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Yoongi no sabe cómo amar a Seokjin es tan fácil para él, cómo puede decirle sus más íntimos secretos a alguien. Desde que lo conoció, Yoongi no tenía miedo de comentarle algo que a los demás no se atrevería a decirles.

"Hyung ¿Sabes que me gustas?"

Con Seokjin podía ser directo, aunque sea con unas copas de más, estas le hacían decir la verdad. Y la verdad era que deseaba a su compañero desde siempre.

Desde que lo vió entrando al pequeño departamento que compartían, Yoongi se había sentido tan atraído por él. Culpaba a su Omega por caer rendido ante este Alfa, tan alto, sus hombros anchos, su rostro, Dios, ese rostro. Pero luego entendió por qué Seokjin era las estrellas de sus ojos, por qué estaba tan fascinado por todo lo que decía aquel chico.

–¿Yoongi-ah?

–¿Uh?

Seokjin se está riendo de él, porque ha estado hablando y Yoongi no puede concentrarse en otra cosa que no sea tenerlo frente a él, con este "look" que nunca había visto antes. Seokjin se ve un poco cambiado, pero es el mismo de siempre.

Y Yoongi finalmente lo tiene en casa.

Está acostado en el sillón, con ropa cómoda y ve lo contento que se ve en el mueble. Quizás allá tenga que dormir en el piso en ocasiones o su cama no es tan cómoda que digamos, pero son los gajes de un soldado.

Seokjin ha terminado de reír cuando le pregunta otra cosa, sabiendo que Yoongi no escuchó nada de lo que había dicho.

–Tienes muchas cosas en mente ¿eh? ¿Te estoy quitando el tiempo?

–No. No, hyung.

La verdad si estaba ocupado, quizás si Seokjin le hubiera avisado que vendría hoy, podría haber ido a hacer sus actividades antes y no tener que cancelarlas, pero vale la pena ahora que lo tiene aquí mismo.

Yoongi se acerca a él, sentándose cerca de los pies de Seokjin cuando él los quita para hacerle un espacio, se relame los labios y empieza a acariciar las piernas del Alfa.

–¿Cómo te ha ido?

Es una pregunta inocente, pero ve a Seokjin tragar saliva cuando él sigue acariciando sus piernas largas, sintiendo el músculo de su pantorrilla y lo molesta yendo un poco más arriba, pero no lo suficiente para llegar al muslo.

Yoongi sigue esperando que conteste, pero su toque ha dejado a Seokjin mudo.

–¿Mmm?

–B-bien, estoy bien– Seokjin se aclara la garganta –. De-deberias empezar a hacer estos ejercicios, si-si quieres. Por que cuando entres conmigo...

Yoongi sonríe después de escuchar como Seokjin está tartamudeando al sentir sus manos, se compone hablando sobre Yoongi enlistándose con él. Le gusta poner nervioso a su Alfa.

–¿Ejercicio eh? No te había escuchado hablar de ejercicio tan frecuente antes.

Yoongi sonríe de lado, lo sigue viendo y dando masajes a sus piernas, había escuchado de él que caminaban y cargaban mucho para el entrenamiento, quiere ver lo que éste ha cambiado en el cuerpo de su Alfa. Observa cómo la tensión en Seokjin va desapareciendo.

–Es lo único que pienso ahora, no quiero fallar en las prácticas.

Yoongi sonríe más, recuerda a Seokjin diciendo eso siempre que les tocaba aprender una coreografía nueva y se ponía a ensayar con Namjoon.

–Deberías ir al gym de la empresa con tu compañero de prácticas entonces.

Seokjin bufa y hay más risas de su parte, Yoongi tiene más confianza con él, como si no se hubieran alejado el uno del otro estos meses, así puede acercarse aún más a Seokjin.

Mis impulsos sobre ti | JinsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora