A principios de año, cuando recién iniciaban las clases, eligieron a Jean como presidente del salón, digamos que todos lo quieren mucho.
Hacen pocos días la directiva escolar planeó la celebración del día del padre y de la madre, ambas celebraciones juntas. Esto con el objetivo de no gastar mucho en hacer las actividades por separado, ya que éste año es nuestra graduación y son muchos gastos.
No fuí. Para qué. Mi mamá está ocupada siendo una heroína y...
—¿Qué pasa? —me preguntó Jack.
—¿Qué? —dije, tratando de ocultar mi rostro.
Tomó mi barbilla con cuidado e hizo que le viera a los ojos.
—Siempre está ayudando a los demás, pero a mí me deja a un lado. No está cuando la necesito —dije.
—Tu mamá —afirmó, yo asentí.
Jamás le había contado a alguien mis problemas, pero Jack es el culpable de que lo hiciera. Saca lo peor y mejor de mí.
—Lo siento, no quise incomodarte con mis problemas.
—No me incomoda. Soy tu amigo y para eso están los amigos ¿No?
—Supongo —musité mientras me limpiaba los ojos cristalizados —Sabes, jamás me voy a enamorar de un doctor, o enfermero —Jack sonrió de lado —qué, de qué te ríes.
—De nada. Y de quién te enamorarás.
—No sé, de uno que no tenga esas profesiones.
—Y cómo sabrás que es el correcto.
—No lo sé. Sólo sé el lugar en el que quiero conocerlo.
—Déjame adivinar, en la universidad.
—¡No! No creo que sea un buen lugar para encontrar esposo, ni la escuela, ni el parque. Quiero conocerlo en la iglesia, adorando a Dios, que cuando lo vea adorar no pueda enfocarme en él, sino en Dios, que pueda sentir la presencia del Espíritu Santo, y lo sabré.
—Está bien, Pero no tienes que encontrarlo, el te encontrará a tí. Proverbios 31:10
—Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?... —cité, y lo entendí.
Nos quedamos en silencio por unos minutos, sin decir nada más, creo que amo el silencio, a veces es incómodo, pero está vez se siente bien.
—Bueno, yo ya me voy. Venía a ver cómo estabas y ya cumplí con mi deber. No te preocupes, todo se solucionará con tu madre, y con lo de tu futuro esposo. Oraré para que no te toque un doctor.
—Gracias —sonreí.
Es lindo que mi amigo se preocupe por mí, he perdido dos días de clase. Debido a mis circunstancias de ausencia de padres supongo que se preocupó por cómo lo estoy pasando en estas fechas. La verdad si me afecta. Intento ser fuerte.
...
Me preparé para ir al instituto, voy con ropa deportiva porque hoy toca.
Odio esta clase porque me hace sudar. A la mayoría les encanta.
Al llegar al salón me fijo en que Calleigh no ha llegado.
Me siento en mi lugar de siempre, Jack me hace señas para que me siente a su lado.
—¿Y Call? —pregunté.
—Está en el otro salón.
—Oh, sí. Lo había olvidado.
Desde ahora éste será mi lugar. Es extraño no tener a la rubia, ella siempre es más divertida que yo, me hace mucha falta.
En el recreo no quise salir, le pedí a Jack que me comprara algo.
ESTÁS LEYENDO
AMANDO EN SILENCIO ©
Teen FictionAria es una chica cristiana que se enamora de Owen, ella lo conoció en un concierto que se realizó en una iglesia a la que ella estaba invitada. Pero hay un problema, Owen vive en otra ciudad y no hay muchas posibilidades de que ella lo vuelva a ver...