18 - ¡Pura Fuerza de Voluntad!

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Luego de la caída del pobre vigía y el terrible anuncio de que el tirano rey había regresado, la cosa se salió de control en pocos minutos. Dalton no lo sabía, pero mientras él corría con todas sus fuerzas a pagar por sus pecados en una batalla contra Wapol y los suyos, las terribles noticias se esparcieron como pólvora entre las personas. Primero se enteraron todos en Cocoaweed y pronto la voz salió de los límites del pueblo, llegando a los pueblos vecinos y, a su vez, estos pasaron la voz a los demás pueblos… Pronto toda la isla ya sabía del regreso de Wapol, sabían que Dalton iba pelear.

El fuego del coraje comenzó a arder con fuerza en el pecho de los ciudadanos. Habían soportado demasiado tiempo a ese monstruo controlando sus vidas, y ahora que había conocido lo que era la paz, no tenían planeado perderla, y, por encima de todo, ellos no estaban dispuestos a permitir que Dalton, el hombre más gentil, honorable y humilde del país, se enfrentara solo a Wapol y su ejército.

Mientras tanto, en el pequeño pueblo de Big Horn, las personas estaban reviviendo el peor momento de sus vidas. Había soldados armados y listos para disparar en todos lados, por fortuna, nadie había salido herido aun, pero lo triste es que no había pasado porque los civiles ya se conocían esta rutina, todos eran conscientes de que tratar de revelarse solo resultaría en ellos muriendo a manos de los seguidores de Wapol, por lo que solo les quedaba contemplar con impotencia como la encarnación física de la gula devoraba todo en su camino con esas mandíbulas monstruosas.

— ¡¡Majajajajaja!! ¡Que delicia! — exclamó luego masticar y tragar muebles, cañerías y varios objetos preciosos que había en una casa. — ¡Escuchen, ciudadanos! ¡Todo lo que hay en esta isla me pertenece! ¡Puedo comerme lo que quiera y a quien quiera! ¡¡Por que soy la persona más importante de Drum! — proclamo con soberbia, siendo aplaudido solo por sus soldados— ¿Y a qué se debe, Kuromarimo? ¡díselos!

— Sí, su majestad— el mencionado dio un paso al frente, este era un hombre de edad relativamente madura, pero destacaba por llevar abrigos de un brillante color naranja y un diseño que recordaba mucho a un bufón de la corte, además de tener una barba peculiar, y un cabello afro perfectamente circular, además de que llevaba dos guantes negros que se veían similares a su cabello— ¡Es porque usted es el rey!

— ¡Exacto! ¡Si quiero comerme una casa hasta los cimientos, nadie puede decirme nada! — exclamo con una cruel alegría el rey tirano, montado en el lomo de una especie rara de hipopótamo gigante pero que estaba cubierto de largo pelaje blanco.

— Mi señor Wapol, tengo información para usted — el sujeto del afro, nombrado Kuromarimo, hinco la rodilla frente a su rey. — Recibí un informe que dice que la tripulación del Sombrero de Paja se dirige al castillo de Drum.

— ¿Al castillo? ¿Por qué? — preguntó irritado.

— Parece que llevaron a una mujer y al chico que usted quería traer con nosotros, su majestad. No tengo demasiados detalles, pero parece que ambos necesitan atención medica urgente.

— ¿Ah? ¡Son unos idiotas! En mi castillo no vive nadie ¡mucho menos un médico! — dijo para luego carcajearse a viva voz. Wapol parecía ser una persona incapaz de hablar sin alzar la voz.

— Respecto a eso… — el rey se calló al escuchar el tono de su leal súbdito— Dicen que la extravagante doctora Kureha, actualmente está viviendo en el castillo.

— ¡¿Kureha dijiste?! — la imagen de la descarada doctora azoto la mente del gobernante, provocando que su sangre se calentara tanto que llegó a dejar de sentir el intenso frio de Drum. — ¡¿Esa maldita bruja esta viviendo en mi castillo?! ¡¿Hasta cuando piensa burlarse de mí esa maldita mujer?!

We Are Family... Las Joyas de la Princesa x One PieceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora