La voz de Mackenyu se escuchaba a lo lejos y sentí cómo me removían en mi lugar.
—Haze, cielito, debemos ir al apartamento. Sé que estás cansada por tu práctica y por tener a Bada en tu cabeza las 24 horas del día, pero debes descansar correctamente en tu cama, princesa. —Yo asentí mientras me restregaba los ojos para acostumbrarme nuevamente a la luz. Yuyu salió del auto y se dirigió hacia mi puerta, la abrió y me hizo salir de allí.
—Vamos, cielo, yo te llevo. —El chico se agachó y mostró su espalda para que me subiera en ella. Yo, aún un tanto adormilada, me agarré de su cuello y sujeté mis piernas a sus costados para que me llevara. Además, él llevaba mi mochila colgada hacia adelante.
—Yuyu, te quiero. —Le dije en un susurro mientras me acurrucaba en su espalda. Él rió suavemente y siguió en su labor. Abrió la puerta del apartamento y se dirigió a mi habitación. Me bajó con cuidado y yo me acosté en mi cama. Él me sacó los zapatos y me tapó con una manta.
—Descansa, mi pequeña Haze. Te despertaré para el almuerzo. —El chico lo dijo en un tono suave y depositó un beso en mi frente antes de salir de la habitación.
Desperté por el sonido de mi celular. El tono de llamada se hizo presente y me removí de la cama para ver quién era. Tuve que sacar el teléfono de la mochila y vi que la pantalla estaba iluminada con el nombre de "Bada" en el centro.
—¿Hola? —Mi voz salió un tanto ronca y adormilada.
—Hola, Haze. ¿Todo bien? Tu voz suena ronca. —La voz de la chica sonaba preocupada.
—Oh, es que estaba durmiendo. —Dios, de todos los días en que decido tomar una siesta, Bada me llama.
—Entiendo, pequeña. —Soltó una risita que me hizo sonrojar.
—¿Pasó algo? —Tenía curiosidad sobre el motivo de la llamada.
—No, en realidad solo tenía tiempo libre y te llamé. No pensé que te despertaría, lo siento. —Su voz sonaba un tanto avergonzada y mi corazón comenzó a latir rápidamente.
—Oh, no te preocupes, está bien.
—¿De verdad? Porque si es así, comenzaré a llamarte en mis tiempos libres. —Dijo con curiosidad.
—Tal vez podrías, pero tengo clases en la universidad a partir de las 13:00 hasta las 17:30, de lunes a viernes. —Ni siquiera sabía por qué le había dicho mi horario; solo quería seguir escuchando su voz.
—Mmm, lo anotaré para poder escuchar tu voz en mis descansos. Bueno, preciosa, me tengo que ir; el deber me llama. Nos vemos mañana.
—Claro, adiós. Que tengas un buen día, Bada.
—Adiós, preciosa. Que tengas un buen día también. —Se escuchó su risita y luego colgó.
Les juro que no estoy colapsando. Dejé mi celular en mi velador, tomé una almohada y hundí mi cabeza en ella para poder gritar. Dios mío, realmente esto me está pasando.
Bada Lee, basta, ella se está adueñando lentamente de mi mente. No llevamos ni dos semanas de conocernos, pero joder, esa chica me está matando.
—Enana, ¿estás despierta? —La cabeza de Mackenyu se asomó por la puerta.
—Oh, sí, una llamada me despertó. Todo está bien, Yuyu. —Le sonreí a mi amigo. Él asintió y luego pasó su cuerpo por la puerta.
—Haze, hazme un espacio, tengo sueño. —Mi cama era de plaza y media, así que solo me moví hacia un lado, haciéndole un hueco. Él se acostó a mi lado y buscó mi cuerpo para acercarme a él. Puso sus manos en mi cintura y apoyó su cabeza en mi pecho. Puse una de mis manos en su cabeza y la otra en su cuello, dándole pequeñas caricias.
—Mmmm, qué envidia tengo de Bada. Ella te tendrá y le harás esto mismo y yo quedaré de lado. —Dijo con sus ojos cerrados mientras soltaba un suspiro.
