Cap 1

1.7K 73 28
                                    

Un alfa de cabellos rubios se encontraba haciéndo el aseo de su casa con su abultado vientre.
-Ufff. -suspiro mientras se sentaba en el sofá de su ya limpia sala. -Ahora hasta hacer estas tareas tan simples, me agotan. -dijo cansando mientras acariciaba su vientre de ya cinco meses.

De repente, escuchó como la puerta era abierta por su marido. Por lo cual se levantó para ir a saludar.
-Ace, ¿qué te trae aquí tan temprano? -preguntó. Aunque realmente se alegraba mucho de que su alfa este ahí.

-Oh, simplemente me dejaron ir temprano. No tenía mucho que hacer así que preferí estar junto mi esposo. -dijo con una sonrisa sonrojando al otro. -¿Y cómo está el pequeñin? -preguntó mientras acercaba su cara al vientre de su esposo.

-Qué cosas le andas diciendo. -dijo entre risas.

-Le voy avisando que su mamá es un gruñon. -dijo ganándose un golpe de éste.

-¡No le digas esas cosas! -gritó enojado para después suspirar. -¿Qué voy a ser con tu padre? -habló con su bebé.

-Sabo, hace tiempo que no lo hacemos ¿te gustaría follar? -preguntó con una sonrisa coqueta haciendo que este se avergonzara.

-¿Qué cosas dices? Idiota. -dijo enojado el Rubio.

-¿Qué? Ya no puedo follar a mi esposo. -dijo con un puchero en la cara.

-No, no puedes -dijo serio mientras iba a la cocina, pero en eso su Alfa le alza al estilo princesa. -¡Oye bajame! ¡Bajeme Ace! ¡Si no me sueltas te juro que lo pagarás muy caro! -gritó enojado golpeado la cara de su esposo.

-Tranquilo no haré nada que no te guste. -dijo para después empezar a besarlo, mientras lo llevaba a la cama del hogar.

-Ah~ -gimio entre el beso al sentír como las manos de su esposo tocaban su piel.

El de pecas desvestía a su esposo mientras le seguía besando. El delta solo podía dedicarse a gemir abajo de su esposo a su suave tacto.

Después de su alocada noche, el pecoso se encontraba haciendo el desayuno a su pareja que se encontra en la cama durmiendo. El embarazo le quitaba mucha energía. Siempre se encontraba llorando por todo, a su pareja le costaba verle así, puesto que Sabo era alguien que no lloraba mucho frente a los demás. Pero ahí lo veías con una vientre abultado llorando porque no quiso bañarse con él. Se había vuelto muy sensible.

-Ahh... aaah... Mhg -trataba de callar su llanto al no ver a su pareja a su lado.
-Ace... ¿Donde estas? -preguntó en un susurro.

El pecoso noto como las fermonas triste de su pareja se esparcian por toda la casa, haciendo que se preocupara.
-Sabo, ¿estás bien? -preguntó preocupado, pero rápidamente recibió un pequeño golpe de su pareja.

-Te dije que no me gusta que te vayas sin avisar -dijo mientras limpiaba sus lágrimas. -Me preocupo, además de que me duele la espalda y la cadera -dijo mientras seguía llorando.

-Pero es que te vez tan cómodo y lindo durmiendo que no me gusta despertarte -se justificó.

La pareja se encontraba desayunando después de aquella plática, pero de pronto se oyó el sonido del timbre. Parece que no tendrán un descanso en su día libre.
-Ya voy. -dijo mientras se acercaba a la puerta. Grande fue sorpresa al ver a esa persona.

-¡Ace!, ¿Dónde está Sabo? -preguntó mientras ingresaba a la casa como si nada.

-Hola, tu debes ser Ace-ya, me alegre verle. -dijo nervioso.

-Oye Luffy no molestes a Sabo, anda de gruñon -dijo mientras se acercaba al Omega, sin embargo recibio una mirada asesina del rubio. -¿Y tú vas a quedarte ahi parado? -preguntó molesto.

-Eh... No -dijo mientras entraba a la casa.

-¡Oh cierto! Quería presentarles a Torao -dijo con una sonrisa mientras se acercaba a este agarrando lo por el brazo.

-¿Torao? Que nombre tan tonto -dijo burlonamente el pecoso.

-Bueno... En realidad me llamó Trafalgar Law, mucho gusto -se presentó haciendo una reverencia.

-Oh un gusto Law-san, soy Sabo el hermano mayor de Luffy -dijo con una sonrisa ayudando a calmar los nervios del otro.

-Torao es mi pareja -dijo con una sonrisa.

El pecoso no podía evitar poner una cara de sorprendido, su hermanito tenía pareja, aunque no era de sangre lo quería como uno, porque así fueron criados.

-Así que pareja -dijo con una sonrisa forzada poniendo más nervioso al Alfa. -No lo aceptó, Luffy estas muy joven para tener pareja, además. ¿Por qué este idiota? Seguro que puedes tener uno más lindo y no uno que parezca mariguanero. -dijo mientras volteaba su mirada enojado.

-No vine por tu aceptación, solo se los presentó -se defendió. -Torao es muy bueno, me gusta y no harás que termine con él y no estoy joven tengo 21 años.

-Vamos Ace, Luffy ya es lo suficientemente grande para decidir por si mismo -defendió a su hermano menor. -Se que te preocupa, pero yo se que él sabe defenderse, ¿verdad, Luffy? -dijo con una sonrisa, mientras el otro asentía.

-Así es, Torao es una gran persona, seguro que les va caer muy bien. -él mencionado solo veía la situación algo nervioso.

Al final aquella tarde la pasaron bien. Law logró llevarse bien con la familia de su Omega, aunque su relación con él mayor era complicada.

La crianza de un hijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora