Me dirigí al instituto, más temprano.
Ya era la hora del recreo y Jack no venía. Pidió permiso para entrar a clases después de recreo.
Salí de mi salón ya que Calleigh salió casi corriendo sin avisarme y necesito ir a comprar.
Decidí ir a buscarla para que me acompañe. Me sorprendí al ver a Calleigh junto a una silueta masculina conocida, a varios metros, ¿Qué hace aquí?
El hablaba con mi mejor amiga, me estaba acercando a ellos cuando de pronto, mi mejor amigo, Jack, me saluda.
—Hey Aria, ¿cómo estás?
—Bien, gracias por preguntar y tú —respondí viendo aún en dirección a Calleigh.
—Estoy bien, gracias a Dios —lo miré para no parecer maleducada.
—¡Genial! —desvíe mi vista para corroborar que Calleigh y él siguieran ahí —sabes, debo irme.
—Vale, te espero en el salón.
Me acerqué a ellos para que Calleigh me presentara al chico, que ya había visto antes, incluso sabía su nombre.
Se fueron caminando hacia un pasillo solitario, seguro no notaron mi presencia.
Los busqué por todos lados, incluso le pregunté si habían visto a Calleigh a cinco chicos que estaban formando un círculo viendo saber qué cosa en un móvil. Todos la conocen por ser rubia y bonita. Me indicaron que se fué por el pasillo de los casilleros.
Me dirigí al lugar corriendo, como si mi vida dependiera de ello.
Cuando al fin los identifiqué, quedé en shock por lo que mis ojos vieron, sentí que lágrimas estaban a punto de correr por mis mejillas. Las detuve con todas mis fuerzas. Sentí un nudo en mi garganta que dolía demasiado.
—Oh, Aria, no te había visto, te presento a mi novio, ya lo conoces. Es Owen.
Sentí mi corazón estrujarse en ese instante, como si lo exprimieran sin piedad.
—Mucho... gusto... eh... debo... irme — apenas logré articular.
Corrí hacia el baño, agradecí que no hubiera nadie y empecé a llorar. Lloré como nunca antes en mi vida. Apenas ayer estaba pensando en volverlo a ver, y hoy lo veo, de la mano con mi mejor amiga, cerquita uno del otro, ¡Apunto de besarse!
¿Qué hice mal?
¿Que se supone que haré ahora?
Dios, Tú dijiste que encontraría a la persona correcta y cuando creo haberla encontrado, me pasa esto, ¿Por qué?
A veces pienso que realmente no soy nadie y no tengo propósitos como en la iglesia suelen decir... Que merezco estar sola, siempre estaré sola.
¡Cómo no!, si no soy tan bonita como para gustarle a alguien.
Todo está en mi contra, no soy alta como Calleigh, no tengo el cabello rubio y largo. Jamás se fijaría en mí un chico guapo. No soy suficiente para nadie.
Me limpié el rostro tratando de mostrar que nada había pasado, que nada me había afectado. Aunque era todo lo contrario.
Pasé nuevamente por el grupo de chicos que estaban en el pasillo que da a mi salón. Ahora que los veo de frente, dos de ellos están conmigo, lo otros tres deben estar en uno de los otros salones.
En ese momento suena el timbre que anuncia el fin del recreo.
Uno de ellos me mira. Aparto la mirada rápidamente y me dirijo al salón. Poco tiempo después, los dos chicos entran al aula. Ya adentro me ignoran y yo también los ignoro.
Toda la clase fué aburrida, no le dirigí la palabra o mirada a mis amigos. No tengo ganas de hablar, mucho menos con Calleigh.
A la hora de salida tomé mi mochila e intenté, por primera vez, salir entre el tumulto de estudiantes, si piensan que esta vez fuí yo a la que tiraron de rodillas, la respuesta es no, caí sentada. Lo bueno fué que no tuve que hablar con Jack y Calleigh.
Me puse de pie sin ayuda de nadie. El chico que me miró raramente a la hora de recreo, se burló al pasar a mi lado, ¡Ni siquiera tuvo la caballerosidad de ofrecerme su mano!
Salí lo mas rápido que pude del instituto, todo por no detenerme a hablar con mis amigos, especialmente con la rubia.
Al llegar a casa me encerré en mi cuarto a llorar. Ésta vez no llegó nadie a llevarme al culto y lo agradecí. Estaba destrozada y nadie puede verme en este estado.
Encendí mi móvil, había permanecido apagado todo el día, en clase nos obligaron a apagarlo por la distracción que provoca en los estudiantes, no entiendo por qué lo hacen si los maestros son igual o peor que nosotros.
Ví varios mensajes de Jack preguntando si estaba bien. Le dije que sí. Lo cierto es que todo estaba mal conmigo. Me sentí mal por mentirle, pero ¿Qué más podía decirle?
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AMANDO EN SILENCIO ©
Подростковая литератураAria es una chica cristiana que se enamora de Owen, ella lo conoció en un concierto que se realizó en una iglesia a la que ella estaba invitada. Pero hay un problema, Owen vive en otra ciudad y no hay muchas posibilidades de que ella lo vuelva a ver...