Beneficios de las viejas leyes

Capítulo 59: Atracción

Jueves, 7 de diciembre

Después de que terminaron las lecciones del día, Harry había traído sus suministros de dibujo de su habitación en las mazmorras y salió a los terrenos. Había tomado algún tiempo, pero finalmente había encontrado un lugar desde el cual tenía una vista realmente bonita de Hogwarts y el lago. Ahora estaba dibujando un boceto como base para crear una pintura del castillo. Harry había pensado mucho sobre qué conseguir su guardián para Navidad y el cumpleaños del hombre. Había decidido buscar algún libro interesante para Navidad -estaba debatiendo si El arte de la guerra de Sun Tzu, o El príncipe de Maquiavelo sería el más apropiado- ya que realmente no sabía si Marvolo celebró esa fiesta. Para el cumpleaños del hombre, la ocasión mucho más importante para dar un regalo a los ojos de Harry, quería darle una pintura de Hogwarts que él mismo había hecho. Su impresión de las pocas veces que Dudley había dado algo a sus padres había sido que los padres siempre estaban felices de obtener algo que sus hijos habían hecho con sus propias manos. Como realmente tenía una experiencia limitada, y la pintura de una gran pila de serpientes había sido un éxito, había decidido repetir eso a mayor escala.

Borrando una de las torres por tercera vez, se había visto algo mal cada vez que la había dibujado, Harry levantó la vista para ver a alguien caminando hacia él, sosteniendo una varita encendida con un lumos frente a ellos. La concentración volvió a un cuarto intento de hacer que esa molesta torre se viera bien, Harry ignoró la figura cada vez más cerca, por el momento. Desde su traslado a las mazmorras de Slytherin, se había sentido mucho más seguro que antes.

Acababa de comenzar a borrar su cuarto intento también, cuando la persona se detuvo a su lado, jadeando ligeramente. "¡Harry, aquí estás! ¡No fue fácil encontrarte!" Hermione dijo, sin aliento, metiendo su sombrero sobre su cabello espeso, buscando a tientas porque sus manos estaban envueltas de manera segura en mitones tejidos.

"Ahora que me has encontrado, ¿qué puedo hacer por ti, Hermione?" Preguntó Harry, entrecerrando los ojos hacia el castillo. ¿Tal vez tenía la perspectiva equivocada?

Harry escuchó un soplo de su lado, pero continuó estudiando el castillo frente a él. Tenía que haber una manera de dibujar esa torre y hacer que se viera bien.

"Quería ver si estarías dispuesto a estudiar conmigo. Estoy realmente interesado en comparar tu forma de escribir las instrucciones de las pociones con las que están en nuestros libros. Tengo problemas para entender qué hay en ellos que te ayuda a preparar mejor. Nunca tuve problemas con la forma en que nuestros libros presentan las instrucciones". Sonaba irritada, probablemente porque Harry parecía como si no le estuviera prestando atención.

"Puedo prestarte algunas de mis notas, para que puedas comparar y hacer algunas preguntas que quieras que responda. Por el momento, tengo que terminar este boceto. No hay mucho tiempo hasta las vacaciones, después de todo, y necesito terminar esto a tiempo". ¿Tal vez terminar más del área que rodea la difícil torre ayudaría a que se vea bien?

"Supongo que eso podría funcionar". Ahora su amigo sonaba reacio. "Pero realmente sería más fácil llegar a las diferencias útiles si estuvieras allí desde el principio, Harry".

Un poco molesto, Harry se volvió para mirar a Hermione. "Supongo que podría ser más rápido, pero puedes llegar al fondo de este misterio después de las vacaciones, o incluso después de los exámenes. Usted mismo lo dijo, no tiene problemas con la forma en que están escritos los recibos en el libro de texto. Pero tengo que tener esto terminado antes de salir de la escuela para las vacaciones, así que esto aquí es de mayor prioridad". Se encogió de hombros al ver la guerra detrás de los ojos marrones de Hermione. Sabía muy bien que no había nada mucho más importante que estudiar y conocer a Hermione, pero su tendencia a crear planes y horarios para organizar todo le había dado un sentido para priorizar las cosas en función de la fecha en que algo necesitaba terminarse.