El ser humano promedio gasta un tercio de su vida en cama.
Ocho mil trescientos treinta y tres días. Doscientas mil horas.
¿Por qué te estoy diciendo esto? Porque nunca deberías sentirte mal por gastar mucho dinero en ropa de cama decente. Una buena manta no tiene precio. Cuando eres joven, te protege contra el hombre del saco. Y cuando no eres tan joven, mantiene caliente tus viejos huesos.
Mi madre tira de mi edredón hasta mi barbilla, arropándome en mi cama de infancia, como una niña de seis años durante una tormenta.
Después de mi ataque en la sala de descanso, me llevó arriba al pequeño pero pintoresco apartamento de dos dormitorios encima de la cafetería donde me crié. Mi madre todavía vive aquí. La casa de mi juventud.
Ella limpia las lágrimas que caen por mis mejillas. Hipo y tartamudeo—. Yo- yo-yo soy... muy... es-s-estúpida.
Fui la mejor estudiante de mi clase en la escuela secundaria. Soy egresada de la escuela de derecho de Harvard.
La ignorancia no es algo que conozco. Así que no puedo evitar sentir que debería haberlo sabido — debería haberlo visto venir.
Después de todo, viví con Jisoo durante dos años. ¿Cuánto tiempo se tarda para que un leopardo cambie sus manchas?
Oh, es verdad, no lo hacen.
Mi madre cepilla mi cabello lejos de mi cara—. Silencio, Chaengnie.
Mis ojos están hinchados y mi nariz está moqueando, haciendo que mi voz suene nasal e infantil—. ¿Q-q-qué... soy yo... v-v-voy a hacer, mamá?
Ella sonríe con calma, como si tuviera todas las respuestas. Como si tuviera el poder para tomar cualquier daño —éste— tan fácilmente como ella solía besar lejos el dolor de mis lastimadas canillas y rodillas raspadas.
—Vas a dormir ahora. Estás tan cansada.
Continúa corriendo sus dedos por mi cabello. Es calmante. Relajante—. Duerme ahora....
Duérmete mi dulce, dulce chica
Mi padre me enseñó a tocar la guitarra, pero tengo la voz de mi madre. Acostada en la cama, cierro mis pesados ojos cuando ella canta. Es una canción de Melissa Etheridge acerca de los ángeles sabiendo que todo irá bien. Es la misma canción que cantó para mí la noche que mi padre murió —la noche que durmió en esta cama conmigo. Porque no soportaba dormir en su cama sola.
Con la voz de mi madre en mis oídos, finalmente me dejó ir.
Y duermo.
¿Sabes cuándo tienes fiebre? ¿Y yaces en la cama, dando vueltas, rodando, girando con las sabanas alrededor de tus piernas? Realmente no estás durmiendo, pero tampoco estás muy despierto. Hay momentos de conciencia, al abrir los ojos y notar con asombrado desconcierto que está oscuro afuera. Pero en su mayor parte es sólo un nebuloso borrón.
Así son los próximos dos días para mí. Un escenario con la luz del sol y la luna, de lágrimas y vómitos y bandejas de comida que son llevadas lejos sin ser tocadas.
Los momentos en ese espacio entre la vigilia y el sueño eran los más duros. Cuando empiezo a creer que todo era una horrible pesadilla conjurada al ver demasiadas repeticiones de 90210. Me recuesto con una almohada en mi espalda y juro que Jisoo está detrás de mí.
Ella da el mejor despertar —es nuestra propia tradición. Todas las mañanas se presiona contra mí y susurra en mi oído, adorándome con sus palabras y con sus manos.
Pero luego abro los ojos y veo que la almohada es sólo una almohada. Y se siente como una recién formada costra al ser rasgada —sangra un poco más cada vez.
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TWISTED (CHAESOO GIP)
RandomHay dos tipos de personas en el mundo. Los que observan primero y los que saltan. Siempre he sido más una espectadora. Cautelosa. Una planificadora. Eso cambió después de que conocí a Kim Jisoo. Ella es tan persistente. Tan segura de sí misma -y de...