Era mediados del segundo semestre, estábamos concentrados en anotar un montón de ejercicios de matemáticas en nuestros cuadernos, hasta que escuchamos el sonido del timbre que indicaba que era un simulacro.
Salimos en "orden" con las manos sobre la cabeza.
Iba tratando de esquivar a los estudiantes de otras secciones. Choqué con alguien al ser empujada por una masa de chicos. Era Calleigh.
Nos juntamos y formamos en el área libre de árboles o cualquier cosa peligrosa en caso de sismos o eventualidades que expongan nuestra vida.
—Jean te está mirando.
—Qué, adónde —señaló al fondo de la fila y sí, estaba mirando a nuestra dirección.
—Quiz es a tí.
—No lo creo, a demás, yo tengo novio.
—Sabes como son los chicos hoy en día, y yo no me enamoraría de Jean, de nadie en realidad.
—¿Por qué?
No puedo decirle: oye, me gusta tu novio.
—Porque todos son iguales: se fijan en otra chica teniendo novia, se van cuando los necesitas y podría decirte más razones.
—Owen es diferente, el no es así.
Sí, el chico me gusta, pero no estoy segura de eso. A demás, he visto muchas parejas que no tienen un matrimonio feliz. Un ejemplo de eso fueron mis padres, o los padres de Calleigh que están divorciados.
—Si tú lo dices.
—Estoy completamente segura.
—Me alegro.
El timbre volvió a sonar y volvimos a nuestros salones de clases.
Desde hace algunos días Ivonne, la chica a la que suelen tirar de rodillas en algunas ocasiones, me empezó a hablar. No va a la iglesia, pero me cae bien. ¡Wow! es la primera vez que digo algo así de alguien que no sea Calleigh o Jack, y Jean, el también me cae bien.
Jack pidió permiso para ausentarse dos días, Ivonne ha sido mi salvación, es raro estar todo el tiempo sola. Desde hace un mes Jean sólo me busca cuando no estamos en clases, todo el tiempo está con su grupo de chicos aparentemente rebeldes.
Caminamos juntas rumbo al laboratorio. Nos sentamos frente al monitor mientras la clase de sistema operativo y ofimática empezaba.
El recreo llegó y nos fuimos a comprar a la cafetería.
—Vamos a sentarnos —me pidió.
—¿Qué?
—Ya te acompañé ayer en el salón, hoy te toca ir conmigo.
—¿Enserio? ¿No tienes un lugar con menos gente donde podamos comer?
—Vamos —me tomó del brazo.
Y es así como me encuentro caminando hacia una mesa con personas que no conozco.
—Los conoces —murmuré.
—A algunos sí, pero a la mesa que vamos no conozco a nadie —respondió de la misma manera.
—Entonces no nos sentemos.
—No te van a morder.
Terminé sentada por primera vez en la cafetería.
Llené mi cuchara. Me la llevé lentamente a la boca tratando de no hacer algo torpe. Mi boca es pequeña y no me cabe mucho. A veces termino con restos de comida en las mejillas o en mi ropa.
ESTÁS LEYENDO
AMANDO EN SILENCIO ©
Teen FictionAria es una chica cristiana que se enamora de Owen, ella lo conoció en un concierto que se realizó en una iglesia a la que ella estaba invitada. Pero hay un problema, Owen vive en otra ciudad y no hay muchas posibilidades de que ella lo vuelva a ver...