¿Qué podría salir mal?
Qué ingenua fui al pensar que vivir con mi mejor amigo y mi novia saldría bien. Estábamos mudándonos a una casa; Bada decidió comprar una casa bastante grande para que viviéramos los tres, y ni siquiera nos avisó que había adquirido la casa.
—Bada, amor, ¿no se te ocurrió mencionarme que habías comprado una casa? —Mis brazos estaban cruzados y tenía una ceja alzada, intentando ocultar mi sorpresa y preocupación.
—Era una sorpresa, cariño. Está bonita, es ideal para nuestra pequeña familia. Mackenyu tendrá su habitación; las habitaciones están arriba y tienen baños personales —dijo alegremente, como si todo fuera perfecto.
Ella había pensado en todo, y era estupendo, pero realmente me tenía de los pelos la situación. ¿Cómo se supone que tres adultos jóvenes iban a vivir juntos sin querer matarse continuamente? Con Yuyu no fue difícil al principio; después me acostumbré, pero no estaba psicológicamente preparada para vivir con mi novia.
—Cariño, te mostraré tu habitación —dijo Bada, y me tomó de la mano, llevándome a través de la casa. Llegamos a una habitación que era el doble de grande de lo que solía vivir. Me quedé sin palabras.
—Dios mío, Bada Lee, ¿cuánto dinero pagaste por esta casa? Es enorme. ¿En qué estabas pensando, mujer? —Exclamé, sorprendida por la magnitud de la casa.
—Una suma bastante considerable solo para tenerte cerca —respondió con una sonrisa que podría iluminar la habitación. Me sentí conmovida, pero no pude evitar preocuparme por los posibles problemas que podrían surgir. Le lancé una mirada de incredulidad mezclada con cariño mientras Bada me rodeaba con sus brazos. Su entusiasmo era contagioso, y por un momento olvidé mis preocupaciones.
—Sabes que te amo, ¿verdad? —le dije, suspirando con una sonrisa—. Solo espero que esto no termine en desastre. Bada me besó en la frente y me guió hacia la cocina, donde Yuyu estaba peleando con una caja de utensilios.
—¡Necesito un cuchillo! —exclamó Yuyu, frustrado, mientras intentaba abrir una caja con sus manos. La situación era cómica si uno lo pensaba bien.
—¡Aquí! —respondió Bada, sacando un cuchillo de uno de los cajones de la nueva cocina. Se lo entregó con una sonrisa radiante. Yuyu tomó el cuchillo y comenzó a abrir la caja, pero no sin antes lanzarnos una mirada escéptica.
—No sé cómo me convencieron de esto —dijo, sacudiendo la cabeza—. Pero, ya que estamos aquí, al menos podríamos intentar no matarnos unos a otros. Nos reímos los tres, aunque había una pizca de verdad en sus palabras. La idea de vivir juntos parecía un desafío, pero confiaba en que podríamos manejarlo. Después de todo, éramos amigos desde hace mucho tiempo, y Bada y yo teníamos una relación sólida.
La primera semana pasó sin incidentes mayores. Nos acostumbramos a nuestras nuevas rutinas y empezamos a decorar la casa. Bada insistió en que cada uno eligiera cómo quería su habitación, y fue emocionante ver cómo cada espacio tomaba forma con nuestra personalidad. Pero las cosas comenzaron a complicarse cuando los hábitos personales y las pequeñas manías empezaron a chocar.
Una noche, después de un largo día de trabajo, me encontré con Yuyu en la cocina. Estaba claramente molesto.
—¿Puedes explicarme por qué siempre hay ropa sucia alrededor del cesto de ropa sucia y no dentro? —preguntó, señalando un montón de ropa en el suelo. Suspiré, sabiendo exactamente de qué hablaba. Bada tenía la costumbre de dejar su ropa donde le caía y, a veces, me olvidaba de recogerla.
—Lo siento, hablaré con Bada —le dije, tratando de calmarlo. Subí al dormitorio y encontré a Bada leyendo un libro en la cama. Me senté a su lado y le expliqué la situación.
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You're looking for a Girlfriend? | Bada Lee
FanficTe quiero para mí. Y yo te quiero a ti. Bada Lee, la quería y haría lo imposible por ella. Hazel Fukui, solo tenía ojos para ella.