4 - El Pirata más Extraño y la Promesa de Laboon.

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El barco finalmente comenzó a descender, pronto entrarían al Grand Line, pronto iniciaría un viaje por el mar más grande y temible del mundo... y... ¿Eso era una maldita ballena?...


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Había estado sumido en sus pensamientos, a diferencia de los demás, la alegría y la emoción no eran algo que le inundase el corazón en aquel momento, al contrario, su mente había sido golpeada con una gran cantidad de recuerdos amargos. Un intenso y poderoso sonido resonó con fuerza en aquella montaña, logrando sacarlo del trance; la navegante sugirió que podría haber sido el viento, pues con todas las cosas raras que habían visto, el rugir del viento chocando contra la montaña no sería tan extraño después de todo.

La respuesta llego demasiado pronto, pues al acercarse más al final del camino, pudieron apreciar como una criatura absurdamente grande obstruía gran parte de la salida. Bavilo reconoció la clase de criatura que era una maldita ballena isla.

—¡¡¿Qué rayos hacía una maldita ballena isla en medio del camino?!! — Bavilo sentía que l corazón se le saldría por la boca en cualquier segundo.

 Naturalmente, todo el mundo entro en pánico

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Naturalmente, todo el mundo entro en pánico.

— ¡¡¿Qué hacemos, qué hacemos?!! — Usopp corría en círculos.

— ¡¿Peleamos con ella?!— no tengo que nombrar al genio detrás de la sugerencia.

— ¡Idiota! ¡¿Viste su tamaño?! ¡¡No puedes revolver esto atacándola!! — la única mujer era la voz de la razón.

— ¡¿Entonces que hacemos?! ¡Vamos a chocar contra esa cosa! — al tirador parecía que le daría algo.

— ¡Oigan! ¡Estando tan cerca parece una pared! ¡No alcanzamos a ver sus ojos! — aquel detalle señalado por Sanji le dio una pequeña idea esperanzadora al príncipe.

— ¡Existe la posibilidad de que no se haya percatado de nuestra presencia! — informo el de cabello plateado— ¡Mientras no llamemos su atención podemos evitarla!

— ¡Lo primero es evitar estamparnos contra esa monstruosidad! — Zoro pudo notar una apertura — ¡A babor! ¡podemos escapar por ahí!

— ¡¡Pero el timón esta roto!! ¡¡Las corrientes marinas lograron que se partiera en dos!! — en efecto, el tirador no mentía, el adorable timón se había partido poco antes de subir la montaña, motivo por el cual casi morían en el proceso de surcarla.

We Are Family... Las Joyas de la Princesa x One PieceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora