EXTRA II: Anhelar era suficiente

4.6K 357 161
                                    

ATENCIÓN: Este extra es un flashback ubicado antes de los acontecimientos narrados en la primera parte de esta historia, Príncipe. En el siguiente capítulo se reanuda la historia de Heredero.

EXTRA II: ANHELAR ERA SUFICIENTE.

Cuando todavía estábamos cambiando para mejor.

Querer era suficiente.

Para mí era suficiente.

Vivir por la esperanza de todo.

La ventana que siempre estaba abierta para él crujió cuando empujó una de las puertas. Ingresó a la habitación con un jadeo y algo de arena se desprendió de la suela de sus botas para ensuciar el piso impoluto. Observó ahora desde la altura de la segunda planta que nadie le hubiese visto trepar hasta ahí y suspiró. Aún dentro de la propiedad podía percibir el olor del mar en el aire, recordándole lo cerca que estaban de la costa.

Dejó su bolsa de pertenencias sobre una silla y caminó en silencio hasta la otra recámara. La puerta estaba abierta apenas y por la grieta pudo fisgonear en el interior. La recámara principal estaba vacía excepto por el príncipe que evaluaba cuál uva de la bandeja servida para él era la indicada. Usaba ropas más livianas y cómodas de las que usaría en el Palacio y tenía el cabello ligeramente húmedo.

Se aclaró la garganta y tocó la puerta, llamando su atención.

Zayn alzó la mirada y una sonrisa estiró sus labios cuando Liam empujó del todo la puerta y se reveló ante él. Liam sabía cuál era su aspecto. Aún llevaba su indumentaria de servicio, tenía el rostro enrojecido por el sol y la piel bañada por el sudor del viaje sobre el caballo, totalmente lo contrario a Zayn.

—Pensé que no vendrías y tendría que pasar mi descanso solo —confesó, llevándose la uva a los labios para comenzar a caminar hacia él.

Liam retrocedió, con una sonrisa igual de cómplice que la del príncipe. El silencio que reinaba sobre los pasillos y la propiedad en general llamó su atención.

— ¿Enviaste lejos a todos los sirvientes? —preguntó Liam, alzando las cejas.

—A todos —presumió Zayn, tratando de alcanzarlo y mostrándose sólo un poco impaciente cuando Liam se refugió detrás de una mesa, frustrando sus intenciones.

— ¿Incluso los guardias? —insistió, rodeando la mesa en el momento que Zayn trató de alcanzarlo de nueva cuenta.

—Por supuesto, no podría hacer nada si les tenía rondando por aquí —justificó, deteniéndose cuando resolvió que no podría atraparlo—. ¿A dónde quieres llegar? ¿Tengo que perseguirte por toda la casa?

La idea reanimó un recuerdo en la mente de Liam, sobre jóvenes herederos que lo invitaban a jugar en los jardines y se perseguían entre sí hasta que algún guardia o alguno de los príncipes iba por ellos.

—No escuchaste que abrí la ventana —indicó, señalando el sitio por donde ingresó—. Comienzo a pensar que no es el mejor de los planes dejarte solo aquí esperándome si no estás alerta.

—Todo cruje en esta casa, Liam —rezongó, apoyando las manos en la cadera—. Y seguirá crujiendo, si de mí depende. No estaré de los nervios por cada ruido.

Heredero » l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora