La crianza de un hijo

Cap 4

Un bebé de dos meses se encontraba viendo fijamente uno de los jueguetes que tenía en sus manos. Su padre lo vigilaba por precaución a que pase algo. De repente, el bebé lanzó un grito de alegría al sentir la presencia de su madre, haciendo sonreír a su padre mientras lo veía feliz.
-Veo que esta feliz de verte. -dijo el alfa viendo a su pareja que estaba pasando por ahí.

-Shun, ¿cómo está el pequeño de mami? -preguntó mientras acariciaba a su hijo y este riera al estar cerca de este.

-¿Te parece si vamos a pasear? -preguntó el pecoso. -Ya sabes para que Shun pueda estar en otro ambiente que no sea la casa. -dijo mientras se acercaba a su esposo.

-No lo sé... Creo que aún está muy pequeño para salir. -murmuró con nervios. No quería que su hijo saliera aún.

-Entonces al menos podríamos ir al restaurante de Sanji, ya sabes porque mañana debo volver a trabajar y pasaré menos tiempo en casa. -dijo algo triste.

-Está bien -dijo mientras iba al cuarto con su bebé y empezaba a alistarse. Se puso uno de sus típicas ropas mientras que a su bebé le puso una camiseta con unos pantalónes color amarillo para después alistar la pañalera donde lleva cosas necesarias para su bebé.

Ahora la pequeña familia se encontraba en el restaurante All Blue, donde Sanji, uno de los amigos de su hermano, era el dueño.
-Como extrañaba este lugar -dijo mientras comía la comida que había ordenado. -¡Que delicioso! -habló feliz.

-Oye come más despacio, te vas atragantar. -regaño el rubio, el cachorro solo veía a su padre mientras tomaba de la leche de su madre muy a gusto.

El dueño del restaurante se acercó donde estaban los padres primerizos.
-Hola Sabo, Ace -saludó con una sonrisa para después mirar al bebé de 2 meses. -Este debe ser el pequeño Shun, es muy tierno. -habló con una sonrisa.

El cachorro de ojos azules solo buscaba esconderse en el busto de su madre delta.
-Es su primera vez saliendo, así que supongo que es normal que este nervioso y asustado. -dijo mientras acariciaba la cabeza de su hijo.

-Ya veo... ¿Hay algo más que quieran pedir? -preguntó después de murmurar lo primero. La verdad es que actualmente el rubio estaba esperando un bebé de cierto alfa y eso le angustiaba un poco.

-¡Yo quiero otro plato más! -alzó la voz el pecoso.

Aquella tarde la pasaron bien, después de comer el Alfa convenció al rubio de ir al parque, el cual aceptó. Su hijo pareciera que no le gustaba estar mucho lejos de casa.
-Parece que alguien no le gusta salir. -dijo el pecoso burlándose de su hijo que tenía el ceño fruncido.

-Jajaja, no lo molestes, se va enojar peor. -dijo entre risas el rubio.

-Creo que Shun ya está muy enojado. -dijo el alfa mientras alzaba a su hijo y lo ponía en su regazo mientras le daba unos besitos a su bebé en los pies haciendo que empiece a reír.

Si le preguntarán al delta si cambiaría a su pequeña familia, él obviamente se negaría, jamás cambiará a su amada familia.
-Ace, ya debes dormir. -dijo el de ojos azules viendo a su pareja. -Mañana tienes que ir a trabajar, yo me haré cargó de Shun esta noche. -dijo con una sonrisa acariciando el cabello negro de su Alfa con cariño.

-¿Estas seguro? -preguntó nervioso. -Sabes que puedo faltar si así gustas. -habló viendolo fijamente.

-No... Yo puedo solo; voy a alimentarlo y después voy hacerlo dormir. No te preocupes por nosotros. -dijo con una sonrisa.

-Entonces está bien -dijo para acercarse a su esposo y besarlo tiernamente para después irse a descansar.

El rubio alimento a su hijo para después mecerlo para que este pueda dormir; por suerte logró conseguirlo y el pequeño cachorro durmió. Así que se fue a descansar.

Al día siguiente el rubio estaba con un porta bebés mientras preparaba el desayuno, su hijo se había despertado muy temprano y no lograba que se durmiera.
-¿Cómo dormiste? -preguntó el de ojos azules al pecoso que se estaba sentando en el comedor, ya listo para volver al trabajo de siempre.

-Dormí bien, pero aún no me siento listo para dejarlos... -suspiro triste viendo a su pareja

-Ya te dije que no te preocupes por nosotros -dijo mientras se acercaba con dos platillos para dejarlo en la mesa. -Vamos a estar bien, ya sabes que puedo encargarme. -volvió a hablar mientras que el bebé empezaba observar como su papá comía.

-Aaaah... No quiero ir a trabajaaaaaar -dijo cansado. -¿Encerio tengo que ir? -preguntó con un puchero.

-Pues claro que si. Ya hablamos de esto. -dijo con el ceño levemente fruncido.

-Pero -el pecoso no pudo seguir protestando ya que su esposo lo interrumpio.

-Nada de peros -soltó enojado el delta. -Estaremos bien, ya sabíamos que tarde o temprano tendriamos que volver al trabajo. -dijo el rubio mientras daba palmadas a su pareja.

-Está bien... -dijo mientras empezaba a comer o mejor dicho devorar la comida.

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Hola, aquí otro capítulo.

La verdad me estoy quedando sin inspiración, así que tal vez los capítulos sean muy aburridos.

Bueno.

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