ridículo. Paranoico. Dijo que ella quería darle una oportunidad a Jinyoung.

Así lo hizo. También le dio su virginidad.

Y cuatro semanas después, detrás de las gradas en la escuela, Jennie  le dijo a  Jinyoung que estaba embarazada. Al parecer en Bucheon las mujeres somos bastante como terrenos fértiles.

TWISTED (CHAESOO GIP) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora