8 - ¡A zarpar! ¡La valiente princesa del desierto!

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La noche nunca se había sentido tan eterna para Bavilo, tenía la sensación de que la luna ni siquiera se había movido de donde estaba. Se sentía realmente tenso, luego de que Nami apaleara un poco más al capitán y al espadachín, y de que, finalmente, le explicaran a Luffy que los tipos que Zoro destrozo eran enemigos, los piratas y los dos príncipes se sentaron para poder hacer negocios.

- Shishishi Zoro, que tonto eres ¿por qué no me lo dijiste antes?- un alegre Luffy se balanceaba juguetona en un barril en el que estaba sentado. - Creí que los habías atacado porque no te gusto la comida que prepararon.

- ¡No me compares contigo, idiota! - bramo el espadachín, provocándole carcajadas a su capitán.

- Ay No te lo tomes con tanta seriedad, solo fue un malentendido - Luffy parecía haber olvidado que trato de matar a Zoro.

- ¡¡Se callan!! - la voz de Nami basto para que el dúo se quedase calladito sudando frio.

- «Si me dijeran que ella es la capitana en realidad, me lo creería por completo» - suspiro el de ojos amatistas.

- Bien, señores príncipes- como si se hubiera quitado una máscara, la navegante pasó de feroz a tener un tono dulce y encantador - tomaremos la labor de llevarlos a sus respectivos hogares pero, a cambio, deberán pagarnos cincuenta millones de berries cada uno, ya que ambos son príncipes herederos, esa cantidad no debería ser un problema ¿no?

Vivi, quien estaba sentada en un gran cubo de heno, con la cabeza agacha, al escuchar las palabras de la navegante no pudo evitar apretar sus labios en una línea recta, luciendo como si tuviera mucho que decir, pero no sabía por dónde empezar, por otro lado, Bavilo supo exactamente lo que quería decir y sabía como se sentía.

- ¿Se puede saber quien le dijo que mis intenciones eran regresar a Arbezela? - inquirió con enfado y cierta indignación. El príncipe mayor se encontraba de pie, mas estaba descansando su cuerpo apoyando su espalda contra una pared - además ¿Quién dijo esa tontería de que soy un príncipe heredero? Le aconsejo no guiarse mucho por las palabras de Igaram, señorita Nami, lo que le haya dicho solo es su perspectiva de las cosas...-suspiro de forma pesada-... lamento mi tono, el cansancio y el dolor me tienen de malas- agregó de forma educada pero aún con tono irritado.

Bavilo no quería sonar agresivo, pero el estrés de los sucesos recientes, el cansancio y los dolores en sus extremidades le tenían gruñón, y no podía usar su maná para sanar su brazo y pierna adoloridos, pues no sabía magia de sanación y el maná curativo de un doncel solo funcionaba en otros seres vivos, mas no en sí mismo.

- «Vaya modales » - pensaron al mismo tiempo la navegante y el espadachín.

- ah... No hay problema- dijo la navegante tratando de restarle importancia, pues podía comprenderlo un poco.

- ¿Cómo que no eres el príncipe heredero? Pero tienes el unicornio - Vivi parecía bastante consternada con esta nueva información.

- Eso no importa... no lo conseguí - el pleiplateado cerró su puño derecho con fuerza, sintiendo un denso dolor subir por todo su brazo, luego le aflojo soltando el aire de sus pulmones con cansancio. - De todas formas, no importa ya, por mi parte, estoy tratando de mantenerme lo más alejado posible de mi reino natal... pero ya no tengo para pagarles, así que he de arreglármelas yo solo.

We Are Family... Las Joyas de la Princesa x One PieceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora