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3-. Solemne colaboración

|3| • SOLEMNE COLABORACIÓN •

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Ojos dorados observando cada uno de nuestros movimientos.
Perdiendo el tiempo sin el sol o la luna. Sombras, ni siquiera pueden tocar el suelo.
Esta escalera está en espiral más abajo.

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El sol comenzaba a teñir las aguas del puerto cuando vio a los barcos zarpar. Algo del frío de la noche perduraba todavía en el lugar, haciendo que tanto hombres como animales se movieran algo inquietos en sus lugares, a la espera que el desierto arrastrara el calor hasta la ciudad. A cada minuto que transcurría, los barcos pasaban de ser una definida silueta a un simple punto en la distancia que se abría.

—Apenas sepamos algo será informado, Majestad —indicó uno de los capitanes encargados de la Armada.

—Que los dioses amparen su travesía, capitán.

—El coloso del mar nos traerá de regreso con buenas nuevas —prometió el capitán.

Louis asintió a sus palabras, y el oficial se despidió con una reverencia. Sus hombres le siguieron y la temprana actividad en el puerto comenzó. Louis permaneció un momento más observando el mismo punto, pensativo.

Había algo que le hacía falta, algo que le hacía sentir que trabajaba a media capacidad.

—Creí que había plena confianza en Cesar Brönte —comentó Luke a su lado, estaba de pie, a un lado de su propio caballo y sosteniendo las riendas.

Louis apartó la mirada del mar y se encontró los ojos azules ajenos mirándolo desde abajo.

—La hay, pero he concluido que es mejor enviar refuerzos. Prefiero que en su misión sobre la ayude a que le haga falta. No sabemos en qué condiciones está la princesa Gemma y su familia o si está siendo perseguida. Esto podría ser una simple reunión, un rescate si somos optimistas... O el inicio de las tempranas hostilidades. Y para cada escenario necesitamos una respuesta.

Luke asintió, aparentemente satisfecho con la respuesta. Louis sabía que entre las filas de su Guardia Real y el mismo ejército podía haber cierta inconformidad con los privilegios que estaba recibiendo alguien que bien se podía considerar un mercenario en tierra, un pirata en el mar..

—La desinformación juega en nuestra contra —resolvió el rubio, dejando ir un agotado suspiro.

Tuvo que darle la razón.

Removió las riendas de sus monturas y dirigió un comando al animal para que girara y comenzara un paso hacia la ciudad.

—Sube a tu caballo, Luke. Tendremos algunas palabras.

El muchacho accedió a sus órdenes, diligente como desde el primer día que se colocó una armadura con los símbolos de las Tres Coronas. Luke combatió con él en Hiems e incluso le salvó la vida en ese entonces, utilizando su propio cuerpo como un escudo para protegerlo de una herida que pudo haberlo inutilizado por toda la jornada. Confiaba en sus habilidades y su lealtad, al punto que por casi más de un año le relegó la responsabilidad de cuidar de Harry. Lo había hecho bien, su consorte jamás tuvo queja alguna del guardia. Recordaba haberle visto algo contrariado cuando le avisó que ya no escoltaría a su consorte.