Beneficios de las viejas leyes

Capítulo 57: Futuro incierto

Viernes, 1 de diciembre

Daphne se sentó con sus compañeros de dormitorio en la sala común alrededor de una de las mesas de estudio bajas con bonitas sillas acolchadas a su alrededor. Habían colocado dos candelabros en puntos estratégicos para tener suficiente luz para escribir, y estaban terminando la mayor parte de su tarea como podían para poder tener un poco de tiempo libre el fin de semana.

Pero Daphne no estaba realmente concentrada. Había decidido preguntarle a Harry hoy, ya que estaba segura de que él no pensaría en preguntarle él mismo, y porque no quería arriesgarse a la posibilidad de que otra chica pensara en preguntarle primero. Pero no estaba segura de cómo debía hacerlo. Ninguna de sus lecciones cubrió cómo pedirle a un chico que fuera su cita casual para un baile, o más bien varios bailes, para que pudiera atraer la atención de posibles candidatos para el matrimonio. La idea de que su madre no aprobaría su plan la hizo sonreír.

No había tiempo como el presente, así que cerró su tintero, reunió sus cosas en una pila ordenada y se levantó de su silla.

"¿Qué estás haciendo, Daph?" Millicent quería saber, levantando la vista de su ensayo de herbología con una mancha de tinta en la nariz.

"Asegurándome una fecha para las festividades de invierno. Tienes tinta en la nariz". Teniendo a los demás distraídos con esta pequeña pista sobre la tinta, Daphne caminó rápidamente hacia las dos sillas laterales junto al fuego, que actualmente estaban ocupadas por Harry y Theo, mientras Draco y Blaise se sentaban junto a ellos en el suelo inclinados sobre un juego de ajedrez. Draco con las piezas blancas claramente en ventaja.

Los otros dos niños estaban leyendo. Theo tenía un libro sobre el uso de runas para abrir una página en el medio. Harry estaba leyendo un libro escrito en un idioma, o al menos un guión, que nunca había visto antes.

Tomándose un momento para recomponerse, Daphne dio los últimos pasos y comenzó a hablar para llamar la atención de Harry. "Harry, ¿tienes un momento?" Levantó la vista, colocando una tira de pergamino entre las páginas de su libro para marcar su lugar. "Quería preguntarte algo". Solo una larga práctica evitó que su voz temblara.

"Claro, Daphne. ¿Qué era lo que querías preguntar?" Se sentó un poco más derecho, sentado más como un joven adecuado, su atención se volvió hacia ella como debería ser.

Aquí no va nada. Si ella lo quería como escolta, tenía que preguntarle. Y lo haría ahora, porque había decidido que lo haría. "Sé que no estás interesado en mí como niña ..." Ella resopló frustrada, ese no era el enfoque que quería. "¿Quieres ser mi cita para los bailes? No como una posible pareja, sino como amigos. Sé que eres razonablemente bueno bailando, y no es probable que me aburras hasta la muerte. Además de eso, creo que no estás realmente listo para llevar a una chica que podría estar realmente interesada al baile, pero podrías ayudarme a obtener la atención que necesito para encontrar a alguien para mí. Entonces, ¿irás conmigo?" Estaba en contra de todo a lo que estaba acostumbrada, preguntando de esa manera. En medio de la sala común, donde todos podían ver, y con palabras tan abiertas, sin forma de retroceder sin perder la cara. Pero estaba segura de que esta era la mejor manera de hacer que Harry estuviera de acuerdo. Ella había observado su comportamiento desde las lecciones durante el verano, y estaba segura de que su colocación en Gryffindor había sido una buena opción. Tan seguro como que era un Slytherin, todavía tenía muchas tendencias de Gryffindor, y con aquellos en los que quería confiar como amigos, Harry parecía preferir claramente la forma de Gryffindor para manejar las cosas.

Harry parpadeó un par de veces, muy lentamente, antes de sonreírle un poco inseguro. "Bueno, no lo había pensado, pero probablemente tengas razón en que necesito una cita, ¿no?", Suspiró, cardando su mano a través de su nido de pelo de pájaros, haciéndolo aún más desordenado de lo que ya había sido. "¿Ir como amigos? Creo que puedo hacerlo. Eso me gustaría. Sí, Daphne, me gustaría ser tu cita para el baile, o bailes. Supongo que necesitamos coordinar el color de nuestras túnicas". Puso los ojos en blanco un poco ante la última pregunta, sorprendiendo a Daphne para que se riera. Tal vez lo habían sometido a demasiadas lecciones de moda en las últimas semanas. Decirle cómo combinar un atuendo y lo importante que fue la primera impresión, y la declaración correcta, no solo con la forma en que actuaba y se movía, sino con lo que llevaba puesto. Obviamente había escuchado atentamente.