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Guryong, Gangnam, Seúl

Jaekyung caminó hacia la que por ahora era la habitación de Dan, tomó el pomo en su mano, pero sus acciones fueron interrumpidas.

-Disculpe señor- Reverencio la chica de servicio.

- Dime- Contestó.

-Esta tarde el chico estuvo inquieto, golpeaba la puerta sin parar y gritaba mucho- Dijo con la cabeza gacha- Solo era para informárselo.

-Buen trabajo, Ava- Dijo y la chica retiró.

Jaekyung recordaba a Ava, la chica había sido secuestrada por los Yakuzas, estaba marcada, había logrado escapar por alguna extraña razón y ellos la encontraron y cuando estuvieron a punto de entregarla de vuelta, está rogó que la salvarán, incluso prometió pagar su deuda trabajando para el Clan.
Jaekyung se había burlado de ella mentalmente, porque si ellos hubieran sido otro Clan, le hubieran tomado la palabra, haciéndola trabajar en un burdel, sin embargo Mingwa era demasiado buena para ese mundo podrido.

Giró el pomo de la puerta y lo encontró boca abajo en la cama, derrotado. Jaekyung sintió como su estómago se encogía y era sumamente estúpido, pues había matado a muchas personas, las había torturado, había acabado con ellas y ya no sentía nada, ni un gramo de culpa, pero el chico frente a él, de alguna manera lograba ponerlo nervioso.

-¿Vino a matarme?- Preguntó levemente.

-No- Respondió simplemente cerrando la puerta tras de sí.

-Entonces vino a violarme- Afirmó con tranquilidad volteándose para verlo- Hágalo sin preámbulos, no venga a fingir que va a ser amable conmigo.- Dijo con la misma tranquilidad. Jaekyung se quedó parado viéndolo y elevó una ceja con confusión.

-Solo venía a preguntar si tenías hambre- Sonrió con ironía.

-No se que mierda es lo que intenta, pero será mejor que se detenga- Dijo caminando hacia él. Quedó a solo un paso de distancia y su actitud estaba empezando a cansarlo.

-¿Quieres morir de hambre, Dan?- Preguntó acortando la distancia que los separaba.

-Quiero que termine este juego del gato y el ratón - Levantó la cara para poder mantener su mirada en la contraria.

-No lo hago- Tomó su barbilla.- ¿Crees que este es un juego? Tu vida está en mis manos y aún tomas esto como un juego.- Apretó el agarre causándole un ligero dolor.

-¿Entonces que se supone que hace?- Preguntó irritado.

-Estoy trabajando, Dan- Acerco su rostro al contrario- Yo no doy espectáculos, yo no uso disfraces ni canto canciones bonitas - Pasó la mano por su mandíbula hasta su nuca- Yo hago el trabajo sucio mientras tú distraes al mundo de lo que realmente importa - Tocó su labio inferior con su pulgar haciendo que Dan cerrará los ojos, como esperando una interacción más profunda. A Jaekyung se le hizo divertido, así que se apartó .- Te pediré comida.

-Espera- tomó su brazo.

-Dime.

- ¿Podría... h-hacerlo? - Preguntó con nerviosismo.

-¿Quieres que te bese?- Sonrió con altanería. El chico debía tener una plan, era obvio, no parecía ser del tipo que ruega. Se acercó lentamente a él.

-S-si- Susurró. se acercó aún más haciendo que sus alientos se unieran.

-Sigue intentando Kim Dan, no soy estúpido- Susurró cerca de sus labios. Caminó fuera de la habitación y le pidió comida.

Al cabo de un rato el personal llego con los platos poniéndoselos en la habitación y cuando salieron, Jaekyung entró cerrando la puerta tras de sí. El chico miraba la comida con curiosidad.

Una Bala al CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora