Guryong, Seúl
2002Jaekyung cumplió sus catorce años estando en el Clan, y su entrenamiento fue duro. Poco a poco le ayudaron con su apegó al álbum de su madre dejándolo sin puntos débiles a la vista. Jaekyung fue tomando cada vez más relevancia en el grupo de soldados y ya no podía pasar desapercibido, pues su talento no podía ocultarse y así empezó a ganar algunas cosas dentro del Clan, como un cuarto propio, ropa nueva y cualquier cosa que necesitará.
Jaekyung aún sentía un profundo odio por su padre y con todo lo que había aprendido, lo único que quería era conseguir su propia venganza. También se veía profundamente enojado todo el tiempo, pues no le gustaba trabajar con personas que pagaban u ofrecían servicio de prostitución de infantes, realmente se asqueaba con facilidad y le enojaba las constantes insinuaciones sexuales de su jefe.
Quería que el Clan fuera dominado y exterminado, pero a este punto sabía que eso, significaba morir.
Un día llegó otro chico, no entendía muy bien porque había llegado a ese lugar teniendo ese rostro, pudiendo usar su belleza para conquistar al mundo entero, además de que no era simplemente un rostro bonito, era bastante inteligente y carismático. ¿Y como sabía todo eso? Pues, porque se lo habían encargado, el tenía que mostrarle el lugar y decirle las reglas, donde podía y no podía entrar.
-¿Qué edad tienes?- Preguntó Jaekyung.
-Tengo quince, ¿y tu?- Respondió.
- Catorce- Respondió con mal humor, pues eso significaba que tenía que usar honoríficos con aquel chico.
-Bueno, soy tu Hyung- Sonrió - Pero tranquilo, seguirás siendo mi Subaenim.*
-Como sea "Hyung"- Dijo con ironía - ¿Cuál es su nombre?
-Soy Kang Dooshik - Caminó junto a él - ¿Y tu?
- Jaekyung - Respondió sin más.
-¿Tu apellido es Jaek?- Preguntó el chico confundido.
-No, simplemente prefiero no usar el apellido que me dio un hijo de puta- Frunció el ceño.
-Parece que es un tema delicado- Se encogió de hombros- Mi padre se fue cuando nací - Río con ironía - Dejó a una mujer sola, con un niño en este barrio de mierda.
-Mi padre me trajo aquí y me vendió como mercancía - continuó Jaekyung con la competencia de tragedias.
- Vi como unos tipos entraban a mi casa y violaban a mi madre, luego la mataron, dejándome solo y finalmente vino un amigo de mi madre y me ofreció un trabajo aquí - Explicó haciendo que Jaekyung detuviera su caminata. No podía explicar la forma en la que el aire había escapado de sus pulmones al escuchar eso.
Se imagino a sí mismo presenciando eso y no pudo soportar la idea de vivir con esa culpa.
-¿Por qué estás tan tranquilo?- Jadeó.
-El tipo que me trajo aquí, los mato a todos, todos los que tocaron a mi mamá tuvieron una muerte dolorosa, estuve allí viendo cómo lo hacía y sufrieron bastante- Elevó los hombros- No creo que hayan sufrido lo suficiente, pero al menos ya no seguirán haciendo esas mierdas.
-Pero tu si- Respondió Jaekyung realmente afectado.
-¿De que hablas?- Preguntó Dooshik regresando sobre sus pasos.
-Aquí trafican personas y niños, distribuyen drogas y torturan- Lo miró a los ojos.
-Lo se- Respondió Dooshik mirando al suelo- Pero no hay mucho que se pueda hacer, no tengo otra opción.

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Una Bala al Corazón
FanfictionJaekyung es parte de una organización criminal junto a Dooshik y Seungho. Luego de trabajar durante tantos años, se ven de manos atadas cuando la empresa que le proporcionaba la mejor mercancía empieza a ser investigada por evasión de impuestos, así...