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Otro día en la academia, Hazel se dirigía a la sala de ensayos donde estaría la coreógrafa del proyecto. Mientras caminaba, pensaba en su vida en general y cuestionaba un poco su situación actual. Tenía 22 años y había venido a estudiar su carrera universitaria desde Inglaterra. Su madre era chilena y su padre japonés; ambos se conocieron un día lluvioso en Londres. Creció hablando tres idiomas: su madre le hablaba en español, su padre en japonés, y por cuestiones de geografía hablaba inglés con el resto. Su educación fue en colegios públicos y tenía un promedio regular. Sus pasatiempos eran bailar y nadar. Cuando se graduó, decidió aplicar a una beca para estudiar en el extranjero, y desde hace tres años estaba en Corea estudiando pedagogía en educación física. Su escenario actual se veía prometedor: en sus clases le iba bien, aprendió coreano en un año, tenía tiempo libre para bailar y trabajar a medio tiempo, y su vida era bastante tranquila en general. El último suceso interesante fue la semana pasada, cuando la eligieron para bailar en un grupo de competencias, y eso la llevaba hasta este momento.

Se encontraba frente a la puerta de cristal, a través de la cual se veía un grupo de seis chicas. Tomó aire y abrió la puerta.

—Hola, soy Hazel, un gusto conocerlas —dijo, haciendo una reverencia de 90 grados y viendo cómo las chicas la miraban con curiosidad.

—Hola, soy Lusher —respondió una de ellas, haciendo una media reverencia y sonriendo.

—Yo soy Tatter, un gusto —dijo otra, sonriendo e imitando la reverencia de Lusher.

—Minah, el gusto es nuestro, Hazel —dijo otra más, sonriendo e imitando a las dos anteriores.

—Kyma, me gusta tu nombre —dijo otra, sonriendo e imitando a las demás.

—Cheche —dijo otra, extendiendo su mano y agitándola enérgicamente mientras sonreía.

—Sowoen, eres muy bonita —dijo la última, sonriendo e imitando la reverencia de las otras.

Hazel escuchó unos pasos detrás de ella, se giró y quedó de frente a una chica alta, a solo un paso de distancia.

—Y yo soy Bada —dijo la chica, con una media sonrisa. La diferencia de estatura era notable; había unos diez centímetros de diferencia, y los ojos de Bada la hipnotizaban.

—Yo... am, soy Hazel —dijo Hazel, nerviosa.

—Lo sé, yo pedí que fueras reclutada —respondió Bada, sonriendo y haciendo que sus ojos formaran unas lindas medias lunas.

—Gracias por la oportunidad.

—Tienes potencial y me gusta tu estilo al bailar —dijo Bada, mirando al resto del grupo antes de ponerse al frente de todas.

—Bien, ya que estamos todas, comencemos con el calentamiento. Hoy veremos la rutina.

Bada era exigente y los pasos debían ser perfectos con el tiempo del compás. Llevaban una hora y media ensayando y Hazel ya estaba exhausta. Al parecer, no era la única, ya que Tatter se tiró al suelo después de terminar la primera parte de la coreografía.

—Bien chicas, suficiente por hoy. Tomen un descanso e hidrátense, tienen cinco minutos. Luego haremos la soltura en conjunto.

—Gracias, Bada-shii, realmente estoy muriendo —dijo Lusher, que estaba al lado de Tatter.

—Todas estamos así —dijo Sowoen, sentada en el suelo mientras miraba al resto.

—Hazel, ¿todo bien? —preguntó Bada, que estaba frente a ella. Hazel miraba las zapatillas de Bada mientras intentaba regular su respiración. Sus manos estaban en sus rodillas y tuvo que levantar la cara para mirarla.

Bada tomó a Hazel de los hombros para que se enderezara.

—Respira conmigo, inhala, exhala, vamos despacio, pequeña —dijo Bada, sujetando los hombros de Hazel y mirándola mientras repetía "inhala, exhala".

—Gracias, Bada, no era necesario, pero gracias —dijo Hazel, sonriendo. Bada soltó sus hombros con delicadeza y sus manos rozaron los brazos descubiertos de Hazel antes de asentir con la cabeza.

—No pasa nada —dijo Bada, girándose y dirigiéndose al resto de las chicas.

Hazel se dirigió a su mochila para sacar su agua y se sentó junto a Minah y Kyma.

—¿Todo bien, Hazel-shii? —preguntó Kyma, girándose para verla.

—Sí, todo bien, hoy estuvo intenso —respondió Hazel, haciendo una pequeña mueca y riendo. Ambas chicas rieron con ella.

—Sí, hoy estuvo bastante intenso. No te preocupes, te acostumbrarás —dijo Minah, poniendo una mano en el hombro de Hazel y dándole unos golpecitos.

—Bien chicas, comencemos con la soltura —dijo Bada. Dirigió la elongación y, luego de aproximadamente quince minutos, las dejó libres.

—Ahhh, nos vemos mañana, chicas —dijo Tatter, levantándose rápidamente para tomar sus cosas e irse.

—Aishhh, esa niña —dijo Cheche, levantándose para tomar sus cosas—. Nos vemos mañana, las quiero, cuídense.

Las demás comenzaron a pararse para dirigirse a tomar sus respectivas pertenencias. Hazel las imitó para poder irse a su pequeño apartamento; quería descansar antes de ir a clases. Kyma y Minah se despidieron, luego se fue Sowoen, y quedaron solo Lusher, Bada y Hazel.

—Nos vemos, chicas, hasta mañana —dijo Lusher, sonriendo y agitando su mano.

—Hazel, necesito tu número para agregarte al grupo de Kakao —dijo Bada, extendiendo su celular.

—Claro —respondió Hazel, tomando el celular y tecleando su número. Al devolvérselo, sus ojos se encontraron nuevamente con los de Bada. Ella tomó el aparato de la mano de Hazel, creando un pequeño roce.

—Bien, pequeña, nos vemos mañana —dijo Bada, sonriendo.

—Nos vemos, Bada —respondió Hazel, sonriendo. Se giró y se dirigió hacia la puerta para salir. La mañana había sido intensa y quería su cama. Mientras caminaba por el pasillo hacia la salida de la academia, pensó en que necesitaba un café, por lo que su primera parada fue una cafetería antes de dirigirse a la parada de autobús.

Todo iba bien hasta que un auto se detuvo frente a ella y bajaron la ventanilla.

—Sube, te llevo.

—Sube, te llevo

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Holaaaaa, últimamente Bada me sale hasta en la sopa y decidí hacerle una novela, les tkm espero les guste y les entretenga.

You're looking for a Girlfriend? | Bada LeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora