Octubre llegó y con ello las hojas del otoño color amarillas y naranjas caían y bañaban de colores el gran patio verde. Cada día que regresaba de la escuela con un rastrillo lo limpiaba y los gatos se lanzaban en las montañas de hojas que iba acumulando.
Había muchas personas en la casa cada que se acercaba el día de la importante reunión de abuelitos en la casa. Mi abuela no dejaba de caminar de un lado a otro ordenando como quería las cosas. Se había puesto zapatillas para que su andar sea más cómodo. Ella siempre llevaba puesto sus tacones de suela roja, relucientes, y altos, era raro verla sin ellos.
Había llevado mis libros a la biblioteca, que era el único lugar donde no había personas con papeles y lápices para anotar o con muestras de telas en escala de grises para que mi abuela eligiera qué usar en su decoración.
El teléfono de la oficina del abuelo sonó, sacándome de mi concentración en mi lectura. Esperé a que alguien respondiera, pero nadie le hizo caso. Dejé que pasara cuando volvió a sonar otra vez, pero esta vez por menos tiempo. A la tercera salí de la habitación y caminé a la habitación de al lado que era un salón pequeño donde el abuelo lo usaba para hacer sus cuentas o una lista de pedidos de libros para el negocio.
El teléfono con los números en un círculo me rompía los tímpanos con su sonido. Necesitaba un arreglo o que le dé un golpe y que responda la llamada.
—Hola, buenas tar...
—Hola —susurró una voz al otro lado del teléfono.
Apreté muy fuerte el teléfono que me dolió la mano.
—Te pasaré con el abuelo.
—¡No! Alonso por favor...
—Lo buscas a él, no a mí.
—Quería que me pasaran contigo.
—Pero yo no te hubiera atendido.
Soltó una fuerte respiración y pude imaginar cómo fruncía la boca.
—Bueno, ahora lo haces.
—No, llamaré a la abuela.
—¡No, ella no!
—ABUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA —grité tan fuerte como pude.
Era raro escuchar mi voz gritando, casi nunca lo hacía.
—Alonso.
—ABUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA.
—Alonso, por favor.
—ABUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA, LLAMAAAAAAANNNNN AAALLLLLL TELÉFONOOOOOOOOOO.
Como no llevaba tacones, no podía escuchar si venía en camino.
—ABUELA TE BUSCAAAAAAAAANNNNNNN.
—¡Alonso ya basta!
—ABUELAAAAAAAAAAAA —esta vez le grité al teléfono.
—¡Cállate Alonso!
—ALGUIEN LLAMAAAA AL TELÉFONO, ABUELAAAAAAAAAAAAAAA.
—Alonso, solo quiero hablar contigo.
—Yo no.
—Alonso, solo quiero saber cómo estás.
—Con vida, para tu suerte.
—Alonso, yo no quería...
—Pues lo hiciste, y estoy mejor con ellos, fue lo que querías.
—Alonso...
—No, ya deja de buscarme.
—Seguro ellos me están odiando ahora mismo.
—Internamente, sé que si lo hacen.
![](https://img.wattpad.com/cover/304270727-288-k908215.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Amor a la antigua ✔
Teen FictionAlonso acaba de mudarse con sus abuelos, y los rumores de aquel nuevo chico atendiendo en la librería más concurrida llegan a oído de todos. Ahora todas las chicas compran cualquier libro con tal de acercarse a él, pero los intereses de Alonso no es...