—Qué cosas dices, Yuyu. Si bien ella me gusta y ha demostrado interés en mí, ninguna de las dos ha dado el paso para encauzar esta situación. —Él soltó una risita.
—Pero si serán novias. Le aposté a Chanyeol que de aquí a dos meses serán novias. —Mis ojos se abrieron de forma exagerada y le di un golpe en el hombro.
—¿Es en serio? ¿Le dijiste a Chan y apostaste? Eres un idiota, no te mereces mis mimos. —Quité mis manos de donde las tenía y le empujé. Él solo rió y volvió a acercarme. Esta vez, él puso mi cabeza en su pecho.
—¿Qué? ¿Acaso no puedo sacar provecho de esta situación? Sabes bien que Bada y tú estarán juntas, y si las cosas no salen bien, siempre estaré aquí para ayudarte a recoger los pedacitos de tu corazón, así como tú me ayudaste a recoger los míos. —Su voz salió tan tranquila y le miré. Él tenía los ojos cerrados, por lo que le piqué la mejilla.
—Respecto a eso, ¿cómo has estado?
Él soltó un suspiro y luego me miró.
—Es mejor ser espectador que protagonista. Por eso ando haciéndole barra a Bada. Además, es lindo verte tan feliz, nerviosa y ansiosa por ella. —Rió y movió las cejas de arriba hacia abajo.
—Entonces, aún no estás listo para volver a las pistas. —Ignoré el hecho de que me shippeaba con Bada. Él es literalmente ese amigo que, si me ve hablando con ella, estaría haciendo gestos estúpidos sin que Bada se diera cuenta o diría comentarios como "eso, hija de tigre".
—Ni de broma. Ya recogimos todos los pedazos de mi corazón y aún el pegamento no termina de secar. —Volvió a reír pesadamente y cerró los ojos.
—Ven aquí, Yuyu, necesitas mimos. —Él se acomodó nuevamente, dejando su cabeza en mi pecho mientras yo le volvía a acariciar la cabeza y la espalda.
Mackenyu había tenido una relación que duró dos años. La cosa era seria, tan seria que se iban a casar, pero la chica lo dejó porque encontró a alguien más. En simples palabras, lo engañó. Él quedó muy afectado y allí estuve yo ayudándole a recoger su destrozado corazón. Es por eso que también vivimos juntos desde hace año y medio. Él y la chica vivían juntos, pero después de aquella ruptura, lo acogí en mi apartamento. Era muy pequeño para ambos, así que tuvimos que buscar uno más grande, y esto nos lleva a este día. Hoy se cumplía otro mes desde que a Yuyu lo desecharon como si fuera una servilleta usada. La chica se ganó mi odio desde ese día, y mi amigo quedó con serios problemas de autoestima, que ha tenido que tratar con terapia. Aunque él parece sacado directamente de un anime, si le teñimos el cabello de verde sería Zoro de One Piece, y ni hablar de su linda personalidad: es atento, detallista, tiene buen humor casi siempre, aunque a veces es mandón y enojón. Quitando esos detalles, era el chico perfecto.
—Si Bada te rechaza y no te valora, yo siempre estaré esperando por ti. —Su voz salió adormilada y en un susurro. Mis manos se quedaron quietas y sentí cómo la respiración de Mackenyu se volvía más pesada. Se había quedado dormido.
Era la primera vez que Mackenyu me decía algo que no sabía cómo interpretar.
💖
Holissss ¿Cómo andamos?, giró inesperado en la trama ahhhh, según yo ya les había dejado pistas de esta situación jeje, pero bueno había que darle sazón a la trama jiji.
Voten y comenten, me gusta mucho leerlas jeje, se les quiere.
Pd. Perdón si hay alguna falta de ortografía y tipeo.
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You're looking for a Girlfriend? | Bada Lee
FanficTe quiero para mí. Y yo te quiero a ti. Bada Lee, la quería y haría lo imposible por ella. Hazel Fukui, solo tenía ojos para ella.