We Are Family... Las Joyas de la Princesa x One Piece

20 - ¡Hiruluk, el Inmortal! ¡La promesa de una flores eternas!

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Mientras Kureha se encontraba atendiendo a sus dos pacientes que sí eran responsables y se mantenían en cama, el pequeño Chopper estaba trabajando en el laboratorio. Analizaba el progreso de los antibióticos contra la bacteria que había atacado a la mujer pirata, no obstante, su preciada paz no le duraría para siempre, puesto que la puerta fue abierta con brusquedad, proporcionándole un gran susto, un susto que rozo el ataque cardiaco cuando casi se lleva puesto todo el frágil equipo médico de Doctorine por su torpeza, el pobre tuvo que hacer malabares para atrapar todos y cada uno de los tubos de vidrio.

— Cielos... eso estuvo cerca—. Sabía que Doctorine lo echaría a una olla ella misma como destrozará su valioso equipo. Su atención se desvió a la figura que casi lo mato del susto. — ¡Oye, vete! ¡Me vas a meter en problemas!

— ¡Wow! ¡Eres increíble! — Luffy parecía ignorar totalmente le hecho de que el reno no le quería cerca. — Shishishi ¿Y si hago esto?

Con una risita maliciosa, el joven chico de goma se aprovechó de que el pobre reno estaba incapaz de poner mucha resistencia, pues estaba haciendo equilibrio con todos los tubos de laboratorio, por lo que no pudo defenderse de las malvadas cosquillas de Luffy. Chopper tuvo que morder la lengua para no reírse y tirar todo al demonio.

— ¡Eres muy gracioso! — exclamo entre carcajadas el pirata.

— ¡Déjame en paz! ¡Ya vete!—. Finalmente, libre de las cosquillas, el reno pudo poner todo en su lugar.

— Oye, oye ¿Quieres ser mi compañero? (1) — preguntó de repente, ignorando totalmente las exigencias del reno. — Eres muy interesante y me agradas ¿Qué dices? — insistió con una gran sonrisa, solo que, esta vez, no era de burla.

— ¿Tu co-compañero? —. El pirata no lo sabía, pero aquella palabra tenía un significado muy fuerte para Chopper.

— ¡SÍ! Conviértete en pirata y únete a nosotros — insistió el chico de goma.

— ¡No quiero! — rechazó con firmeza el pequeño. — No estoy interesado en los piratas. Tampoco quiero tener compañeros.

— Vamos, vamos. Si te vuelves nuestro compañero, el resto de la tripulación se pondrá muy feliz también.

Este comportamiento era extraño para Chopper, puesto que el pirata llamado Luffy, al igual que la mujer pirata, y el chico de cabello platinado, le veían de manera similar, le veían de un modo en que las personas de la isla nunca antes lo habían hecho, pero lo que más le sacaba de lugar era esta propuesta ¿Acaso estaban locos? ¿Por qué le proponían algo como eso a una criatura como él?

Lo que más le desconcertó fue la insistencia del pirata, pues no se conformó con un simple no, y procedió a perseguirlo, solo que esta vez, no trataba de jalonearlo de las patas y morderlo, sino que iba detrás de sí insistiendo en que se uniera.

Mientras tanto, en la habitación donde descansaban los pacientes...

— Mi dulce cisne Nami—. Sanji apareció con varios platillos muy completos que desprendían un aroma maravilloso. — Para ayudar en tu recuperación, te he preparado un menú excepcionalmente nutritivo.

Nami sonrió. El estómago le gruñó al apreciar más a detalle el platillo, platillo del cual desconocía los nombres, pero podía reconocer pescado asado con alguna salsa especial encima, camarón, panecillos untados con una pasta, y una infusión caliente.