10 - Un pequeño jardín y algunas reflexiones

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Aquel día, más temprano, en una elegante isla vacacional, una pareja un tanto inusual se encontraba disfrutando de los maravillosos servicios que la isla podía proporcionarles. La pareja se componía de una jovencita de dieciséis años lucía un poco más joven de lo que debería, la jovencita tenía el cabello rojo vino recogido en dos trenzas, unos ojos negros, y vestía de forma bastante llamativa, un sombrero pescador rosa, medías rayadas azules, falda rosa, y una camisa celeste con nubes, pero lo que más la hacía destacar era su juvenil rostro provisto de emoción o alguna clase de expresividad...

— Mr.3, estoy aburrida — anuncio.

Su compañero era un señor algo mayor, tenía treinta y cinco, pero daba la sensación de ser algo más viejo. El hombre vestía pantalones claros, una camisa sin mangas, con rayas verticales de color azul, y un horrible moño rojo, destacaba por sus feos lentes de marco azul que parecían un infinito.

— Estás aburrida pero no quieres trabajar ¿verdad? — pregunto mientras se servía una taza de té caliente que procedió a disfrutar con calma, del mismo modo que un vinicultor cataba el vino creado con su nueva cosecha.

— Sí —. Él soltó un suspiro resignado ante su simple afirmativa, ella ni siquiera iba a intentar negar que era perezosa.

— Entonces podrías, al menos por un rato, tratar de disfrutar un poco el magnífico tiempo libre que tenemos ¿no crees? — pronuncio con elegancia a la par que se recostaba en su reposera sin derramar ni una gota de té— Solo los agentes de rango superior como nosotros, podemos darnos el lujo de tomarnos pequeñas vacaciones en lugares tan bellos como este, y por cierto, te sugiero que comiences a dejar de llamarme por mi nombre clave cuando estamos frente a tantos desconocidos, cualquiera podría descubrir que soy Mr.3 de Baroque Works.

Mientras él la regañaba con severidad, los ojos negros de la muchacha se desviaban a la cabeza de su compañero, pues este tenía un gran numero tres en su cabeza hecho con su propio cabello.

— Tienes razón, definitivamente estoy poniendo tu identidad en peligro — debido a lo monótono del tono de su voz, era complicado saber si hablaba en serio o si estaba siendo sarcástica.

— Por cierto, llevas unos días con ese papel de un lado a otro — señaló la hoja que la jovencita no dejaba de mirar— ¿Qué es?

— Es una orden del jefe — respondió enseñándole la hoja que, en efecto, había sido firmada y enviada por Mr.0.

— ¡Debiste decirme antes! — Mr.3 le arrebato el papel de las manos y comenzó a leerlo, esperando que, por la lentitud de su compañera para avisar, no hubiera perdido la misión, pues eso les costaría el cuello. — Que patético, tal parece que Mr.5 fue derrotado, en lo personal, hubiera preferido que derrotaran a Mr.2... tsk pero esto es una tontería, armar alboroto por alguien como Mr.5 no vale la pena, ese tipo solo era un tonto que se creía indestructible por poseer una fruta del diablo fuerte ¿Sabes por qué es eso, Miss Goldenweek?

— ¿Por qué no sabía usarla? — a decir verdad, a la muchacha no parecía afectarle mucho el asunto.

— Exacto, jovenzuela, no sirve de nada una fruta poderosa si el usuario no sabe sacarle provecho — Mr.3 procedió a quemar la orden de su jefe tal como indicaban los procedimientos. — Los mejores criminales son capaces de realizar sus hazañas usando como principal herramienta sus cerebros supriores — la mirada de Mr.3 se volvió más oscura de repente— vamos a enseñarle al que derrotó a Mr.5 lo aterrador que puede ser enemistarse con una organización criminal.

We Are Family... Las Joyas de la Princesa x One PieceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora